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miércoles, 23 de octubre de 2019

EL ULTRAJADO CRISTO DE LA CALLE BORREGO.




EL ULTRAJADO CRISTO DE LA CALLE BORREGO.

En la confluencia de la calle Borrego con la calle Cartas nos encontramos una pequeña hornacina que alberga el Cristo de los Afligidos o también conocido como del Borrego. Esta talla tiene la mala fortuna de haber sido ultrajada en multitud de ocasiones a lo largo de la historia. Una leyenda con dos variaciones nos habla del origen de este curioso cristo:

Una de las versiones de la leyenda nos cuenta cómo cierto día las personas que pasaban por una calle de Plasencia comenzaron a escuchar unos agónicos lamentos que parecían provenir de alguna persona moribunda, pero por más que se miraban y remiraban no conseguían averiguar de dónde procedían. Una mujer, más curiosa, siguió los rastros de los quejidos hasta descubrir cómo entre la basura y los desperdicios que había en la calle se encontraba la pequeña talla de un cristo y pudo contemplar asombrada como movía los labios, era él el que exhalaba aquellos gemidos.
Otra variante de la leyenda habla de cómo una familia judía que vivía por aquellos años en Plasencia encontró cierto día la talla de un crucificado. La mujer decidió guardarlo en casa y como venganza al acoso al que se veían sometidos los hebreos decidió profanarlo arrojándolo cada sábado agua hirviendo, cuentan que los lamentos del cristo eran desgarradores.

Sea como fuere el primer ultraje y como consecuencia de ello, varios vecinos decidieron levantar, en la actual calle Borrego, una capilla y un arco de lado a lado de la calle, para proteger de la lluvia a los fieles que se acercasen a rezar. Pidieron permiso al ayuntamiento y al dueño de la pared donde tenían pensado levantar el pequeño edificio religioso, pero el dueño de la casa se negó alegando que el arco le quitaría luz a su vivienda. Por lo que se replanteó el proyecto y se propuso realizar una pequeña hornacina y colocarla sobre la pared a lo que nadie se negó. El día 7 de mayo de 1.799 el Ayuntamiento dio permiso para ejecutar la obra.

La hornacina y la imagen son propiedad del pueblo, el crucificado era una pequeña talla del siglo XVI, imagen que siempre fue muy veranada en la ciudad. A ambos lados de la hornacina se colocaron sendos farolillos de aceite que durante años siempre estuvieron encendidos. A este cristo también se le conoce como “de las enagüillas” por la falda que le cubría, y que estaba rematada con unas grandes puntillas.

Una noche de 1.932 el cristo sufrió un nuevo atentado, unos vándalos se dedicaron a apedrear todas las capillas de la ciudad. Algunas hornacinas sufrieron daños, se salvaron las de la Virgen del Socorro, (detrás de la Catedral), Nuestra Señora de la Misericordia, (en la calle Encarnación), Nuestra Señora de la Guía, (en el Puente Nuevo), pero no así el pequeño Cristo de los Afligidos. Los sacrílegos vándalos de una pedrada rompieron la hornacina y derribaron la imagen del Cristo, que milagrosamente no se rompió. Acto seguido cuando se disponían a pisotearlo, un vecino Epifanio Aceña Hernández, salió de su casa y les plantó cara, recogiendo el Cristo y guardándolo en su casa hasta que el día siguiente lo entregó en la iglesia de San Pedro.




Un nuevo incidente ocurrió una noche del mes de junio de 1.999. Una mañana el cristal de la hornacina apareció roto y de la talla no quedaba ni rastro. El ladrón o ladrones debieron ampararse en la soledad de la madrugada para sustraer la imagen.

Finalmente, la asociación cultural placentina “Pedro de Trejo” solicitó una nueva talla al escultor Antonio Borreguero, mientras aparecía la antigua imagen. El caso es que jamás apareció la imagen del crucificado ni se tuvieron noticias de su paradero. Para evitar futuros altercados en la hornacina se colocó un marco de hierro con cristal blindado que protegiese al crucificado.

Fuente: Leyendas placentinas / José Sendin Blázquez


Jose Antonio Pajuelo - Pedro Luna Reina.


                                                          "CREANDO CULTURA".





domingo, 20 de octubre de 2019

D.JULIÁN LORENTE LOZANO


                            BIOGRAFÍA DEL PADRE JULIÁN LORENTE LOZANO.

