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viernes, 24 de septiembre de 2021

LA CAPILLA DE SAN PABLO

    Antigua Sala Capitular, hoy llamada Capilla de San Pablo.

Unida por una puerta y dos ventanas al lado este del claustro se halla unas de las piezas arquitectónicas más notables de la catedral. Se trata de una capilla dedicada a San Pablo, antes utilizada como Sala Capitular y Sacristía.
Esta construcción, aneja al claustro, por donde tiene su entrada, es de planta cuadrada, su fábrica de sillería granítica y forma un cuerpo aparte, entre los varios que constituyen la catedral. Vista por el exterior, sigue la forma cuadrada hasta unos dos tercios de su altura, donde se eleva la cubierta. Muestra en esta parte por cada lado, de los que solamente son visibles el del mediodía y el de levante, una terminación en tímpano o gablete, en el que aparece esculpida una cruz cuyos brazos están adornados con octifolias, y debajo del tímpano se ven dos arcos apuntados, ‘florenzados” y con capiteles lo mismo, en el lado del mediodía, de una ventana gemela hoy tapiada. Corona todo esto una aguda pirámide de diez y seis lados cubierta de escamas de piedra y festones florenzados en las aristas, sirviendo de remate una bola gallonada en forma de melón, por lo que el pueblo conoce a esta cúpula como la Torre del Melón.. Sirven de complemento a esta cubierta sobre los ángulos de la parte cuadrada y entre los dichos frontones cuatro torrecillas cilíndricas adornadas con arquerías baquetonadas coronadas por sendos casquetes cónicos. La fisonomía de este conjunto recuerda el de la conocida Torre del Gallo de a catedral vieja de Salamanca, indicando pertenecen ambas a la misma escuela artística. Una ventana que se ve en el lado del saliente es sin duda una perforación posterior, hecha cuando se tapó la ventana gemela que hay encima.
La portada, que como queda indicado da al claustro, muestra la disposición corriente y típica de las de todas las salas capitulares de los monasterios románicos; fórmenla tres arcos, de los cuales el central es la puerta y los laterales fueron ventanas, hoy cerradas; los tres arcos son apuntados y el central, único en e! que aparecen visibles las robustas archivoltas, conservan en sus aristas labor florenzada. Igual adorno se ve en las ventanas.

En su interior el recinto mide 7,55 metros por 8’25. Su cuatro muros están adornados cada uno con cuatro arcos apuntados de archivoltas florenzadas. A la cubierta piramidal corresponde en el interior una cúpula o bóveda cónica gallonada y nervada, de dieciséis lados sobre un cuerpo octógono de dieciséis ventanas, hoy cegadas, de medio punto sobre columnillas, en las que apoyan también los nervios de la. Cúpula y que están sustentadas por ménsulas, estándolo la linterna por trompas, que reducen el cuadrado de a planta a octógono. Los dichos capiteles y ménsulas llevan ornamentación vegetal. Es lástima que por estar enjalbegada la capilla y desfigurada por el tabicado de ventanas y otros detalles no sea posible contemplar en toda su belleza esta muestra románica de la arquitectura románico—ojival del siglo XIII, en la que se conserva a tradición bizantina de la cúpula gallonada que se conservó en a región salmantino—zamorana del reino de León. Sobre este particular ha escrito e! señor Lamperez, en la monografía que hizo de este monumento. Pertenece al tipo de la cúpula orientales del que las catedrales de Salamanca y Zamora y la colegiata de Toro son ejemplares famoso. El de Plasencia es una imitación directa de ellos: es la prueba de una corriente arquitectónica transmitida desde la cuenca de! Duero a la del Guadiana a través del paso natural del puerto de Béjar, y es mi nuevo argumento en pro de las influencias bizantinas directas que, como hemos señalado en otro lugar, actuaron sobre la arquitectura española en los siglos XI y XII y que se caracterizan por las linternas con cúpulas gallonadas, cuyo empuje se contrarresta por torrecillas cilíndricas exteriores.

Tan sólo añadiremos que el monumento placentino como lo indica bien la mezcla de elementos románico-bizantinos y ojivales es obra hecha sin duda en el siglo XIII. Según noticia, que el señor Benavides comunicó al señor Lampérez, esta capilla tuvo su entrada por un pórtico que debió unirle a la catedral anteriormente a la construcción del claustro. Se dice que el autor de esta obra fue Gil Cuellar autor de otra obra en Trujillo.
Encontramos hoy en su interior, presidiendo la capilla y colocada sobre un pedestal moderno, la imagen de la Virgen del Perdón con el Niño en sus brazos, maravillosa obra del siglo XIII, gótica en piedra de cantería, de una sola pieza y de dos metros de altura, policromada con posterioridad.
Adornan el recinto ocho cuadros de los siglos XVI al XVIII en los que destacan un San Juan de Caravagio, otro de Rizi, dos de San Jerónimo y la Magdalena (de la Escuela Sevillana) y un San Jerónimo anónimo del siglo XVI.
Esta capilla esta siendo sometida a diversas restauraciones para devolverla su esplendor original-

José Antonio Pajuelo Jiménez- Pedro Luna Reina

                                                                             "CREANDO CULTURA"

domingo, 5 de septiembre de 2021

LOS ORGANEROS FABRI EN LA CATEDRAL PLACENTINA.

LOS ORGANEROS FABRI EN LA CATEDRAL DE PLASENCIA.- SIGLO XVII

         Es un tema interesante hablar de los organeros que en el de curso de los siglos pasaron por nuestra Catedral y que no puede omitirse al tratar de los órganos de la misma.
         Nos ocupamos en este artículo de Horacio y Juan Francisco Fabri, organeros de origen napolitano, que se afincaron por esta región durante algún tiempo. Los documentos que hemos visto no señalan la clase de parentesco entre Horacio y Juan Francisco Fabri, pero tenemos sólido fundamento en afirmar que se trata de padre e hijo, como en otras muchas familias de organeros.
Horacio Fabri. Sabemos de él que en 1595 construyó un órgano para el Monasterio de Santa María de Monjas Jerónimas de Trujillo, tristemente desaparecido. De Horacio Fabri tenemos una referencia en los documentos del archivo catedralicio donde aparece como organero y que data de año 1602. “Oracio Fabri, mandaron busca una escritura que dice la parte de Oracio Fabri que entregó al Cabildo en resguardo de la fianza que dio y obligaron que hizo de que el realexo de esta Sancta Iglesia en cinco años no haría vicio, la cual escritura era de ciertos maravedís que de un órgano le deben en el Losar y cometieron el Sr. Racionero Alonso Paniagua en los papeles del Sr. Racionero Cristobal Sánchez que esté en el cielo, lo haga buscar y hallándose le traiga para el primer Cabildo”. Como vemos, bajó en el Realejo de la Catedral, aparte de un órgano que construyó para la parroquia en El Losar (Archivo Catedral, Actas Capitulares, Libro 17, fol, 472, vº, 4 mayo 1602).
Oracio Fabri contrae matrimonio en Plasencia en la parroquia de San Esteban el 17 de abril de 1596. Hemos tenido la suerte de encontrar la partida de matrimonio que transcribimos a continuación: “ En la ciudad de Plasencia, a diecisiete días del mes de abril del año mil quinientos noventa y seis, yo Alonso Jiménez, cura de San Estaban, habiendo precedido las amonestaciones que manda el Santo Concilio, desposé por palabras de presente que hacen verdadero matrimonio, a Oracio Fabri, organista, con María Gutiérrez, viuda, hija de Pablo Merinero y de Isabel López, su mujer. Testigo Cristóbal Godoy y García de Rosa y Gaspar de Sauceda” (Archivo parroquia de San Esteban de Plasencia, libro de Matrimonios, n. 10, fol. 53). Hemos de hacer constar que la palabra “organista” en el siglo XVI y anteriores, designa al organero. ( Vid. Ramón González Amezúa, “Perspectiva para la historia del órgano español” página 25, Madrid, 1970.


         Sobre Juan  Francisco Fabri damos a conocer los siguientes documentos: “ Mandaron consultar si se dará de salario a Juan Francisco Fabri ocho mil maravedises cada año porque aderece lo órganos y realexo de esta Sancta Iglesia y que le corra desde primeros de este mes de mayo y que entre en esto lo que en el realexo y órganos hubiere aderezado. Mandaron dar el salario como está dicho al dicho Juan Francisco Fabri, Maestro de hacer órganos” (Act. Cap. Libr. 18, fol. 368, 10 mayo 1605.)
         Muy del agrado y a plena satisfacción del Cabildo debió de resultar el trabajo de Juan Francisco Fabri, ya que a los pocos días se le nombra organero de la Catedral de un modo estable y se asigna como sueldo 10.000 maravedies al año.” Ordenaron y mandaron que a Juan Francisco Fabri, maestro de hacer órganos, se le den diez mil maravedíes del salario cada año, que corran desde el primero de este presente mes de mayo porque se obligue a tener siempre templados y aderezados lo órganos y realexo de esta Sancta Iglesia, reparando los daños que tuvieren de remiendos o ratonaduras y que si se quebrare o rompiere alguna cosa o algún caño esté obligado a aderezarlos, dando la Iglesia los materiales y dello ha de hacer escritura y por el aderezo que hizo del Realexo no ha de llevar cosa alguna y cometieron al Sr. Lcdo. Benevides, canónigo, haga con él la escritura y para todo ello le dieron comisión bastante.” ( Act. Cap. Libr. Cit. Fol. 373, Vº, 23 mayo 1605.       
 Es de resaltar la confianza del Cabildo en estos asuntos dada al entonces canónigo doctoral, Lcdo. Don Gaspar Martine Benavides. A él le dieron en otras ocasiones comisiones tan importantes como la gestión acerca de Juan Bautista Celma para terminar la verja del coro de la Catedral y que detallamos a continuación. “Cometieron al Sr. Lcdo. Benavides, canónigo, haga todas las diligencias necesarias para que se acabe la reja, así con Bautista  Celma como y con quien más convenga y que en ello gaste lo necesario.” ( Act. Cap. Libr. 17, fol. 539. Vº). Sucedía esto el 19 de octubre de 1602.
        
 Datos recogidos de D.  Ramón Gómez Guillén (+), canónigo prefecto de Música.
 Fotografía. José Gutierrez Delgado

José Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina.


                                                "CREANDO CULTURA"