DATOS PARA LA HISTORIA.
Entre
los maestros que trabajaron en ella, podemos destacar al maestro cerrajero que
fabricó la reja del coro. Este maestro fue el gallego Juan Bautista Celma, sin
duda el mejor de toda España.
La
reja del coro es de estilo plateresco, destaca su finura y su belleza. Tiene 16,10 metros de larga
por 7 metros
de alta. Está compuesta por 84 barrotes,
separados por tramos de 15 piezas
Se
firmó el contrato en 1.598. Costó 8.750 ducados, es decir 41.250 reales, y se
terminó en el año 1.606. La parte baja de la reja se hizo sobre planos de
Francisco de Mena y Jacome Trezzo, para la base de jaspe y bronce donde apoya
la reja. Esta base tiene unos 70 centímetros de
alta.
La
reja está dividida en cinco tramos. El
remate del coronamiento lo preside la
Virgen de la
Asunción patrona de la catedral, tiene además ocho medallones
en la parte alta de la reja, a los lados están las figuras de David,
simbolizado por el arpa, y Salomón con el templo, en el centro hay dos escudos,
el de Santa María y el del obispo Acevedo, que costeó gran parte de ella.
Aunque el material de esta reja se sacó en gran parte de otra reja que estaba
en Toledo y que el obispo D. Gutierre Vargas de Carvajal donó a la catedral.
Pero era muy pequeña y aunque se hicieron intentos para ponerla, no valió, por
lo cual se tomo la decisión de fundirla
y aprovechar el hierro para hacer la otra.
En
el centro de la reja hay una columna donde cierran las dos puertas de acceso al
coro; el pedestal se hizo con cuatro semicírculos y cuatro esquinas en
cuadrado. En esta columna se puede leer el siguiente texto: “IVAES BAPTISTA –
CELMA PICTOR – FACIEBAT. ANNO DOMINI – 1604”
Hasta 1.763 no se doró la reja y su dorado corrió a cargo del obispo Juan Enrique de Lara
Son
notables también las rejas de la capilla de La Purísima (1.640), la del
Nazareno (1.672), antes conocida como capilla de San Juan, y los dos púlpitos,
estos datan de finales del siglo XVI, su constructor fue el cerrajero Francisco
Hurtado, y el creador fue un señor llamado Canales. Encima de los púlpitos hay
una especie de sombreretes llamados tornavoces, que son de estilo barroco y los
realizó Juan Gutiérrez.
Las
rejas de la Vía Sacra
se colocaron en 1.536 y tienen en su parte central el zócalo de jaspe.
La
catedral nueva está reducida a la cabecera y dos tramos y la catedral vieja a
los cuatro tramos de los pies.
Se
trata de un bello ejemplar del gótico del siglo XVI en cuanto su interior,
siendo sus portadas exteriores e interiores del más refinado plateresco.
Sus
proporciones son amplias en planta y alzado. La capilla mayor mide 17,22 metros , y en
total la iglesia por el crucero 35,37 metros . El punto más alto de la bóveda
principal llega a los 26
metros . El grueso de las piedras de las bóvedas oscila
entre 15 y 18
centímetros .
Para
hacernos una idea de la amplitud de la capilla mayor diremos que la catedral de
Sevilla tiene 13 metros
de capilla mayor, y la de Salamanca 16,10 metros .
La
construcción pasó por innumerables imprevistos que retrasaron su terminación,
en su índole económica y técnica al negarse los arquitectos a revisar las obras
o tener el Cabildo dificultades para encontrar maestros de autentica solvencia.
En
el año 1.632 el cabildo contrata al
arquitecto Alonso Sánchez y reanuda las
obras por un tiempo.
En
1.755 Es Manuel de Lara y Churriguera el que presenta un proyecto de obras.
Pero después de examinarlo Juan Bautista Sacchetti y Ventura Rodríguez, no dan
su conformidad y por lo tanto no se realizan las obras.
En
1.756 empieza a trabajar el arquitecto Andrés
García de Quiñones, el cual era natural de Salamanca. Pero viendo que el coste de su terminación sería
de unos 780.000 ducados de vellón tuvieron que volver a parar las obras.
Esta
fue la última vez que se intentó
terminar la catedral nueva, se realizaron los cierres provisionales de los
vanos que estaban al aire y se dio por concluida.
El
resultado es que nos encontramos ante un edificio de varios estilos e
inacabado.
En
los principios del siglo XX, el obispo Jarrín Moro, mandó desmochar gran parte
de la nueva torre de campanas que se había empezado a construir en la parte
oeste de la catedral. Adujo para ello que el paso hasta el palacio episcopal
quedaba muy angosto y, como no estaba terminada la torre, pues no tenía sentido
mantener aquel muro de piedras sin
utilidad.
Las
piedras que se retiraron, se emplearon en hacer el muro que hay en la avenida
de Calvo Sotelo, en su parte alta está un patio que pertenece al Seminario
Mayor, y a su izquierda las escaleras de subir al postigo de Santa María.
Reproducimos el artículo de Jose María Torres Pérez sobre la reja del
Coro de la Catedral de Plasencia. Junio de 1980.
Su rigurosa traza arquitectónica muestra un claro predominio de los
elementos estructurales sobre elementos decorativos. Se compone el primer
cuerpo por finos barrote abalaustrado, dispuestos en cinco tramos marcados por
columnillas de diseño parecido y decorados con fantasías de tipo plateresco. El
entablamento se organiza mediante un arquitrabe calado, que se decora con
roleos, y friso compuesto por barrotes más cortos y también abalaustrados-
El coronamiento se remata con
frontones, cartelas, medallones y flameros. El tramo central más elevado
muestra imaginería compuesta por ángeles e Inmaculada y, en los extremos,
imágenes de los reyes David y Salomón. Bajo el coronamiento central aparecen los
escudos catedralicios y del obispo González de Acevedo, que se disponen
simétricamente en relación con el pilar central de la puerta.
El 20 de marzo de 1597, don Juan
Blázquez, Arcediano de Trujillo, propuso al cabildo sometiesen a votación si procedía
o no hacer venir desde Galicia a Juan Bautista Celma, «maestro inteligente que
vaciaba el hierro», a quien sugería para que se le encargase la reja que la
Catedral necesitaba.
La propuesta del arcediano fue
aceptada, no sin la oposición del Racionero Cristóbal Sánchez, quien proponía
se completase, limpiase y asentase la que había regalado el obispo don Gutierre
de Carvajal.
En efecto, las primeras menciones
a la reja que ofreció este obispo hacen relación al año 1551; en este año el
cabildo se interesa por el maestro, que hace la reja en Toledo, valor, etc.
La reja que en estos momentos se
estaba haciendo no debió agradar y en 1553 el cabildo la ofrece al obispo de
Ciudad Rodrigo. Al final la reja se quedó en Plasència; en sesiones celebradas
por el cabildo en 1568 y 1570 se decide se instale completando lo que faltase
con madera «en un todo semejante a la reja, pintándola de igual color».
Estas decisiones tampoco se
llevaron a cabo y todo hace suponer que en 1575 se encarga una nueva reja a los
cerrajeros placentinos Cristóbal Canales y Antonio García, que ai tesorero García
Casco le parecía «falsa (y) contra las reglas del arte», parecer éste que tal
vez lleva a suspender el segundo intento de construcción de la reja.
Hemos de esperar hasta el 1 de
julio de 1597 para que se haga llamar a Celma y hasta el 12 de diciembre de
1597 para que se nombre una comisión que haga escritura con Juan Bautista
Celma, que se comprometería
Detalle de la reja
En hacerla «conforme a las trazas
y condiciones presentadas en el cabildo». Comienza la construcción de la reja
definitiva y empiezan a surgir dificultades, modificaciones, vicisitudes de
todo tipo.
En abril de 1598 decide el
cabildo «que el pedestal de Jaspe y bronce, con óvalos, cuadros y rincones
sobre el que se debía asentar la reja del coro,fuese como la traza presentada y
firmada por Francisco de Mora y Jacome Trezzo».
En enero de1599 Celma estaba
construyendo y colocando la reja.
En la sesión del cabildo del 8 de
enero de este mismo año dispusieron que «además de las trazas dadas... se
hiciese un pilar en medio de las dos puertas...» Y en la sesión del día 15 se
especifica «se hiciese el pedestal de la columna de enmedio... con cuatro
semicírculos y cuatro esquinas en cuadrado, conforme a la muestra que trajo el
maestro, Juan Francisco Manrique mandó dorarla a sus expensas.
Los escudos responden a un deseo
mostrado en la sesión del 8 de febrero de 1600 por el canónigo Provisor del
cabildo Licenciado Gordejuela, y al del Arcediano de Medellín, don Cristóbal de
la Pila, expuesto en la sesión del 30 de junio de 1604, y aunque en esta sesión
se dispuso colocar las armas del obispo Gonzáiez de Acevedo, no se va a
conseguir que este deseo salga votado por unanimidad hasta la sesión celebrada
el 22 de mayo de 1606.
Refiere el documento lo
siguiente;
«En conformidad con todos
vnanimes y conformes nemine discrepante... se pongan las armas y escudo de
nuestra Señora v de esta santa iglesia en la Rexa del choro al lado del
auangelio y los de señoría llustrísima con Pedro Gonçalez de Azebedo.
Ahora las dificultades se
agravan: se hace obispo y perlado de este obispado al lado de la notar la
escasez de dinero para terminarla y las in- epístola...» Las condiciones se
escrituran con Frandecisiones del cabildo, que requerirán el asesora- cisco Hernández
Canales, Cristóbal Martín y Mamíento de peritos, tanto de Plasència como de To-
nuel Sánchez, cerrajeros de Plasencia, en los siledo, lo que motiva que a
partir de agosto de 1599 guientes términos: «An de hazer cuatro escudos, Celma
siga las indicaciones de Nicolás de Vergara de armas, los dos de nuestra señora
y de esta sanpara asentar la reja e imágenes... y que el frontispi- ta iglesia,
con la forma del padrón que va con la ció estuviese dos pies más alto que los
reyes colaterales...
En 1601, Celma se ausenta para
hacer en Burgos la reja de la catedral.
El cabildo placentino hará todo
tipo de gestiones para obligarle a regresar: cartas, pleitos, nuevas fianzas...
Y, por fin, Celma se reincorpora en 1604. año en que fecha la
escritura, y otros dos de las armas del señor obispo, conforme otro padrón que asimismo yra con la escriptura.
escritura, y otros dos de las armas del señor obispo, conforme otro padrón que asimismo yra con la escriptura.
Del mesmo tamaño vnos que otros,
los quales an de ser de chapa de yerro, dos que miren al altar mayor y dos que
miren a ias sillas del choro... y áseles de dar por ellos a veinte y ocho ducad- pedestal dei balaustre central y año en que recibe dos por cada escudo...; se
an de mancomunar y los pagos más importantes.
El 11 de junio de obligar todos
tres juntos a todo lo susodicho, y lo 1605, Nicolás de Vergara manifestó al
cabildo el estado de la reja y pedestal, y en julio de 1606 se termina de pagar
a Celma de acuerdo con la tasación hecha por Vergara.
La reja quedó sin dorar ni pintar
hasta el año 1763. en que el obispo don i los dichos Christoual Martín y
Francisco Hernández y por Manuel Sánchez por no saber firmar lo firmó Hernando
de Obregón, secretario del cabildo...
Fecho en Plasència a catorze de
junio de Mili y sesicientos y seis años»
Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro
Luna Reina.
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