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viernes, 31 de agosto de 2018

PLASENCIA Y SAN MIGUEL.



ERMITAS DE SAN MIGUEL

Varias ermitas hubo en Plasencia con esta advocación del Arcángel San Miguel. Una de ellas estaba en el cerro de su nombre, la cual fue destruida cuando se hizo la carretera Nacional. 630. De este cerro y ermita salieron los primeros frailes que fueron a Cuacos y fundaron lo que después sería el Monasterio de Yuste.
La primitiva ermita era tan pequeña que dicen que solamente cabía en ella un hombre de rodillas. En el año 1.741 se construyó otra nueva y el día 10 de agosto se colocó el santo en el altar. Se realizó la obra con limosnas de sus devotos. Esta ermita se la llamaba San Miguel del Puente Trujillo, para diferenciarla de la de la Cruz Dorada.

Otra estaba en el antiguo barrio de San Miguel, el cual se situaría en el principio de la Avenida del Valle, saliendo desde la Puerta Talavera, esta ermita se llamó Ermita de San Miguel de la Cruz Dorada, para diferenciarla de la edificada sobre el cerro. En el año 1.810 los franceses la destruyeron. El capellán Barrio y Rufo (siglo XIX), dice que el todavía conoció al ultimo párroco de esta ermita, al que se le conocía como “señor La Serna”, aunque este capellán cuenta que en su tiempo la ermita ya no existía, y sus restos eran un establo de bueyes y en las paredes exteriores habían construido ocho o diez casas. En esta ermita estaba la cofradía de los Acernadados y limpios, la cual estaba bajo la advocación de San Miguel.
En el año 1582, el Cabildo mandó que se entregara a los religiosos de San Miguel la cruz donde fue crucificado san Dionisio. (Apuntes de B. Checa)

CONVENTO DE SAN MIGUEL

El primitivo convento de San Miguel de la Florida se fundó en el año 1.519, se emplazó en el sitio llamado de Valsoriano, a media legua de la ciudad, en la orilla izquierda del río Jerte. Se construyó con las limosnas que dieron los placentinos a los frailes franciscanos observantes. Permanecieron en este convento hasta el año 1.641.
Uno de los mecenas de este convento fue D. Fadrique de Zúñiga, nieto de D. Álvaro de Zúñiga, primer marqués de Mirabel.
Restos del antiguo convento de San Miguel de la Florida


El año 1.558 Doña Beatriz de Trejo fundó un hospital delante de la Puerta del Sol, al cual se le llamó “De la Cruz”, y se lo donó a estos frailes para su utilización. Ante la problemática de tener que ir y venir del convento al hospital y del hospital al convento, se acordó hacer un nuevo convento al lado del hospital, el cual se realizó en el año 1.641. La comunidad de frailes y donados se componía de unos 40 miembros, y el convento era casa de estudios, llegando a ser colegio para la provincia de San Gabriel (esta provincia es de los Franciscanos). De este convento solo quedan unos restos de edificaciones dentro del recinto que hoy se destina como aparcamiento privado en la plaza de San Pedro de Alcántara.
Todavía se conservan en su interior pequeños detalles de la existencia del convento.
Se representa en la religión cristiana a San Miguel en su iconografía de diferentes formas, una, con una balanza en su mano, encargado de pesar las almas de lo hombres y valorar la dimensión de sus virtudes mortales en el momento de fallecer, para ser conducidos directamente al paraíso; o bien, en su defecto, al infierno, si los pecados pesan más; la otra visión de este arcángel consiste en una estampa guerrera, con coraza y escudo con cruz florlisada y armado con lanza o espada, en combate con el Diablo al que vencerá finalmente.

En las fotos que mostramos, pertenecen a los restos del convento de San Miguel de la Cruz Dorada, y al arcángel de San Miguel que se encuentra en el lateral de la catedral Vieja.


Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina.


martes, 14 de agosto de 2018

Ermita de Santa Barbara.


La historia de la ciudad, debe recordar las ermitas y conventos desaparecidos, hoy, aunque muy brevemente hacemos mención a esta ermita de Santa Bárbara.

Esta ermita estaba situada en el cerro de su mismo nombre, en el monte llamado “Calzones”. Su desaparición definitiva fue en la década de 1.980, en la cual se instalaron las antenas de radio y televisión en el terreno que ocupaba la ermita. Siempre se la tuvo gran devoción a esta santa protectora de las tormentas, no solamente en la ciudad, sino que las gentes de Malpartida de Plasencia, solían subir un día en romería a la ermita. De la imagen titular de esta ermita no se sabe su paradero en estos momentos. En el retablo de la Iglesia se San Esteban, hay una imagen de Santa Barbara, pero no creemos que fuese la primitiva de la misma
Al lado de esta ermita estaba la finca de recreo del obispo de Plasencia, la cual en la década de 1.980 se destinó para residencia de toxicómanos acogidos al Proyecto Hombre. Este “Palacio del Obispo”, lo mando construir en el año 1.594, D. Pedro González de Acevedo, el cual fue titular de la seo placentina desde el año 1594 hasta el año 1609 en que falleció.