Nace en La Calzada de Oropesa-Toledo-España, el 26 de Agosto de 1.918 y se bautiza el 15 de Septiembre de 1.918 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de La Calzada de Oropesa, Provincia de Toledo. Hijo de D. Desiderio Lorente y Francisca Lozano.
Su padre tenía en propiedad una Farmacia en La Calzada de Oropesa.
Era un hombre de gran fe, honrado a carta cabal y cumplidor fiel de la palabra dada, que valía más que un documento escrito. Tenía una confianza plena en Dios.
Dña. Francisca era una mujer sencilla, llena de una bondad natural, sensible a todo dolor de los demás, delicada, e incapaz de hacer mal a nadie, siendo generosa y magnánima en sus limosnas con los pobres. Fueron siete hermanos Joaquín, Juana, Félix, Almudena, Julián, Josefa y Manolo.

Realiza sus estudios en la Facultad de Farmacia de Madrid, hasta llegar a obtener el Título de Licenciado en Farmacia.                                                                                                         
14 de febrero 1.945. Ingresa en el Seminario de Ávila a los 26 años de edad.
Es ordenado Sacerdote 9 de septiembre de 1.951. El 12 de septiembre de 1.951,  elige cantar su Primera Misa Capilla de la Milagrosa del Hospital “Gómez Ulla”, de Garabanchel Bajo, en Madrid ya que allí trabajó tres años y medio, como soldado sanitario, después de incorporarse al ejército el 14 de septiembre de 1.941, siendo destinado a la sala de Dermatología, trabajando con enfermos sifilíticos, todos soldados.
Su sueño dorado de ser Misionero en Hispanoamérica se cumple  29 de julio de 1.952 que viaja con destino a Nicaragua y más tarde a Ecuador.
En su vida ha dirigido numerosos Retiros Espirituales y tandas de Ejercicios Espirituales, tanto en Nicaragua, Ecuador, Chile, México, Lima, y España a Religiosas, Religiosos, Sacerdotes, Seglares. Igualmente dando Catequesis y  misiones en Nicaragua y Ecuador, pues en su Psicología de “vocación tardía”, pretendía en cada momento de su vida, recuperar el “tiempo perdido”, llegando muchas veces al agotamiento físico y psíquico  por el acelerado ritmo de trabajo que llevaba, por lo que el médico le recomienda, dejar algunas actividades o “un día caerá en la calle”, le dice.
Su labor social es inmensa tanto en Nicaragua como en Ecuador, viviendo y trabajando para los más pobres y humildes, los “Cristos pobres de la tierra”, funda comedores para niños pobres, escuelas, construye una Iglesias, Dispensarios,  donde actúa él mismo como médico poniendo al servicio de los enfermos los conocimientos que había adquirido en su carrera de Farmacia  y en los tres años y medio pasados en el Hospital “Gómez Ulla” de Garabanchel Bajo de Madrid, cuando estaba cumpliendo con el servicio militar.
Funda una Cooperativa de Vivienda “Virgen del Pedestal”. Loja-Ecuador. Un día predicaba una Tanda de Ejercicios Espirituales a caballeros en el Colegio de los Hermanos de la Salle en Loja y allí, en una de las pláticas les dice con claridad: “Nuestras gentes pobres de Loja viven en una sola habitación, con el consiguiente perjuicio humano y moral.
Si ustedes me ayudan económicamente me comprometo a iniciar una cooperativa de vivienda, para ir dando casa a los socios de esta”. El Señor bendice dicha plática, porque al final de los Ejercicios, uno de los ejercitantes le regala un terreno y otros, dinero para que iniciara la Construcción de las casas. Trabajaba él mismo sacando arena y piedra del río y cortando árboles.

Funda la Emisora “Luz y Vida” Además de la intensa actividad apostólica que realiza, dada su facilidad para trabajar en la Radio, dirigía un programa semanal, titulado “Luz en la Noche”, en la Emisora “Centinela del Sur”, pero empieza a sentir como una voz interior del Señor que le repetía: “Jesucristo necesita una emisora”.
Compra los Equipos y se hace una realidad el tener una emisora católica donde trabaja  como Director de programación, llevando algunos programas diarios o semanales, transmitiendo la Santa Misa desde la Catedral de Loja, etc. etc. actualmente cuenta con modernísimos equipos. Esta emisora ha sido y es una fuente de “Luz” para muchas personas que viven en el error. Y de “Vida” porque lleva la vida sobrenatural a través de sus programas religiosos.

En octubre de 1.966 funda la Cooperativa de Ahorro y Crédito. “P. Julián Lorente”. Loja-Ecuador. Un día recibe una carta de los vendedores del mercado de Abastos de San Sebastián, se le nombraba Director Espiritual. Al siguiente día tuvo una reunión, rodeados de todos los alimentos que allí se vendían. Y él, medio en broma y en serio, les dice: “¿Qué desean al nombrarme director espiritual del Mercado”? “Debo venir todas las mañanas a bendecir los tomates, los plátanos, etc.”? Ellos le dicen: “No, padrecito, nosotros sabemos que usted ama mucho a los pobres y queremos acogernos, protegernos en usted para que ruegue al Señor por nosotros”.

Él les pregunta: ¿Con qué dinero compráis estos alimentos? Y ellos le contestan que lo adquieren de ciertas personas que les cobraban un interés muy elevado. Entonces se da una palmada expresiva en la frente y les dice: “Ahora sé por qué el Señor os ha inspirado el que me nombréis Director Espiritual del mercado.
Voy a hacer con vosotros una Cooperativa de Ahorro y Crédito”. Y es así como surge la Cooperativa que actualmente tiene alrededor de 50.000 socios y cuenta además con varias sucursales y con los servicios de Dispensario Médico, Farmacia. Funeraria.
Funda dos Congregaciones de Religiosas:
3 de mayo de 1.953: Misioneras Esclavas del Inmaculado Corazón de María. Managua (Actualmente llamadas Misioneras Catequistas “Lumen Christi”). A los nueve meses de llegar a Managua el Señor le inspira fundar una Congregación de Religiosas. Contaba con un grupo de señoritas, cuya presidenta se confesaba con él. Las reúne a todas, habla con ellas y quedan conformes con la nueva Congregación, llevando una verdadera vida de comunidad. Escribe los Estatutos, los mismos que son aprobados por el Señor Arzobispo, Monseñor Alejandro González. Les construye un convento en el “Barrio Monseñor Lezcano” para que se dedicasen a dar misiones por los diferentes pueblos y cuidasen de la Iglesia, del comedor, la escuela, Dispensario, etc.
La Congregación crecía en número y calidad, pues se dedicaba a cultivarlas espiritual, y humanamente.
En julio de 1.961, en  una de sus visitas a Managua con el objeto de predicar un mes de Ejercicios Espirituales, se encuentra con la sorpresa  de que el Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Portalupi, les ha cambiado de nombre, llamándose “Lumen Christi; les ha dado nuevas Constituciones  y nuevo hábito Religioso.
Ante esta situación no hizo más que sufrir y quedarse callado, pues a quien llamaban el “fundador” no era nada más y nada menos que el Señor Nuncio Apostólico.
El 13 de septiembre de 1.965 funda la congregación de Misioneras Sociales de la Iglesia.
Cuando era miembro del Movimiento Familiar Cristiano en Quito, Ecuador, junto el resto de los integrantes del Equipo residía en la Casa de las Religiosas del Buen Pastor.
Un día la Madre Provincial, Madre Eucaristía, le comenta brevemente que las Auxiliares del Buen Pastor quedarían anuladas, con motivo de las nuevas orientaciones del Concilio Vaticano II. Él la escucha, pero casi sin darle ninguna importancia.
Al frente de dichas auxiliares del Buen Pastor, estaba Sor Amada Campos, a la cual conocía y de alguna manera ayudaba espiritualmente. 
Como dejaba de ser Miembro del Movimiento “Por un Mundo Mejor”, se despide de las Religiosas del Buen Pastor, diciéndole a la Madre Eucaristía: “Madre, ignoro dónde me quiere el Señor.

Ciertamente en Ecuador no, por eso le dejo mi maleta para que me la envíe donde yo le indique”. Y el día 24 de diciembre sale con destino a Santiago de Chile, con el objeto de predicar Ejercicios Espirituales a Sacerdotes, Religiosas y seglares.


Terminado su trabajo en Santiago de Chile, viaja a Facatativa-Colombia. Se presenta al Señor Obispo, Monseñor Zambrano, el cual lo nombra Delegado Diocesano de Trabajos Sociales. Pero antes de empezar su trabajo en Facatativá-Colombia debe ir a Nicaragua a dirigir varias tandas de Ejercicios Espirituales en Chinandega, en Granada y en Managua. Aquí recibe la visita de la Superiora de las Religiosas fundadas por él, ya llamadas Lumen Christi, pidiéndole perdón y rogándole que se quedara con ellas, al fin muchas de ellas sabían que él era el Fundador.

Decide quedarse y escribe al Obispo de Ávila, Monseñor Santos Moro Briz, que le autoriza quedarse en Managua. Pero como Dios tiene sus “caminos” tan distintos a los nuestros, cuando iba a formalizar su estancia en Managua, siente una clara voz interior que le dice: “No te quedes en Nicaragua”. Con gran sorpresa del Arzobispo, le dice: “Vengo a despedirme de vuestra excelencia, porque Dios no me quiere en Nicaragua”. Toma el avión y se presenta de nuevo en Facatativá-Colombia, alojándose en casa de sus compañeros sacerdotes.
Se presenta al Señor Obispo y cuando éste le iba a presentar al clero como uno más de sus sacerdotes, le coge por la manga de la sotana y le dice: “Por favor, Señor Obispo, no diga nada, pues tengo que hablar con vuestra excelencia”. Entran al  despacho y le dice: “Siento una voz interior que me dice que vuelva al Ecuador, del cual salí convencido que nunca más volvería.

Si es una tontería mía, antes de una semana estoy de regreso, pero si es de Dios no tengo más remedio que obedecerle”.
Toma el avión y se presenta en la ciudad de Quito, más o menos serian los primeros días del mes de marzo de 1.965. Estaba comiendo, cuando la hermana que le servía le dice que Sor Amada quiere hablar con él. Y él le contesta que cuando termine de comer la espera en uno de los locutorios.
Sor Amada le dice: “Padre, dentro de pocos meses quedaran anuladas las Auxiliares del Buen Pastor”. Él con toda naturalidad y sencillez le contesta: “No se preocupe, formaremos una Congregación Religiosa con ellas”. Ella le miró extrañada.
Pero es entonces cuando él empieza a comprender la Voz Interior fuerte, que sintió tanto en Managua como en Facatativa, de que volviese al Ecuador. La misma tarde habla con la Madre Provincial, Madre Eucaristía, a la cual le dice lo mismo que a Sor Amada.

Ella levantó sus ojos al Cielo dando gracias porque sus oraciones habían sido escuchadas. Juntamente con la Madre Provincial y Sor Amada Campos reúnen a todas las que componían las Auxiliares del Buen Pastor, les expone la idea de hacer con ellas una nueva Congregación, contestando en su mayoría que sí.


En el locutorio del Buen Pastor le dice a Sor Amada Campos, pero sin ánimo de que pudiese ser una realidad: “Pero usted debe venirse con nosotros. Pues, ¿qué hago yo con ellas?”. A ella no le pareció mal en principio, y pensó posiblemente que le darían permiso sus superiores para ello. El Obispo de Loja, Monseñor Luis Alfonso Crespo, se compromete a darle una casa para las futuras Misioneras Sociales de la Iglesia, en la misma que se instalan el día 13 de septiembre de 1.965. Escribe las Constituciones, las mismas que son aprobadas por el Señor Obispo Monseñor Luis Alfonso Crespo.
Empieza inmediatamente la formación teológica, escriturística, moral y espiritual de las Misioneras Sociales de la Iglesia, con clases diarias. Se ve claramente la ayuda del Señor en todos los sentidos, a pesar de las dificultades, la Obra se ha ido consolidando y creciendo en calidad y en número”.
Leer más en la Autobiografía: “El peregrino del amor que encontró lo que buscaba”.
Da el remate final a su Autobiografía, escrita en el año 1.988, con estos pensamientos, que demuestran su profunda nostalgia del Cielo.
Así vivía y nada de lo terreno y material le llenaba, pues “Sólo mi Padre Dios me basta para ser feliz”, decía.
Puedo decir con toda verdad: Soy inmensamente feliz, porque la fuente de mi felicidad es Dios y creo amarle como se lo demuestro buscándole con ansia en la soledad, en el silencio y en la oración.

