Buscar este blog

sábado, 25 de mayo de 2019

HOSPITALES DE PLASENCIA


HOSPITALES DE PLASENCIA

HOSPITAL DEL SANTI SPIRITUS

En el año 1.260 el ballestero del rey Alfonso X, Don Beytón Pérez, conciencia a la ciudad de la necesidad de un hospital militar para curar a los soldados que venían heridos de las luchas contra los moros. Muy pronto se creó una cofradía con el nombre de Sancti-Spiritus, en la cual se inscribieron los más notable de la ciudad, y es la encargada de atender dicho hospital.
Dicho hospital estaba situado cerca de la Puerta del Sol, junto a la ermita de San Andrés
En 1.283 deja de ser solamente militar y pasa a ser hospital general, atendiendo a todo el que necesitaba de sus servicios. Aunque se le dotó de bienes y tierras, a la muerte del obispo Don Domingo Jiménez empezó su decadencia, y en 1.412 dejó de existir. Este obispo Don Domingo, fue muy caritativo con los pobres, se cuenta que tenía anotado el nombre de cada uno de los pobres de su diócesis y que los daba una limosna diaria. Un día le contaron que había muerto un hombre de inanición en las afueras de Plasencia, y fue tal su pena que hizo penitencia pública y se interdijo durante varios días de su cargo (renunció a ser obispo durante varios días), mientras hacia la penitencia repetía estas palabras: “He pecado, las rentas del prelado son para repartirlas entre los menesterosos, el obispo debe mirar a los pobres como a sus propios hijos”.
Todos los bienes del hospital fueron a parar al Cabildo de la Universidad de Curas. Entre estos bienes estaba la dehesa también llamada de Sancti-Spiritu, cerca de Palazuelo, la cual estaba dividida en 4 cuartos haciendo cada uno de ellos siete yuntas. Los cuartos se llamaban, del Casillero, de la Lana, de la Viga, y del Rey.


HOSPITAL DE SAN MARCOS O DE LOS POBRES
Este hospital de San Marcos fue fundado por Don Juan Alfonso de Almaraz en el año 1.343. Este placentino destacó junto con sus hijos en la conquista de Algeciras.
Entre los benefactores de este hospital cabe destacar a Blasco Gómez, Ferrán Alfonso, Alfonso Durán y María Alfonso. Entre los bienes que contaba para su mantenimiento estaban varias fincas repartidas entre los términos de Plasencia, Trujillo, Belvís y Palazuelo.
 Posiblemente ubicado en este lugar, después habilitado
como silo de la catedral..
En el siglo XIV, el nieto del fundador lo entregó al cabildo ha cambio de una casa contigua a la suya.
Decía Luis de Toro que en su época estaba en mal estado, conociéndosele por el nombre de Hospitalillo de los Pobres. Se componía de una pequeña edificación y unos corrales, en los cuales de veían sobre una de sus tapias dos cruces lo que daba idea de haber sido un cementerio dicho corral.
Este hospital dejó de funcionar con la Desamortización de Mendizábal.

Explicaba Luis de Toro, que estaba situado entre la iglesia de San José, el hospital de la Merced y San Marcos. Estos solares los cambió el Ayuntamiento a D. Pedro Mora por otros terrenos que estaban en el arrabal del Salvador, y que se destinaron a Corral del Concejo, hoy son unas casas que están adosadas a la muralla en la Ronda del Salvador, En las traseras del Colegio La Salle, y que siguen siendo propiedad del Ayuntamiento.


HOSPITAL DE LA CONVALECENCIA.
Este hospital llamado “de la Convalecencia” porque se creo para recoger a los enfermos que salían del Hospital de Santa María, y fortalecerlos un poco para que pudiesen volver a trabajar, estaba en la esquina de la calle del Obispo y la calle Trujillo, junto al de Santa María. Lo fundó en 1.720 el arcediano de Medellín don Juan Gómez del Águila. Este mecenas también pagaba un maestro para que enseñase en el pueblo de Santibáñez. En la portada del antiguo hospital se puede ver el escudo de su fundador, el cual está compuesto de una cruz floronada y debajo un águila y un nogal.
En la actualidad se destina a centro de recogida de personas mayores desvalidas y sin medios económicos de subsistencia, denominándose “Hogar de Nazaret”, bajo la dirección de la Asociación Cáritas.