José Antonio Pajuelo Jiménez  - Pedro Luna Reina

miércoles, 1 de agosto de 2018

MEDIA VIDA EN IMÁGENES III. IGLESIA DE SAN JUAN.

                         EL AYER Y HOY EN IMÁGENES DE LA IGLESIA DE SAN JUAN.
                            DATOS PARA LA HISTORIA DE JA IGLESIA DE SAN JUAN.





IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA  O   SAN JUAN DEL ARRABAL

Esta iglesia data del siglo XIII, su bóveda es de ladrillo y su estilo es de principios del gótico con muchos apuntes románicos. Fue fundada después de la batalla de las Navas de Tolosa y fue la parroquia de Malpartida hasta el año de  1550. Que paso a tener jurisdicción propia, que es cuando el obispo Vargas de Carvajal edificó la iglesias del pueblo, al edificarse esta, se decidió que la imagen del Santo se trasladase la imagen a lo cual se opusieron los placentinos. Los chinatos vinieron una noche a Plasencia, sacaron la imagen del santo y se la llevaron a Malpartida, una vez allí se celebró una misa delante de la imagen con lo cual tomaban posesión de ella.
         Los placentinos al enterarse, salieron detrás de los chinatos, pero estos se defendieron en el puertecillo que comunica las dos poblaciones, y en las peleas que se produjeron fue cuando se quedaron con el nombre de “ Chinatos” los habitantes de Malpartida, pues tiraban a los de Plasencia grandes piedras y les decían que eran “chinas”.


D. Diego Gómez de Almaraz, el cual se enterró en esta iglesia, dejo en el año 1.406 una dehesa, cinco casas una huerta y dos viñas, con la condición de que se cantase una misa de la Santísima Virgen todos los sábados y aniversarios de sus familiares allí enterrados.  Entre estos familiares estaban su abuelo, Juan Alfonso de Almaraz, Blasco Gómez su padre, Juan Alfonso su hermano y Esteban Fernández del Bote su tío. El enterramiento de D. Diego Gómez era un hermoso lucillo de mármol blanco sobre el que estaba la figura yacente de D. Diego con traje militar. Este monumento funerario de vendió en el siglo XIX por el precio de 1.250 pesetas.
Los encargados de celebrar la misa sabatina eran los miembros de la Universidad de Curas de Plasencia, los cuales una vez finalizada se reunían en la sacristía de la iglesia para celebrar su cabildo semanal.
En las revueltas de los comuneros, quemaron estos unas casas en lo que hoy es la Plaza de Ansano y como se extendió el fuego también quemaron la iglesia de Santa Isabel. A los incendiarios se les puso 120 ducados de multa, que fueron a parar al Cabildo de Curas con la condición que hiciesen un altar a esta Santa en la iglesia de San Juan, y así lo hicieron, colateral al de armas de los Reyes Católicos, al lado del Evangelio
 Cuando se expulsó a los moriscos  en el año 1.609 quedó casi sin feligreses. Durante la guerra de la Independencia fue quemada la cercana  iglesia de San Miguel, por lo que su feligresía fue añadida a esta parroquia de San Juan.
En las revueltas de los comuneros, quemaron estos unas casas en lo que hoy es la Plaza de Ansano y como se extendió el fuego también quemaron la iglesia de Santa Isabel. A los incendiarios se les puso 120 ducados de multa, que fueron a parar al Cabildo de Curas con la condición que hiciesen un altar a esta Santa en la iglesia de San Juan, y así lo hicieron, colateral al de armas de los Reyes Católicos, al lado del Evangelio.
 Por el año 1.860 se hundió el tejado, y el obispado en vez de arreglarlo, vendió  la iglesia. La parroquia se trasladó a la iglesia de la Encarnación y después a la de las Claras hasta su extinción el 30 de  junio del año 1.896.
Las losas  de los sepulcros que había en el suelo de esta iglesia las empleó el alcalde republicano Evaristo Pinto para enlosar la calle de Santa Ana, en el siglo XIX.
En esta iglesia tenía su sede la cofradía de Nuestra Señora de Roqueamador, la cual era la más antigua de la ciudad. Esta advocación se importó de Francia, donde era originaria esta Virgen.


Vicente Paredes dice que por 1.900 era esta iglesia un cebadero de cerdos y después fue una fábrica de cerillas. En la segunda mitad del siglo XX el Ayuntamiento permutó el terreno de esta iglesia a sus propietarios por otro terreno municipal. Después de una controvertida restauración se ha recuperado de la ruina este emblemático edificio.
         El campanario, o espadaña de esta iglesia estaba al lado izquierdo de la entrada, tenía dos campanas llamadas San Protasio y San Gervasio. Estas campanas se realizaron en el año 1.409.Estas campanas  fueron donadas al santuario del Puerto y sus nombres se cambiaron por el de Cachorra y Leona.



Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina.