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viernes, 25 de julio de 2014

Datos para la Historia. LAS CATEDRALES DE PLASENCIA.

CATEDRAL ANTIGUA - SANTA  MARÍA

La bula papal para la creación de una “cátedra” fue expedida por Inocencio IV en el año 1.254. Esta bula determinaba que el cabildo catedralicio estaría compuesto de 10 canónigos y 8 racioneros, aunque luego fueron aumentando progresivamente hasta tener 8 dignidades en el cabildo, entre las que destacan los arcedianos de Plasencia, Béjar, Trujillo y Medellín.
En el último tercio de este siglo XIII se empieza a construir la catedral antigua llamada Santa María. En ese tiempo era obispo D. Domingo Jiménez  (1.285 a 1.328). Y el primer arquitecto fue  Maestre Remondo que terminó la capilla mayor, la parte meridional y occidental del claustro y la fachada principal hasta la clave de la puerta. Otro arquitecto fue Gil de Cislar. En 1.328 continúan las obras los maestros Diego Díaz, Juan Pérez y Juan Francés.
Se calcula que la construcción de la catedral vieja duró  más de 200 años. Una prueba de ello es el gran número de escudos de obispos que están labrados en sus paredes. La tardanza de la construcción se debió mayoritariamente a la falta de dinero, y a los malos tiempos que corrieron.
Por estos años hubo mucha hambre en toda la región teniendo que vender las monjas de San Marcos  las casas que tenían fuera de la Puerta de Talavera para poder comer las religiosas.
En 1.380 se hicieron grandes reformas en la catedral por el maestro Juan Francés.  En 1.411 se edifico en la catedral la capilla de S. Catalina por orden del obispo D. Vicente Arias de Balboa, para ser  enterrado el en la misma.
La obra de carpintería de la capilla la realizó el maestro moro Adolhasis
Sobre el año 1.416 se hicieron obras de seguridad en la parte meridional de la catedral, estas obras las realizó el maestro Asoyte o Aseite el cual era moro.
Por los años 1.436 al 1.438 se realizan nuevas obras de restauración en las bóvedas del claustro.
El conjunto de la catedral es de estilo transición del románico al gótico.
Debido  a su absorción por la catedral nueva o de la Asunción es muy poco lo que se puede apreciar de su estructura original, pues perdió toda la cabecera  en dichas obras.
El templo consta de tres naves, y su construcción debió pasar por  varias paradas de obras debida seguramente al agotamiento del dinero.

De la obra primitiva se pueden ver  los medios pilares adheridos a sus muros (sin los capiteles que son posteriores). En el siglo  XIV se continúan las obras y se levantan los pilares divisorios de sus naves. La nave central sube un poco más que sus colaterales  siendo su estilo parecido al  anglo-normando, y las naves laterales son simples  ojivas. El conjunto es parecido al de la catedral de Poitiers.
Muy notable de destacar es el conjunto escultórico de la Anunciación de estilo románico, que preside la puerta de entrada a la catedral  (frente al Palacio Episcopal), así como en la parte superior se puede ver un personaje arrodillado ante la Virgen, no se sabe de cierto a quien representa este personaje por lo cual hay dos versiones de el, una dice que es un ángel, y la otra que sería el rey Alfonso VIII. Esta portada  de estilo románico se la conoce con el nombre de “Puerta del Perdón”
En esta misma fachada vemos un rosetón de cuatro metros de diámetro. El primitivo rosetón de destruyó en el año 1.761 y se sustituyó por un ventanal en el año 1.854. En el año 1.984 se restaura la fachada y se realiza otro rosetón (el actual) que según los técnicos en arte no ha sido muy acertada su ejecución. Para cubrir el interior de este rosetón se pensó en una vidriera, pero al final se cerró con unas láminas finas de alabastro.
El día 26 de Marzo de 1.438 se acabó el claustro y se celebró la primera procesión por sus bóvedas. Este claustro se empezó a construir en el siglo XIV, por sus caras  norte y este. Y en el siglo XV se rematan las caras  sur y oeste. De esta tardanza  es culpa de que una parte se diferencie tanto de la otra, fueron maestros de este claustro  Juan Martín y Pedro Ximenez. El estilo del claustro es cisterciense, cuadrangular y diferente cada una de sus caras, así una sección tiene cinco arcos, otras dos tienen tres arcos y la restante tiene cuatro arcos. De 1416 a 1420 se renovó el ala contigua a la catedral. 16 años después se le da más elevación a las bóvedas de las otras tres galerías.
En el centro del claustro se ve una fuente la cual está asentada sobre tres gradas circulares de piedra. Su estilo es gótico, tiene labrado el escudo del cardenal  D. Juan de Carvajal, el cual fue obispo de esta sede. El cuerpo de la fuente es un polígono con pilares haciendo de estribos. El diámetro de la fuente es de unos dos metros, y en su centro se eleva una columna con capitel en el que se apoya una taza octogonal. El total de altura de la fuente es de 1,75 metros aproximadamente.
 El obispo que en esos tiempos gobernaba la diócesis de Plasencia era  D.  Gonzalo de Santa María, el cual tenía a orgullo su ascendencia judía, y se vanagloriaba de ser pariente de la Santísima Virgen. Cuentan que D. Gonzalo cuando rezaba  el Ave María solía decir: “Santa María Madre de Dios  y  familiar mía,  ruega por nosotros  pecadores...”, Utilizaba como sello la flor de lirio que es el símbolo de la Santísima Virgen y de la iglesia.
El padre de este D. Gonzalo era el judío converso D. Pablo de Burgos, que era uno de los más ricos de su ciudad, el cual después de enviudar ingresó en la iglesia llegando a ser obispo de Cartagena y de Burgos. Cuenta la tradición que se convirtió al leer a Santo Tomás de Aquino.
Este D. Pablo fue preceptor del rey Juan II, el cual en agradecimiento entregó a su hijo la diócesis de Plasencia.
A esta catedral vieja corresponden las imágenes de la Virgen de la Blanca, Virgen del Perdón, y la más importante de todas, la Virgen del Sagrario.
En lo alto del muro que une la catedral con el Palacio Episcopal, se puede ver una figura de piedra con un disco en la mano, la gente de Plasencia la suele llamar La Panadera del Obispo; esta figura está compuesta de dos partes, siendo la superior más grande que la inferior (como si no fuesen de la misma figura). Según D. Marceliano Sayans, podría ser la estatua de un guerrero celticolusitano.
En la Puerta del Perdón (frente a la calle Blanca) se puede apreciar en los arcos de su entrada, el estado de construcción en que se encontraba la catedral nueva cuando se suspendieron las obras, pues se puede ver como los canteros dejaron la piedra a medio labrar.
El obispo D. Domingo Jiménez, (1.295 – 1.326), viendo que las obras no se podían acabar por falta de presupuesto decidió en una reunión de Obispos  proponer la concesión de  indulgencias a los fieles que realizaran donativos  para la terminación de las obras, la propuesta fue aprobada y con el dinero que se sacó se pudo terminar la catedral el año  1.330



CATEDRAL DE LA ASUNCIÓN  o  CATEDRAL NUEVA

La conquista de América, Méjico, Perú, etc.… da una época de esplendor a todos los pueblos de España, pues empiezan a llegar los barcos cargados de oro, mucho  del cual a sido conquistado por soldados extremeños.

Una buena parte de este oro llega a la diócesis de Plasencia, la cual hace generosas donaciones a sus parroquias e iglesias.
Viendo este momento de esplendor, el Cabildo Placentino se plantea la posibilidad de construir una nueva cabecera para la catedral o construir una nueva catedral, pues la de Santa María se estaba quedando pequeña y no estaba en consonancia con la grandeza de la diócesis.
No se sabe con certeza cuál fue la primera idea que se aceptó, pues algunos miembros del Cabildo no estaban de acuerdo  con el enorme gasto que se originaría al construir un edificio nuevo.
En el año 1.498 se empieza a construir la catedral nueva, la cual se pone bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Como ya desde su comienzo se veía que sería una obra muy larga y con muchas posibilidades de no poder ser concluida por falta de dinero, se tomó la decisión de empezar por la cabecera de la nueva iglesia, la cual estaría separada de la antigua por bastantes metros. Así mismo se tuvo en cuenta hacer la nueva nave central con el ancho de las tres naves antiguas, de manera que en un momento determinado quedarían unidas aun sin terminarse la nueva obra, cosa que así sucedió.
Es de destacar la gran defensa que siempre ha realizado Plasencia y su diócesis del dogma de la Inmaculada, pues además de dedicarle sus catedrales mando sus mejores embajadores a la tramitación en Roma de este dogma. El cardenal Antonio de Trejo, y los obispos de Plasencia, Fray Francisco Guerra y Crespi de Borja fueron a la Ciudad Eterna para defender la limpieza de la Virgen María.
Desde mediados del siglo XVII era obligatorio para formar parte del Cabildo, jurar defender la Purísima Concepción de la Virgen María. En el año 1.661 se aprobó un acuerdo capitular por el cual “todos los predicadores que predicaren en la Santa Iglesia Catedral, de cualquier religión - orden religiosa - y condición que sean, digan antes de comenzar el sermón: Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento y la pura y limpia Concepción de la Virgen Santísima sin mancha de pecado original”. Y ordena a los Maestros de Ceremonias que se lo adviertan así a todos los predicadores.

Se decide hacer una catedral de estilo gótico tardío, cabecera “ochavada”,  de planta salón de tres naves,  y dos capillas hornacinas. Este tipo de nave salón tuvo mucho éxito  en Castilla a partir del siglo XV, aunque este tipo de construcción es más típico de iglesias que de catedrales.
Únicamente se edificaron las de Zaragoza, Jaén y Plasencia. La planta salón se caracteriza por cerrarse a la misma altura, convirtiendo la nave en una enorme sala, la cual tiene las ventajas de no tener que necesitar arbotantes, y al eliminar el triforio, es más barata su construcción.
Los pilares de sustentación de la bóveda parten de una elaboradísima basa y se elevan hacia arriba sin capiteles, abriéndose en complicadas nervaduras que le da un aspecto de palmeras pétreas de una elegancia inigualable.
El  obispo D. Gutierre Álvarez de Toledo, hijo del primer duque de Alba era el titular de la cátedra placentina  en esta época, y el primer arquitecto de la catedral nueva fue el maestro Enrique Egas, y el cantero que le suplía y ayudaba era el placentino Francisco González. Este cantero  trabajo en la construcción de los dos puentes (De la Isla, y Trujillo) en la capilla mayor de San Esteban, en la de San Vicente, en la capilla mayor de la catedral, en la gran fuente de la Plaza, en la fachada del Ayuntamiento, etc. 
Enrique Egas era también el arquitecto de la catedral de Toledo, de Santiago, de Valladolid, de Guadalajara, de Sevilla, de Zamora, de Salamanca, etc. con lo cual estaba siempre viajando para comprobar el estado de las obras. Así que los ayudantes eran los verdaderos directores.
Después de este maestro Egas, se hizo cargo de las obras el maestro  Juan de Álava. Después de estar suspendidas las obras varios años, en el 1.513 se emprenden de nuevo, y se agrega el maestro Francisco de Colonia  para  llevar  la dirección  de la construcción.

Debido  a los diferentes criterios que tenían los arquitectos el Cabildo se vio en la necesidad de separar a Francisco de Colonia de la dirección de la catedral, y dejar a Juan de Álava que  se hiciera cargo el solo de todo. Esto dio lugar a un odio entre ellos que tuvo su culminación en Salamanca, cuando el Cabildo salmantino pide un informe a Francisco de Colonia sobre el trabajo que estaba realizando  en esa catedral Juan de Álava, y lo da negativo, teniendo que explicarse  ante el Cabildo Juan de Álava, y exponiendo que: “Francisco de Colonia es mi enemigo capital; todo lo que el pudiera dañarme, lo hará, aunque faga uno e dies juramentos, a causa de una obra que en la iglesia mayor de Plasencia tenía e por saber poco le fue quitada e se me dio a mi, e por otras causas”.  Se tuvo que llamar a Enrique Egas y a Juan de Rasines para que dictaminaran sobre la calidad del trabajo. El dictamen fue favorable a Juan de Álava.
A la muerte de Juan de Álava el Cabildo llamó al maestro Alonso de Covarrubias, que solo  estuvo 6 meses en la obra.
Se llamó al maestro Diego de Siloé que estaba en Granada trabajando en su catedral. Después de ver las obras dejó los planos y las ordenes de trabajo y se volvió a marchar a Granada.
Después se llamó a  Rodrigo Gil de Ontañón  el cual se hizo cargo, y como los demás se marchó a vigilar las otras obras que tenía asignadas.
En 1547 se llama al maestro  leonés Juan de Badajoz “El Viejo” y después a Hernán Ruiz, el joven, maestro de la iglesia de Córdoba para resolver unas desavenencias con Rodrigo Gil.
Los verdaderos artífices de la  construcción de la catedral fueron los aparejadores o ayudantes  del maestro, pues estos eran los que estaban en la obra y los que solucionaban los problemas que se presentaban.
De las muchas canteras de donde se sacaba la piedra, en esta época se nombran varias de  ellas como la de "Cinco Hermanos" "La Guijosa" "Los Alamitos"   y “La del Puerto”.
El domingo  25 de septiembre de 1.558 se reunió el Cabildo en el patio del enlosado para discutir donde se harían las honras  fúnebres del Emperador Carlos  V. que había fallecido en Yuste.  Después de debatirlo se acordó que sería en el altar mayor de la catedral nueva.
Aunque no estaba terminado se quitaron los andamios, y demás útiles de construcción, y se adecentó para celebrar los actos mortuorios. Las honras se celebraron el domingo 2 de octubre.
Por estas fechas el maestro de obras era  Rodrigo Gil de Hontañón. Y también se terminó la fachada  N. O.  o de las cadenas.
En el año 1.521,  es nombrado obispo de Plasencia D. Gutierre Vargas, pero fue suplantado por el  cardenal D. Bernardino López de Carvajal, al cual hacía poco tiempo se le había levantado la excomunión que se le impuso en el año 1.511 por el Papa Julio II, por haber presidido el Concilio cismático de Pisa, siendo entonces nominado  como obispo de Plasencia por el bando comunero (los Carvajales). D. Bernardino nunca vino a Plasencia en toda su prelatura, cosa que  favoreció a los clérigos de la diócesis. Este D. Bernardino, había sido  arcediano de Plasencia y después se marchó a Roma donde llegó a ser Cardenal.

D. Bernardino murió en el año 1.523 y vuelve a tomar posesión de la silla episcopal el  obispo Gutierre Vargas. El cual murió en el año 1.559.
Aunque hoy se ven los ventanales de la catedral con cristales transparentes, tuvo sus vidrieras correspondientes, las cuales serían de buena calidad al igual que lo fueron todos los materiales empleados en la construcción del templo.
Las vidrieras fueron realizadas por el maestro Valdivieso en la década de 1.560, y el día 12 de octubre de 1.569 el Cabildo comisiona a Luis de Morales - El Divino – como tasador de las citadas vidrieras.
Don Francisco González, archivero de la catedral, dice que las vidrieras fueron encargadas a Juan de Soto.
La inauguración de la catedral se podría datar en el día 22 de mayo de 1.578, fecha en que se empezaron a celebrar los oficios a diario. Ya se sabe que la obra nunca fue concluida.
Para   festejar esta inauguración se representó un auto sacramental en la puerta  de la catedral. El auto representaba el naufragio de Jonás, para ello se construyó un lago artificial y un barco, el cual naufragaba entre una horrible tormenta, producida con pólvora y ruidos apropiados. Cuentan que tuvo tal realismo que las gentes que lo presenciaban empezaron a gritar horrorizadas por el suceso que estaban viendo.
Lo más curioso de estos autos sacramentales, era que se traía el Santísimo en procesión, se le colocaba en un sitio preferente, y asistía a la representación como un espectador más.
                                     
Pedro Luna Reina - Jose Antonio Pajuelo Jiménez.
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domingo, 13 de julio de 2014

Datos para la Historia: LA REJA DEL CORO DE LA CATEDRAL-

LA REJA DEL CORO.
DATOS PARA LA HISTORIA.

Entre los maestros que trabajaron en ella, podemos destacar al maestro cerrajero que fabricó la reja del coro. Este maestro fue el gallego Juan Bautista Celma, sin duda el mejor de toda España.
La reja del coro es de estilo plateresco, destaca su finura y su belleza. Tiene 16,10 metros de larga por 7 metros de alta.  Está compuesta por 84 barrotes, separados por tramos de 15 piezas
Se firmó el contrato en 1.598. Costó 8.750 ducados, es decir 41.250 reales, y se terminó en el año 1.606. La parte baja de la reja se hizo sobre planos de Francisco de Mena y Jacome Trezzo, para la base de jaspe y bronce donde apoya la reja.  Esta base tiene unos 70 centímetros de alta.
La reja  está dividida en cinco tramos. El remate del coronamiento lo preside la Virgen de la Asunción patrona de la catedral, tiene además ocho medallones en la parte alta de la reja, a los lados están las figuras de David, simbolizado por el arpa, y Salomón con el templo, en el centro hay dos escudos, el de Santa María y el del obispo Acevedo, que costeó gran parte de ella. Aunque el material de esta reja se sacó en gran parte de otra reja que estaba en Toledo y que el obispo D. Gutierre Vargas de Carvajal donó a la catedral. Pero era muy pequeña y aunque se hicieron intentos para ponerla, no valió, por lo cual  se tomo la decisión de fundirla y aprovechar el hierro para hacer la otra.
En el centro de la reja hay una columna donde cierran las dos puertas de acceso al coro; el pedestal se hizo con cuatro semicírculos y cuatro esquinas en cuadrado. En esta columna se puede leer el siguiente texto: “IVAES BAPTISTA – CELMA PICTOR – FACIEBAT. ANNO DOMINI – 1604”

Hasta 1.763 no se doró la reja y su dorado corrió a cargo del obispo Juan Enrique de Lara
Son notables también las rejas de la capilla de La Purísima (1.640), la del Nazareno (1.672), antes conocida como capilla de San Juan, y los dos púlpitos, estos datan de finales del siglo XVI, su constructor fue el cerrajero Francisco Hurtado, y el creador fue un señor llamado Canales. Encima de los púlpitos hay una especie de sombreretes llamados tornavoces, que son de estilo barroco y los realizó Juan Gutiérrez.
Las rejas de la Vía Sacra se colocaron en 1.536 y tienen en su parte central el zócalo de jaspe.
La catedral nueva está reducida a la cabecera y dos tramos y la catedral vieja a los cuatro  tramos de los pies.
Se trata de un bello ejemplar del gótico del siglo XVI en cuanto su interior, siendo sus portadas exteriores e interiores del más refinado plateresco.
Sus proporciones son amplias en planta y alzado. La capilla mayor mide 17,22 metros, y en total la iglesia por el crucero 35,37 metros. El punto más alto de la bóveda principal llega a los 26 metros. El grueso de las piedras de las bóvedas oscila entre 15 y 18 centímetros.
Para hacernos una idea de la amplitud de la capilla mayor diremos que la catedral de Sevilla tiene 13 metros de capilla mayor, y la de Salamanca 16,10 metros.
La construcción pasó por innumerables imprevistos que retrasaron su terminación, en su índole económica y técnica al negarse los arquitectos a revisar las obras o tener el Cabildo dificultades para encontrar maestros de autentica solvencia.
En el año 1.632 el cabildo  contrata al arquitecto  Alonso Sánchez y reanuda las obras por un tiempo.
En 1.755 Es Manuel de Lara y Churriguera el que presenta un proyecto de obras. Pero después de examinarlo Juan Bautista Sacchetti y Ventura Rodríguez, no dan su conformidad y por lo tanto no se realizan las obras.
En 1.756 empieza a trabajar el arquitecto Andrés  García de Quiñones, el cual era natural de Salamanca. Pero  viendo que el coste de su terminación sería de unos 780.000 ducados de vellón tuvieron que volver a parar las obras.
Esta fue la última  vez que se intentó terminar la catedral nueva, se realizaron los cierres provisionales de los vanos que estaban al aire y se dio por concluida.
El resultado es que nos encontramos ante un edificio de varios estilos e inacabado.
En los principios del siglo XX, el obispo Jarrín Moro, mandó desmochar gran parte de la nueva torre de campanas que se había empezado a construir en la parte oeste de la catedral. Adujo para ello que el paso hasta el palacio episcopal quedaba muy angosto y, como no estaba terminada la torre, pues no tenía sentido mantener aquel  muro de piedras sin utilidad.
Las piedras que se retiraron, se emplearon en hacer el muro que hay en la avenida de Calvo Sotelo, en su parte alta está un patio que pertenece al Seminario Mayor, y a su izquierda las escaleras de subir al postigo de Santa María.

Reproducimos el artículo de Jose María Torres Pérez sobre la reja del Coro de la Catedral de Plasencia. Junio de 1980.

Su rigurosa traza arquitectónica muestra un claro predominio de los elementos estructurales sobre elementos decorativos. Se compone el primer cuerpo por finos barrote abalaustrado, dispuestos en cinco tramos marcados por columnillas de diseño parecido y decorados con fantasías de tipo plateresco. El entablamento se organiza mediante un arquitrabe calado, que se decora con roleos, y friso compuesto por barrotes más cortos y también abalaustrados-

El coronamiento se remata con frontones, cartelas, medallones y flameros. El tramo central más elevado muestra imaginería compuesta por ángeles e Inmaculada y, en los extremos, imágenes de los reyes David y Salomón. Bajo el coronamiento central aparecen los escudos catedralicios y del obispo González de Acevedo, que se disponen simétricamente en relación con el pilar central de la puerta.

El 20 de marzo de 1597, don Juan Blázquez, Arcediano de Trujillo, propuso al cabildo sometiesen a votación si procedía o no hacer venir desde Galicia a Juan Bautista Celma, «maestro inteligente que vaciaba el hierro», a quien sugería para que se le encargase la reja que la Catedral necesitaba.

La propuesta del arcediano fue aceptada, no sin la oposición del Racionero Cristóbal Sánchez, quien proponía se completase, limpiase y asentase la que había regalado el obispo don Gutierre de Carvajal.
En efecto, las primeras menciones a la reja que ofreció este obispo hacen relación al año 1551; en este año el cabildo se interesa por el maestro, que hace la reja en Toledo, valor, etc.
La reja que en estos momentos se estaba haciendo no debió agradar y en 1553 el cabildo la ofrece al obispo de Ciudad Rodrigo. Al final la reja se quedó en Plasència; en sesiones celebradas por el cabildo en 1568 y 1570 se decide se instale completando lo que faltase con madera «en un todo semejante a la reja, pintándola de igual color».
Estas decisiones tampoco se llevaron a cabo y todo hace suponer que en 1575 se encarga una nueva reja a los cerrajeros placentinos Cristóbal Canales y Antonio García, que ai tesorero García Casco le parecía «falsa (y) contra las reglas del arte», parecer éste que tal vez lleva a suspender el segundo intento de construcción de la reja.
Hemos de esperar hasta el 1 de julio de 1597 para que se haga llamar a Celma y hasta el 12 de diciembre de 1597 para que se nombre una comisión que haga escritura con Juan Bautista Celma, que se comprometería

Detalle de la reja
En hacerla «conforme a las trazas y condiciones presentadas en el cabildo». Comienza la construcción de la reja definitiva y empiezan a surgir dificultades, modificaciones, vicisitudes de todo tipo.
En abril de 1598 decide el cabildo «que el pedestal de Jaspe y bronce, con óvalos, cuadros y rincones sobre el que se debía asentar la reja del coro,fuese como la traza presentada y firmada por Francisco de Mora y Jacome Trezzo».
En enero de1599 Celma estaba construyendo y colocando la reja.
En la sesión del cabildo del 8 de enero de este mismo año dispusieron que «además de las trazas dadas... se hiciese un pilar en medio de las dos puertas...» Y en la sesión del día 15 se especifica «se hiciese el pedestal de la columna de enmedio... con cuatro semicírculos y cuatro esquinas en cuadrado, conforme a la muestra que trajo el maestro, Juan Francisco Manrique mandó dorarla a sus expensas.
Los escudos responden a un deseo mostrado en la sesión del 8 de febrero de 1600 por el canónigo Provisor del cabildo Licenciado Gordejuela, y al del Arcediano de Medellín, don Cristóbal de la Pila, expuesto en la sesión del 30 de junio de 1604, y aunque en esta sesión se dispuso colocar las armas del obispo Gonzáiez de Acevedo, no se va a conseguir que este deseo salga votado por unanimidad hasta la sesión celebrada el 22 de mayo de 1606.
Refiere el documento lo siguiente;
«En conformidad con todos vnanimes y conformes nemine discrepante... se pongan las armas y escudo de nuestra Señora v de esta santa iglesia en la Rexa del choro al lado del auangelio y los de señoría llustrísima con Pedro Gonçalez de Azebedo.
Ahora las dificultades se agravan: se hace obispo y perlado de este obispado al lado de la notar la escasez de dinero para terminarla y las in- epístola...» Las condiciones se escrituran con Frandecisiones del cabildo, que requerirán el asesora- cisco Hernández Canales, Cristóbal Martín y Mamíento de peritos, tanto de Plasència como de To- nuel Sánchez, cerrajeros de Plasencia, en los siledo, lo que motiva que a partir de agosto de 1599 guientes términos: «An de hazer cuatro escudos, Celma siga las indicaciones de Nicolás de Vergara de armas, los dos de nuestra señora y de esta sanpara asentar la reja e imágenes... y que el frontispi- ta iglesia, con la forma del padrón que va con la ció estuviese dos pies más alto que los reyes colaterales...
En 1601, Celma se ausenta para hacer en Burgos la reja de la catedral.
El cabildo placentino hará todo tipo de gestiones para obligarle a regresar: cartas, pleitos, nuevas fianzas... Y, por fin, Celma se reincorpora en 1604. año en que fecha la
escritura, y otros dos de las armas del señor obispo, conforme otro padrón que asimismo yra con la escriptura.
Del mesmo tamaño vnos que otros, los quales an de ser de chapa de yerro, dos que miren al altar mayor y dos que miren a ias sillas del choro... y áseles de dar por ellos a veinte y ocho ducad- pedestal dei balaustre central y año en que recibe dos por cada escudo...; se an de mancomunar y los pagos más importantes.
El 11 de junio de obligar todos tres juntos a todo lo susodicho, y lo 1605, Nicolás de Vergara manifestó al cabildo el estado de la reja y pedestal, y en julio de 1606 se termina de pagar a Celma de acuerdo con la tasación hecha por Vergara.
La reja quedó sin dorar ni pintar hasta el año 1763. en que el obispo don i los dichos Christoual Martín y Francisco Hernández y por Manuel Sánchez por no saber firmar lo firmó Hernando de Obregón, secretario del cabildo...
Fecho en Plasència a catorze de junio de Mili y sesicientos y seis años»

Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina.