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viernes, 25 de agosto de 2023

PLASENCIA Y JOAQUIN SOROLLA

 

PLASENCIA Y JOAQUIN SOROLLA

 

Hace exactamente 100 años que nos dejó el pintor español Joaquín Sorolla Bastida ( Valencia 27 de febrero de 1863- Cercedilla 10 de agosto de 1923).

Por estas fechas a finales del mes de septiembre de año 2009, tuve la ocasión de visitar la exposición de Sorolla de los cuadros que pintó en las dIferentes regiones  España , del insigne Pintor Levantino, no podía faltar el homenaje de nuestra Ciudad hacía el único de los grandes pintores españoles que llevó a sus lienzos de forma magistral el paisaje placentino. El Mercado

Cuando Sorolla recibió el encargo de la Hispania Society de pintar una serie de cuadros sobre diversas regiones españolas, eligió Plasencia para aquí componer el representativo de nuestra Extremadura.

Para su obra escogió como fondo la perspectiva que, aún día es de un encuadre extraordinario y motivo de admiración para los turistas, quienes para perpetuarla obtienen de ella sendas instantáneas; nos referimos a la panorámica que ofrece Plasencia a su entrada por el Puente de Trujillo con ese telón de fondo tan singular que es nuestra Catedral y el Palacio del Obispo.

Este precioso panorama supo captarlo Sorolla con la maestría que le llevó a las más cimeras cumbres de la Pintura Española.


La composición es un acierto pues los personajes del primer plano "un grupo de montehermoseños, ellas montadas sobre mulas, ellos a pie y ante el grupo una piara de cerdos", es un estudio completo de caracteres de los retratados y de la indumentaria que portaban.

Este cuadro, en cuya ejecución empleó Sorolla casi todo el mes de Octubre de 1917, lo realizó en el jardín de la casa  de don Fernando S. Ocaña, de quien fue huésped durante el tiempo que permaneció en Plasencia.

Tomó Sorolla, como modelos para su obra, auténticos montehermoseños "de la familia de los campanilleros" quienes acudían con su indumentaria a nuestro mercado del Martes.

También, por aquellos días, ejecutó Sorolla un retrato de la modelo llamada  Marcela, que  se conservaba en Plasencia en la colección de don Pedro S. Ocaña Delgado, posiblemente vendido a un coleccionista de obras. El tiempo que permaneció Sorolla en nuestra Ciudad sirvió para sellar una sincera amistad, mantenida a través de una cálida correspondencia  y presentes por parte del Artista en prueba de reconocimiento a las atenciones recibidas de la familia Sánchez Ocaña.

El cuadro que nos ocupa se halla en la actualidad en Nueva York, en el local social de la Hispania Society, y no diremos que sea el mejor de la serie, pues no tenemos capacidad técnica para ello, pero si desde luego es el de mayores dimensiones y el que ocupa  lugar preferente, pues se ha situado en el rellano del piso principal de la escalera de Honor.

Por este solo detalle de haber perpetuado en uno de sus cuadros un trozo de Plasencia, bien merece que le dediquemos estas líneas para unirlas modestamente al coro de las que hoy se levantan en toda España en honor del Pintor de la luz, como se le conoce.

Sorolla solía componer sus cuadros al aire libre, utilizando la luz natural como fuente principal. Se apoyaba en bocetos y estudios preliminares antes ce comenzar la pintura final. Su proceso de trabajo implicaba capturar la espontaneidad y el movimiento en sus obras. Sorolla también se inspiraba en la observación directa de la vida cotidiana y los paisajes, incorporando detalles realistas y colores vivos en sus composiciones. Además, experimentaba con diferentes técnicas de pinceladas y texturas para lograr efectos de luz y atmosfera en sus cuadros.

 Tía Marcela.

Para su obra Joaquín Sorolla  tomó como modelos a los montehermoseños que acudían al martes, entre ellos a una mujer llamada Marcela que venía con su indumentaria al mercado y que posó para la realización de un cuadro que regala a la familia de Pedro Sánchez Ocaña; así sellar su amistad en prueba de agradecimiento a las atenciones recibidas por la familia durante su estancia en Plasencia, pinta  bocetos  con destino a la colección de tipos  trajes regionales españoles, encargados para decorar la Hispanic Society de Nueva York.
El cuadro es un óleo sobre lienzo de 104 por 80 cm, firmado y fechado en el ángulo inferior derecho; (1917 J. Sorolla).




Representa  a la montehermoseña “Tía Marcelina” ataviada con el traje regional y apoyada en la puerta del patio de una casa placentina, la mirada distante y perdida, parece, sin embargo estar clavada en el espectador. Los pliegues del delantal dan un breve movimiento a esta figura por lo demás estática y en actitud de reposo. La técnica impresionista de amplias pinceladas fluidas y sueltas está presente en el fondo, formado por  paredes del patio donde, a base de blancos, grises azulados y beiges, logra dar la sensación de profundidad y esa atmosfera especial típicamente impresionista.
Obra de buena factura que nos presenta a un Sorolla tratando temas distintos de sus típicas marinas en las que juega con el agua, la luz mediterránea y las pieles mojadas de los niños.

Colección de los herederos de D. Pedro Sánchez Ocaña Delgado.

Biografía. Plasencia Patrimonio Documental y Artístico. Instituto Cultural el Brocense- Diputación Provincial de Caceres. Pag. 114. año 1988.



Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina. José Gutiérrez Delgado

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sábado, 12 de agosto de 2023

LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN Y SU RETABLO CHURRIGUERESCO

 

DATOS PARA LA HISTORIA

La catedral nueva de Plasencia está dedicada a la Asunción de la Santísima Virgen María.

En el retablo mayor de esta catedral (1624-1634) está representada la Asunción de María a los Cielos rodeada de los Apóstoles. Esta representación así como todas las figuras de bulto son obra del escultor vallisoletano Gregorio Fernández.


La festividad de la Dormición de la Virgen se celebra el día 15 de agosto, y en otros tiempos fue de una gran solemnidad. La imagen yacente de la Virgen de la Asunción llegó a Plasencia en el año 1.593, siendo obispo de la Diócesis don Juan Ochoa de Salazar, procede de un pueblo de la provincia de Salamanca, es una imagen de estilo renacentista y solo tiene tallada las partes visibles, pues se hizo para ser vestida. El pueblo de Navacarros siempre reclamó esta imagen como suya, alegando que como pertenecía a  la diócesis de Plasencia, puo el obispo de entonces mandar el traslado de la talla a la catedral placentina.

No se conserva ningún documento que acredite la propiedad de la imagen por parte del pueblo salmantino. Con anterioridad a esta imagen hubo otra que, debido a su estado de deterioro, ya en el año 1.591 no procedía sacarla en procesión el día 15 de agosto día de su festividad.

El primer emplazamiento de la nueva imagen fue al lado de la puerta de la sacristía, estando alojada en una urna de muy poco valor artístico. En el sitio que ocupa hoy, estaba la Virgen del Perdón, la cual fue trasladada a la catedral vieja y en su sitio se colocó un cuadro de Santa Inés, que había regalado a la catedral el  arzobispo de Burgos, el cual fue  Magistral de esta catedral de Plasencia.



       

En el año 1700, el obispo don Bartolomé de Ocampo y Mata mandó construir el arca donde podemos contemplarla hoy. Este arca es barroca, de maderas nobles, con incrustaciones de carey, oro y plata en el techo, por dentro está cubierto de plata repujada. Por fuera está adornada con varios angelitos.

En el año de 1.725 por el mes de abril, se empieza a construir el   retablo del altar de la Virgen de la Asunción, fueron sus autores los hermanos Joaquín y José Churriguera y su sobrino Alberto. Su estilo es un estilo propio de los autores que se denominó “churrigueresco”. 

Se tardó en construir el retablo 20 meses y costó 44.000 reales de vellón.

El dorarlo costó 36.110 reales y 32 maravedís, y no se terminó hasta septiembre de 1.741

El citado retablo es muy parecido al que fabricaron estos mismos Churriguera para la ermita de la Virgen de la Montaña de Cáceres, el cual se realizó entre los años 1724-1726, prácticamente en las mismas fechas.

Una vez terminado el retablo se trasladó la urna de la Virgen a su nueva ubicación.  Este retablo tiene la particularidad, igual que el de las Reliquias, que tienen unos paneles que, mediante un mecanismo, tapan la hornacina donde está la urna, quedando tapada. Solamente se descubre la imagen en el novenario de su festividad el 15 de agosto, o en ocasiones especiales.


Todo el retablo está adornado con múltiples angelitos. Y a los lados de este están las tallas de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen.

El retablo original era de dos cuerpos, quedando como está hoy en 1.795, que estando un sacerdote francés que vino huyendo de la revolución francesa celebrando misa, se desprendió de su parte superior y al caer lo mató.

Por cima de la hornacina de la Virgen hay una puerta de una especie de armario donde se guardan reliquias de la Virgen y de diversos santos, entre ellos de santa Florentina, Santiago, san Francisco de Asís, santa Teresa de Jesús, santa Lucía, Santos Inocentes, y muchísimos más.

Esta imagen solo se expone a la contemplación de los fieles en los días de la novena de su festividad, el día 15 de agosto, o si fuese preciso, por suceder alguna calamidad, hacerle rogativas. En tiempos pasados era tal la afluencia de devotos de toda la comarca que, el cabildo tenía que dejar abierta toda la noche la catedral, para acoger a los devotos que no tenían cobijo ni posada donde pasar la noche.

Entre otros vestidos la Virgen cuenta con uno de terciopelo rosa, regalo de la reina Isabel II. La reina doña Isabel II regaló a esta imagen un traje el cual suele tener puesto la Virgen en el día de su festividad.

El boletín eclesiástico de la diócesis del mes de octubre de 1860 recogió este hecho con el siguiente texto:

 

“El día primero del corriente llegó el Regio manto que la acendrada piedad de nuestros Reyes Católicos dedica a María Santísima, en su Sagrada Imagen de la Asunción o del Tránsito, patrona de esta Santa Iglesia Catedral. S.S.I. dispuso se colocase en su Capilla, para que pudiesen ver y admirar los Placentinos, y cuantos de fuera quisieran acercarse al Palacio, la riqueza y primores del Regio regalo.

De acuerdo S.S.I. con el venerable Deán y Cabildo se celebrará solemnemente este suceso, haciendo la entrega a la Corporación el día 10 del corriente, y exponiendo a la veneración pública la Sagrada Imagen con su nuevo manto el día 12, oficiando de Pontifical, y sacándola en procesión por la Ciudad, para que satisfagan su devoción a la Santísima Virgen los habitantes de esta población religiosa, y los de sus cercanías; para dar gracias a Dios por la mediación de su Santísima Madre, por haber conservado la vida de S. M. la Reina Nuestra Señora en el peligro que ha corrido en el mar de las Baleares; para implorar su protección a favor de la causa de Nuestro Santísimo Padre el Papa Pio IX, que es la de la Religión, de la justicia y del derecho; y para que haga cesar  la persecución que sufren nuestros hermanos cristianos en la Siria.”


La novena ha sido reducida a Triduo, por falta de asistencia a la misma de feligreses, por lo que una vez más, vamos perdiendo las tradiciones.

           José Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

 

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