HOSPITAL DEL ARCEDIANO
Don Miguel de Yanguas, Arcediano de Plasencia y Bejar, mandó en su testamento que se hiciera en su casa un hospital para enfermos y pobres. Esta casa esta en la calle que luego se llamó del Arcediano.
Aunque el fundador quiso que se hiciese el hospital en las casa que el moraba, no se realizaron porque el cabildo, que era el encargado de realizarlo consideró que no era aconsejable la ubicación, y cambiaron estas casas por otras que tenía un racionero de la catedral, las cuales estaban al final de la calle de Talavera, haciendo esquina con la muralla de la ciudad. Y allí se creó el hospital.
Se fundó el hospital por el año 1.400, dejándose bienes para su mantenimiento. Los bienes se componían de casas en varias calles y plazas de la ciudad, así como fincas en los términos de Plasencia, Belvís, Albalat, Jaraiz de la Vera, Segura de Toro, Bejar, etc…


HOSPITAL DE LA MERCED O DE LAS LLAGAS
Este hospital de La Merced estaba situado a la salida de la Puerta de Talavera. Era regentado por la Cofradía de su mismo nombre. Luis de Toro dice que fue fundado entre los años 1.332 y 1.336 por el Chantre D. Juan Simón.
En 1.509 Don Diego de Jerez hizo donaciones a esta institución, por lo cual se ensanchó notablemente. Su puerta principal estaba enfrente de la Puerta de Talavera.
Este hospital tenía la propiedad de una “Casa de Comedias”, la cual sería una especie de teatro cuyos beneficios serían destinados a sufragar los gastos del dicho hospital.
Se extinguió como hospital en el año 1.848, pasando sus bienes al hospital de Santa María.
La iglesia del hospital se construyó por mandato de D. Juan Gómez, el cual se enterró en esta iglesia, al cerrarse esta institución se trasladó su sepulcro al patio del palacio del obispo, y en la actualidad se encuentra en el claustro de la catedral.
Con la Desamortización de Mendizábal finaliza la vida de este hospital y pasa a ser de propiedad municipal.
Después de extinguirse como hospital se le dieron diversos usos, entre ellos fue Cuartel de la Guardia Civil, Cocina Económica, (de caridad), Juzgado, Escuelas Nacionales, Almacenes del Ayuntamiento, y por último su parte baja se ha convertido en un Parking, y la parte alta en diversos usos. Del antiguo edificio hoy solo se puede ver una parte de lo que fue la iglesia del hospital.

HOSPITAL DE LA CRUZ o DE SAN ROQUE
Este hospital de La Cruz fue conocido popularmente por el Hospital de San Roque. Estaba situado enfrente de la Puerta del Sol. Se fundó en el año 1.550 por Doña Beatriz de Trejo, cumpliendo el
testamento de su marido D. Francisco Valencia, el cual la había dejado como usufructuaria de sus bienes a condición que después que muriese dicha Dñª Beatriz los bienes se destinasen para hacer un hospital en Plasencia o en Trujillo. Fueron sus primeros enfermeros los frailes Franciscanos Descalzos, los cuales vivían en el sitio llamado Valdesoriano, a media legua de la ciudad. Como era mucho el tiempo que se llevaban los frailes en ir y venir del convento al hospital y del hospital al convento, se acordó hacer ampliaciones para que se viniesen a vivir a el. La fundadora quedó estipulado que hubiese unas salas aparte para curar solamente a los frailes descalzos, ya que eran pobres igual que los que ellos atendían.
El maestro cantero fue Baltasar Botello, y a la muerte de este siguió Francisco Rodríguez hasta la terminación de las obras.
Después de la guerra de la Independencia, el hospital sirvió de cuartel para el regimiento de la ciudad, ya que el que tenían había sido destruido por los franceses.
Con la Desamortización de Mendizábal, deja de existir este hospital y pasa a ser propiedad de la Diputación Provincial de Cáceres.
En el año 1.837 los revolucionarios destruyeron este convento-hospital, después se aprovecharon sus piedras para arreglos de la muralla de la ciudad. La portada principal de la iglesia se puso en el postigo de San Antón, al lado del alcanzar.
Este edificio tenía el honor de recibir a la Virgen del Puerto cuando bajaba a la ciudad, dándole el recibimiento oficial delante de su puerta.
Hoy queda solamente de este Hospital de la Cruz, una parte de lo que fue la iglesia, ya que lo que fue el hospital ha sufrido grandes cambios y está destinado a usos privados. También se puede ver restos de edificaciones pertenecientes a lo que en su día fue el convento de los franciscanos, las cuales están en lo que hoy es un aparcamiento privado de coches.

HOSPITAL DE DON ÁLVARO DE CARVAJAL
Este hospital nunca se llegó a fundar, a pesar de quedarlo así establecido en su testamento D. Álvaro, hijo del doctor Garci-López de Carvajal, consejero de Juan II.
Para su fundación dejó D. Álvaro, la dehesa de Mironcillo, la mitad de la dehesa de Torre de Paniagua y la heredad del Berrocal. Como ejecutor del testamento dejó a su hermano Gutierre, con la condición que después de fundado el hospital, los bienes que sobrasen se repartieran entre sus hermanos.
Pero como en esos años se estaba haciendo el convento de San Vicente, la duquesa, denunció que no se había hecho el hospital y por lo tanto reclamo los bienes de este para engrosarlos a su convento. A pesar de los juicios y reclamaciones que realizaron los Carvajales, los bienes del hospital fueron para el convento de la duquesa.
El día 16 de octubre de 1.473, una resolución del juez apostólico así lo confirmaba, y D. Gutierre tuvo que entregar todo el legado de su hermano.

HOSPITAL DE CATALINA JIMÉNEZ
Este hospital quiso fundarlo Doña Catalina Jiménez del Barco, viuda de Juan Alfonso Fernández, en las casas que poseía al final de la calle de Sancho Polo. Para ello nombró ejecutores de su testamento al Guardián de San Francisco, al regidor de la ciudad, al bachiller Fernando Ferrera, a Alfonso de Montoya, a Juan de Almaraz y al licenciado Gutierre Álvarez. Las escrituras de este acto se realizaron el día 20 de diciembre de 1.471. Se nombró administrador de los bienes a Juan Correa, el cual había sido criado de doña Catalina.
En 1.472 se empezó la obra, haciéndose la portada de piedra con dovelas almohadilladas y con la entrada en arco de medio punto. Encima de la entrada se ven dos lobos, a los lados de la puerta había dos medallones con figuras en alto relieve, estos medallones ya no están, pues hace unos años se vendieron. Los canteros fueron Lorenzo López y Nuño Xara.
Pero fueron denunciados los bienes del patronato por doña María Jiménez, la cual reclamaba la dehesa de la Helguijuela, como patrimonio de sus hijos.
Al pararse las obras mientras se aclaraban las propiedades, la duquesa doña Leonor volvió a denunciar la no terminación del hospital y ha reclamar sus bienes para el convento de San Vicente, lo cual como ya había pasado en más casos se lo concedieron, con lo cual este hospital no se pudo seguir realizando, quedando solamente la portada como recuerdo de lo que pudo ser el hospital de doña Catalina Jiménez.

HOSPITAL DE SAN LÁZARO.
Este hospital estaría unido a la ermita del mismo nombre, y por lo tanto sería del siglo XIII. Se destinó a la curación de afectados de lepra, enfermedad en esos tiempos incurable y muy contagiosa.
Se piensa que podrían haberlo fundado el Deán Martín Pérez y el Chantre Juan Martínez, aunque no hay nada cierto en ello. Si hay documentos de las donaciones que a través del tiempo distintas personas de la ciudad y sus tierras dejaron a este hospital de lacerados. Su vida se prolongaría hasta el siglo XVI, ya que ha partir de esa fecha no se vuelve a saber nada de él.

HOSPITAL de DOÑA ISABEL DE ZUÑIGA.
Doña Isabel de Zuñiga, viuda de D. Cristóbal de Monroy otorgó testamento el día 26 de enero de 1543, destinando sus bienes a la fundación de un hospital en su casa de la calle del Rey. El testamento decía: “Mando que se haga en mi casa un hospital y que toda mi hacienda e sus rentas, como muebles, que se gaste en él con los pobres”.



Dejó como testamentarios a su primo Pero Hernández Paniagua de Loaisa y al señor Martín Nieto, los cuales serían patronos “per saecula saeculorum”
Estos patronos tuvieron un largo pleito con D. Diego de Bracamonte el cual representaba a su esposa Doña Beatriz de Zuñiga, la cual alegaba tener derechos sobre los bienes de Doña Isabel.
El obispo D. Fray Martín de Córdoba decidió unir los bienes de esta fundación a los del hospital de la Merced, cosa que aprobó Doña Beatríz, la cual fue una gran protectoras de esta obra benéfica .

HOSPITAL DE SANTA MARÍA.
Este hospital se fundó en el año 1.300 por el placentino Don Nuño Pérez de Monroy, el cual fue abad de Santander y fue el maestro cantero Diego Díaz.
El motivo de llamarse de doña Engracia de Monroy, es porque esta señora era prima de don Nuño y propietaria del solar donde se construyó el hospital. Esta mujer vio como morían sus dos hijos en un duelo en el Puente de Nieblas,  debido a unos amoríos que se traían los hermanos.
De la antigua construcción del Hospital,  solo se conserva el arco ojival de entrada a la iglesia. En el año 1.500 se construye la capilla, y en 1.524-1.559 sufre el hospital grandes reformas. Siempre tuvo este hospital grandes mecenas que lo mantuvieron en activo hasta nuestros días.
Se puede decir que es uno de los hospitales que más tiempo ha estado en activo, pues le faltaban muy pocos años para hacer los 700 ininterrumpidos como hospital. Hoy está destinado a varias funciones sociales, como museo, conservatorio de música etc.
Su fachada principal (Plaza de la Catedral), es renacentista, sobre la portada se ve una imagen de la Virgen, sobre ella una cruz floronada de la Orden de Santiago cantonada con cuatro veneras (conchas), por lo cual se le considera un hospital de peregrinos, y a los lados de la hornacina de la Virgen sendos escudos del linaje de los Monroy. El escudo de esta estirpe está cuartelado en cruz, en el primero y cuarto se ve un castillo de oro, y en el segundo y tercero, ondas de veros.

Además de estos escudos se pueden ver muchos más por todas las paredes interiores y exteriores de este gran edificio; de obispos vemos los de Vargas-Carvajal, Ponce de León, Lorenzo Igual y Soria, José Gonzalez Laso de San Pedro, Fray Enrique Enríquez Manrique, Pedro Gonzalez de Acevedo.
Escudos de nobles se pueden ver los de las familias Trejo, Vargas Monroy, Carvajal, Loaysa, Paniagua etc. Tambien se ven los escudos de Plasencia y de la provincia de Cáceres.