Me voy liberando de mí mismo a medida que me voy metiendo más en Dios, y Él me va invadiendo más y más.
Espero, como las Vírgenes Prudentes, mi partida hacia la Casa del Padre, cuando el Esposo venga por mí.
Trato de vivir cada día como si fuese el último de mi vida. Celebro cada Eucaristía como si fuese la última de mi vida. Descanso cada noche en los brazos de mi Padre y me encomiendo a Él con estas palabras: “Yo no sé, Padre mío, si esta noche me presentaré ante ti, pero Tú sí lo sabes. Si fuese esta noche la última de mi vida, sólo te pido que tengas misericordia de mí, porque soy un pobrecito pecador”. Y así…..
Hasta  que el 9 de mayo de 2.015, a los 96 años de edad, en Plasencia, (Cáceres-España), deja de peregrinar por este valle de dolor y de lágrimas para pasar a la Región de la Vida.

Unos cuántos años atrás escribe y firma su Epitafio:
En 1.985, en un Retiro a Señoras de la Adoración Nocturna, en una Meditación que la titula “Nuestra hermana la muerte”, les dice: …Y finalmente, os voy a decir esto, por si acaso alguna de vosotras esté presente cuando yo muera:
EL GOZO DE MORIR
Cuando te digan que he muerto,
no lo creas, pues la verdad es que he
pasado a la REGIÓN DE LA VIDA.
He terminado mi peregrinación sobre la tierra,
para marchar a la CASA DE MI PADRE.
He dejado de pasar hambre de verdad y de amor,
para pasar al BANQUETE DEL ETERNO AMOR.
He dejado la oscuridad, para pasar a la ETERNA LUZ.
He dejado de guardar los cerdos de mis bajas pasiones,
para pasar a los BRAZOS DEL PADRE.
He dejado, en fin, de ser un posible habitante del Cielo,
para ocupar el sitio que Jesús me ha preparado.
Si te acercas a mí, verás que mis manos están inmóviles;
es porque tengo cogidas las manos de mi Padre Dios.
Verás que mis ojos están cerrados;
es porque los tengo abiertos, mirando sólo el Rostro
infinitamente bello de mi Padre Dios.
Verás que me hablas y no te escucho;
es porque sólo puedo escuchar la Eterna Palabra
que me habla de AMOR.
Verás que mis pies están fijos, parados; es porque
ya han encontrado la verdad y el amor que buscaban,
y ya no tengo que mendigar amor.
Verás que mi corazón se ha parado;
pero, es porque ya ha sintonizado
con el corazón de mi Padre Dios.
En fin, cuando me mires, piensa que estoy absorto,
Estático mirando al que amaba y amaré eternamente,
bebiendo incansable de su fuente inagotable de FELICIDAD.




P. Julián Lorente Lozano

Biografía:
                 CONGREGACIÓN DE RELIGIOSAS MISIONERAS SOCIALES DE LA IGLESIA

                                          José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

         www.lavozdemayorga.blogspot.com                                                                      www.lavozdeplasencia.blogspot.com 

 



miércoles, 9 de octubre de 2019

LA CALLE DE "LA PARDALA".

LA CULTURA HISTÓRICA OLVIDADA.

