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viernes, 5 de julio de 2019

LA VIRGEN DEL PAJARITO



VIRGEN CON EL NIÑO EN LA IGLESIA DE SAN MARTÍN DE PLASENCIA.


En la iglesia de San Martín de Plasencia, presidiendo un retablo barroquizante, en la hornacina central se conserva una imagen de la Virgen con el Niño, conocida popularmente como "la Virgen del pajarito". La iglesia de San Martín es obra románica del siglo XIII con restos del edificio primitivo en el muro meridional y en una de las jambas de la portada norte ("Era MCCXXVIII"). Su actual estructura de tres naves proviene de los siglos XIV y XV, mientras que la Capilla Mayor, con nervaduras rectas y curvas, fue diseñada por el aparejador Juan Correa entre los años 1519 y 1523.
La Virgen con el Niño, objeto de nuestro estudio, pertenece al tipo de Virgen sedente con el Niño sobre su  rodilla izquierda, carece de la simplificación convencional que se aprecia en la mayor parte de imágenes de culto de este tipo. El tema ha sido resuelto con un naturalismo y una frescura poco común. La hermosura de la policromía del siglo XVI contribuye a acentuar esta impresión. La Virgen se nos muestra con un rostro delicado, destacamos el magnífico tratamiento del plegado, va vestida con manto y túnica , las vestiduras talladas de manera naturalista. La Virgen María sostiene sobre su mano derecha un ave que entrega  al Niño Jesús, se trata de la paloma que representa la divinidad o el Espíritu Santo. 
Poco símbolos tienen una tradición tan larga y tan rica como la paloma.Uno de los favoritos en el arte y en la iconografía, la paloma representa a menudo un cierto aspecto de lo divino, y su uso ha sido compartido, adaptado y reinterpretado a través de culturas y milenios para adaptarse a cambios en los sistemas de creencias.

Así, por el tiempo de Jesús, la paloma ya era rica en simbolismo y muchas interpretaciones, como una representación de Israel, el sacrificio expiatorio, el sufrimiento, una señal de Dios, la fertilidad y el espíritu de Dios. Todos estos significados y más se incorporaron en el uso cristiano de la iconografía con respecto a la paloma. Palomas aparecen en el Nuevo Testamento en escenas asociadas con el nacimiento, el bautismo de Jesús y justo antes de su muerte. El Evangelio de Lucas dice que María y José se sacrificaron dos palomas en el templo después del nacimiento de Jesús, tal como se prescribe en la Ley mencionada más arriba (Lucas 02:24). Sin embargo, en el Evangelio de Juan, Jesús se dirige con enojo y saca a todos los mercaderes del Templo, incluyendo “a los que vendían palomas” a los fieles allí (Juan 2:16).
Virgen del Pajarito. Fotografía de Fernanda Vaquero
Pero tal vez la imaginería de la paloma más familiar  en el Nuevo Testamento se encuentra en los cuatro Evangelios (aunque en formas diferentes) en el bautismo de Jesús por Juan Bautista en el río Jordán. Después que Jesús salió del agua, el Espíritu Santo que vino del Cielo y descendió sobre el "como paloma" ( Mateo 3:16; Marcos 1:10; Lucas 3:22; Juan 1:32.) La historia del bautismo construida sobre el símbolo persistente de la paloma como espíritu de Dios ( y sus muchos otros significados) y firmemente arraigada como la representación preferida del Espíritu Santo, especialmente en representaciones artísticas posteriores de la Trinidad.
En el arte del Renacimiento, una paloma se convirtió en un elemento estándar en la escena de la Anunciación, que representa al Espíritu Santo a punto de fusionarse con la Virgen María. Las palomas también se mostraron volar en as bocas de los profetas en el arte cristiano como un signo del espiritu de Dios y autoridad divina. Desde la antigüedad se utilizó la paloma para identificar y representar a lo divino.
Los movimientos naturales tanto en el Niño como en la Madre, nos hacen pensar en una cronología de los primeros años del siglo XVI.


José Antonio Pajuelo Jiménez  - José Antonio Ramos Rubio


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