En el año 1.802 el obispo Laso compro unas casa que estaban en la calle del Trujillo las cuales eran del Marqués de la Puebla y que habian servido de cuartel al Regimiento Provincial, adosó dichas casas al hospital dandole mucha más capacidad. En la portada de entrada al hospital por la calle de Trujillo se ve el escudo de este obispo Laso y debajo se lee una inscripción que dice así:
“A los enfermos desvalidos el ilustrísimo señor obispo don José González laso Santos de San Pedro erigió este amparo. Año de 1.802”.
Fue posiblemente albergue de peregrinos, suposición que hacemos al observar las conchas y la cruz del primitivo escudo de su puerta principal.
La suposición que se hace, es por la referencia que hace la guía Everest titulada “EL CAMINO DE SANTIAGO”, cuyo autor D. Eusebio Goicochea Arrondo dice que “acogía desde el siglo XIII a los peregrinos por una noche”


Jose Antonio Pajuelo Jiménez.- Pedro Luna Reina.

No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son simplemente distintos. Marañón.

                                                       "CREANDO CULTURA".



lunes, 6 de mayo de 2019

ESCULTURA DESCONOCIDA EN PLASENCIA.



IMAGEN INÉDITA DE NTRA. SRA. CON EL NIÑO EN PLASENCIA

Representar a la Madre de Dios en una época, la medieval, en la que la imagen de la Virgen María presidía templos, ermitas o palacios. Una época en la que la sociedad vivía en torno a la búsqueda de lo divino y la Virgen representaba, al lado de su Hijo, el papel mediador entre Dios y el hombre.
Ya en el siglo II el icono de la Virgen María pasa de las pinceladas de las catacumbas hasta los ábsides y muros de las basílicas y desde finales del siglo V preside con el Pantocrator las iglesias bizantinas principales, habiéndose convertido en preciado tesoro de culto y protección en batallas. Pero será desde finales del siglo XI y hasta el siglo XIV cuando florezca en el Occidente europeo la veneración a la Madre de Dios, en la proliferación de pinturas y esculturas que representen su imagen.
Es imagen de la Virgen con el Niño que fue descubierta en Plasencia hace años  en el trascurso de unas obras realizadas en la Casa madre de las religiosas Josefinas, al lado de la muralla,  es una imagen pétrea que se encuentra cobijada en una hornacina de granito y sobre un pedestal decorado con motivos vegetales tallados en la piedra, aún se aprecian restos de policromía. Las esculturas representativas de la Madre con el Niño estaban talladas frecuentemente en madera por artesanos ambulantes anónimos.  Nos encontramos ante la Theotókos que en el Medievo evoluciona desde los llamados “Tronos de Sabiduría”, donde la Virgen posa su mano izquierda sobre el Niño. Obra en piedra labrada, posiblemente por algún maestro gremial o por algún artesano ambulante que recorría los pueblos. Es de pequeñas dimensiones , sobre una peana, y se halla entronizada sobre un elemental banco constituido por un madero vertical que va torneado por uno de sus laterales. Sus pies son visibles, calza zapatos puntiagudos, y va tocada con velo y lleva una corona elemental. Viste túnica y manto, cuyos pliegues caen de manera arcaizante. El Niño descansa sentado en el regazo de su Madre, cual trono de Salomón, y ello es síntoma de antigüedad notoria, ya que no está desplazado hacia la izquierda como es normal en otras composiciones más naturalistas y propias del gótico, va descalzo, le falta la mano derecha con la que posiblemente presentaba una actitud bendiciendo, el Niño también se toca con corona elemental, a la manera de gorro, viste túnica talar y los cabellos son muy geométricos y están tratados a modo de casquete.  Es una de las  imágenes más antiguas que se conocen en Plasencia, representativas de la Madre con el Hijo, el grupo acusa en gran medida las leyes de la frontalidad, y erotismo y rigidez propias del estilo románico, no sólo por la disposición general, sino también por la estructura del pliegues de las vestiduras que son poco naturalistas. Estamos ante una obra lignaria, fechable en la segunda mitad del siglo XIII. La Virgen placentina está representada como Madre de un Niño Dios, éste está representado claramente como Rey del Universo, habitual iconografía románica.

José Antonio Pajuelo Jiménez 
José Antonio Ramos Rubio

Hay muchos hombres que son como las cañas por fuera parecen sanos y en su interior solo anida el vacío.  San Agustín,

                                                          " CREANDO CULTURA"