Siempre me han llamado la atención el nombre de las calles placentinas, entre ellas hay varias que nunca encontré significado, pero la curiosidad me llevo a indagar el origen de sus nombres, Una es la calle de las Morenas, según las indagaciones realizadas las Morenas eran mujeres de procedencia musulmanas, de ahí su nombre; la otra es la calle de la Pardala, que según mi amigo Luis Pérez Calzas, se debe a que en esta calle vivía una mujer  apodada “la Parda”, de tez morena. Pero sinceramente ningún de los dos significados me han convencido nunca.
Hoy me encontré en un periódico nacional “ABC”, en su sección de cultura, un artículo que me abre los ojos al significado de la Pardala. Aunque habrá que indagar en documentos en el archivo municipal, quiero anticipar lo que pienso del significado de esta calle, que como otras todavía son desconocidos. Como podría ser la de Pedro Isidro o la de Sancho Polo.
Fernando Martínez Laínez, ha indagado en los escasos documentos sobre una mujer llamada María Josefa Bosch “la Pardala”, la pesadilla de Napoleón, unas de las muchas heroínas olvidadas de nuestro país. Sin estos personajes, Napoleón podría haber avanzado sin oposición por toda la Península Ibérica, ya que logro convencer a las autoridades españolas de entonces para el paso de sus tropas sin oposición alguna hacia Portugal. Si conocemos a María Malasaña o Agustina de Aragón ahora el turno es de María Josefa Bosh.
Fernando Martínez descubrió que había una torre casi destruida en el Castillo fortaleza de Morella, y que se hablaba de una heroína que apenas dejó documentada su existencia, y es en su pueblo donde se mantiene la leyenda. En realidad, fue una mujer que combatió con la guerrilla y en la clandestinidad por oponerse a los invasores de su país y eso hizo que sufriera martirio y fuera ahorcada vilmente.
Nació en la localidad turolense de Mirambel, de familia de clase media con algunas tierras de labranza. Llevó una vida muy normal y se trasladó con su marido a Morella al casarse cuando tenía 17 años. La familia de su marido estaba vinculada al gremio de los tejedores, con una industria artesanal bastante desarrollada, y la Pardala se integró en este mundo como una trabajadora más en el taller familiar. No tuvieron hijos, pero la invasión napoleónica trastornó su vida.
Poco a poco, la Pardala experimentó la misma transformación que otras muchas mujeres, el sentido patriótico le lleva a participar decididamente en la lucha de guerrillas. Este ardor patriótico se impuso en casi todo el Maestrazgo, el Bajo Aragón y Castellón, aunque la población estaba sobrecogida y desconcertada por la falta de medios. La población apenas tenía defensas, los franceses entraron en Morella exigiendo tributos y saqueando, terminando, instalando una guarnición en el castillo, un emplazamiento de gran valor estratégico, que bien defendido era inexpugnable.
El ejército popular era derrotado en campo abierto, por lo que la guerra popular de guerrillas se extendió a todos los territorios ocupados. Las principales partidas de guerrillas en la zona eran las del fraile franciscano Asensio Nebot y el sargento José Milián. La Pardala, tuvo que participar en esas acciones, y mantuvo un continuo enlace siendo confidente y espía del sargento Milián, pasó información, proporcionó armas y dio refugio en su casa a los españoles perseguidos, Su papel debió de ser importante porque la ahorcaron sin juicio alguno después de tenerla varios meses sometida a humillaciones y a malos tratos.
Hay testimonios documentados por el cronista morellano, Carlos Sagúesa, que la Pardala intervino en un golpe de mano por sorpresa el 31 de diciembre de 1810 que realizaron José Milián y su grupo. El asalto estuvo a punto de recuperar el castillo y se saldó con la captura de cincuenta prisioneros franceses. A partir de entonces, tuvo que salir de Morella y abandonar su casa, pero los méritos quedaron reconocidos por la Junta de Valencia, que la premió con seis reales de vellón diarios y la declaró oficialmente “patriota benemérita.
Seguramente después del asalto, pusieron precio a su cabeza, fue detenida en Morella, no sabemos el motivo que la hizo volver, y se cree que fue delatada por algunos afrancesados de la localidad.
Murió el 17 de agosto de 1811. La colgaron de una horca en el travesaño entre dos conventos uno de franciscanos y otro de monjas agustinas. Esta es la cultura histórica olvidada.
Indagando en documentos antiguos, Fray Alonso Fernández en su libro de Plasencia, ya menciona la calle de la Pardala, lo que carecía de significado que fuera dedicada a la heroína de la guerra de la independencia.

Pero esta calle debe tener otro significado, que todavía desconocemos. Sabemos que, por la Real Cédula dada en Valladolid, el 17 de noviembre de 1554, se hizo merced de por vida a Diego de Ayala de los barriales de tierras de bolarménico, es decir de la tierra mineral arcillosa de color rojo oscuro “arcilla parda” que  se consideró medicinal , y se utilizó en  pintura y en el arte de dorar y canteras de piedra de cristal (actualmente no sabemos a qué se refiere el cronista) y del lugar de la Piñuela ( Miravete), pagando a SS.MM, la décima parte.

Si por aquel entonces, se puede pensar en que esta ciudad vivía en esos años el mejor momento de su historia, donde se desarrollaba una actividad cerámica de cierta sofisticación, según se sabe por testimonios de cronistas de la época, aunque nada evidencia hoy aquella producción.

La procedencia de esta arcilla procedía de la finca de la Pardala. Posiblemente de ahí proceda el significado del nombre de la calle. La arcilla parda manchaba a los trabajadores y aldeanos, que vestían de color oscuro, para simular la suciedad, por lo que. quizás algunos de los aldeanos habitaban en esta calle.

Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina.

El rencor, el odio y la mentira, solo conduce al enfrentamiento.


                                           "CREANDO CULTURA".