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jueves, 19 de marzo de 2020

EL RETABLO DE AZULEJOS DE LA SACRISTIA DE LA IGLESIA DE SAN VICENTE FERRER.


EL RETABLO DE AZULEJOS DE LA SACRISTIA DE LA IGLESIA DE SAN VICENTE FERRER
(SANTO DOMINGO)

El Friso de azulejos de Talaverano, que se conservaba en la sacristía de la iglesia conventual de San Vicente. Corría este friso, según queda dicho, sobre la cajonería en todo el frontal, cuya longitud, o sea la anchura, del recinto, es de 8,21 metros y se prolonga por ambos lados en sendos paños de 1,18 metros, siendo la altura total del friso 1,90 metros y la composición central 4,18 metros de altura por 2,06 de ancho. Forman en total este notable monumento cerámico 1.390 azulejos pintados. 


Constituye la composición decorativa un trazado arquitectónico sobre zócalo ornamental, con columnas corintias pareadas y entablamento de ornamentado friso, formando ocho compartimientos rectangulares en cada uno de los cuales, dentro de una cartela, de igual figura todas, se ve la imagen de un santo; más un compartimiento central mayor, esto es, más ancho y alto, según queda expresado, con doble orden de columnas, formando a modo de templete y con frontón partido en cuyo centro sobresale el escudo de la Orden dominicana entre dos ángeles niños. En tamaño pequeño el mismo escudo y alternadamente el de los fundadores sirven de remate sobre los indicados grupos de columnas. En dicho templete, bajo arco de medio punto se representa la escena del Calvario: Cristo en la cruz, entre la Virgen y San Juan, bella composición de artista español formado en las tradiciones de la pintura flamenca y en el gusto italiano. En el friso en una cartela se lee INRI; y en otra en el zócalo:
                                                              
      En los recuadros más inmediatos se ven representados San Pedro y San Pablo; en los tres restantes de la izquierda y dos de la derecha, santos de la Orden dominicana y en el del costado derecho Santa Catalina. Coronando el retablo, tenemos el de la Orden de Predicadores, el escudo oval, o sea eclesiástico, del donante, es de plata (blanco) con banda de sable (negro), con bordura de sotuers, y corresponde al apellido Zúñiga, el escudo de Leonor de Pimentel Es en conjunto este friso-retablo una hermosa composición de azulejos de Talavera de la Reina, del siglo XVI. Algunos atribuyen la obra al flamenco Juan Flores, que vivió en Plasencia hacia la mitad del siglo XVI.


Permaneció oculto en la antigua sacristía del convento de Santo Domingo, deteriorándose y pasando al olvido de muchos placentinos y de otros que no conocían de su existencia, esta es nuestra aportación al recuerdo y a la exigencia de quien corresponda para que se proceda a su restauración y conservación de esta joya placentina, que heredamos de nuestros antecesores, esto escribía hace diez años en el bloc la voz de Mayorga, El grave deterioro que sufría el retablo en la sacristía de la iglesia de San Vicente (Santo Domingo), donde la humedad y la falta de vigilancia había hecho mella en la valiosa pieza, hasta el punto de que le faltaban un buen número de azulejos, algunos de ellos conservados en el Museo Provincial de Cáceres.
El día 28 de febrero del 2018, el Obispado de Plasencia inauguró en unas de las salas del Museo Catedralicio, este retablo restaurado por la Junta de Extremadura para salvaguardar su integridad.
Fue la empresa madrileña Tecne la que ha sido la encargada de restaurar el retablo, limpiando y acondicionando los azulejos existentes y reponiendo los que faltaban.
Santo Domingo, fue cedido en 1999 a la Junta de Extremadura por parte del Obispado de Plasencia por un periodo de 99 años, aunque el patrimonio mueble de su interior pertenece a la Diócesis.
 Los técnicos de ambas instituciones coincidieron en la necesidad de sacar el retablo del templo y exponerlo en un lugar que reuniera las condiciones adecuadas para conservarlo una vez restaurado. Hoy día se puede visitar en el museo catedralicio.








Fotografía que demuestra el estado en que se encontraba el retablo en la sacristía de la iglesia de Santo Domingo. Ayer y Hoy.
                                    
ANALIZANDO EL RETABLO
En los recuadros más inmediatos se ven representados San Pedro y San Pablo a la derecha y a la izquierda del calvario; en los tres restantes de la izquierda y dos de la derecha, santos de la Orden dominicana y en el del costado derecho Santa Catalina de Alejandría.
             
Santo Domingo de Guzmán                          
Se nos dice en su leyenda que durante el bautismo apareció una estrella en su frente. Domingo fue como un faro guiando las almas hacia Cristo. En la mano izquierda sostiene una iglesia. Esta iglesia representa la Basílica Laterana, la "Madre de la Iglesia" universal
En su mano derecha sostiene una pluma blanca, que representa la castidad y pureza en la fe
San Pedro de Verona.
El 6 de abril de 1252, regresaba de Milán a su convento de Como, donde era Prior. Cerca de la aldea de Barsalina recibe dos golpes de hacha o de una espada en su cabeza, Su martirio es como un eco de la muerte de Cristo, pues es fruto de 40 libras milanesa.
En su mano izquierda sostiene la biblia, que era la fuente de predicación y espiritualidad.
En la mano derecha una palma con tres coronas, atributo de mártir.
                                      
Santo Tomás de Aquino.
Se presenta como baluarte de la ortodoxia, combatiente de la heterodoxia y la herejía, al ser unos de los principales filósofo y tratadista de la fe cristiana, Se le representa triunfando sobre la herejía animal bajo sus pies.
En su mano derecha, la cruz. La Orden de Santo Domingo fue la primera en salir de los monasterios y salir a la ciudad a predicar, religiosos sin dejar de ser monjes.
En su mano izquierda la Lila, señal de pureza, y un libro, que forma parte de sus atributos.
                                              
San Vicente Ferrer.
Se dedicó del todo al ministerio de la predicación itinerante como "legado de parte de Cristo" ya que como el mismo testifica en carta al antipapa Benedicto XIII, había recibido del mismo Cristo este encargo.
Dejó un tratado, sobre la vida espiritual, donde se conjuga la teoría del apostolado y su ardiente de perfección.
Nació en Valencia el 23 de enero de 1350.

Santa Catalina de Ricci.
Durante doce años 1542-1554 revivió en su cuerpo las llagas del crucificado y la pasión del Señor.
Se la representa con los estigmas en manos y pies.  Un crucifijo en su mano derecha signo o atributo de apostolado, así como el libro de Regla.

Santa Catalina de Alejandría.
Como figura aislada se la representa como una joven noble, a menudo con corona y con túnica o manto. Entre sus atributos más representativos se encuentra la rueda, instrumento de su martirio a la que se puede unir la palma, atributo de mártir, la espada con la que fue decapitada.
En la iconografía cristiana, la palma del martirio es un atributo adoptado en las representaciones de los primeros santos de la iglesia y mártires. Esta representación tiene un probable origen oriental, sitio donde se daba una gran importancia a las palmeras vinculadas con los oasis y a la vida. También se pensaba que en el momento en que la palmera daba sus frutos esta moría, de ahí que se significara como un sacrificio.[i]

Para terminar, el Calvario en su parte central, a la derecha San Pedro y a la izquierda San Pablo.

En un principio se le atribuyó a  Juan Flores (a quien dedicarenos el proximo articulo), por el carácter flamenco de los escudos en que aparecen los santos de la Orden. Las cartelas son muy flamencas, impensable en Flores. El esmalte es muy bueno y el dibujo ornamental correcto, pero el efecto en general es de una fría perfección aparente, con una dominancia de azules.



[i] Orden Dominicana. Iconografía de los Santos Dominicos.


Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna reina


                                   

                                                           "CREANDO CULTURA"

ANEDOCTAS DE PLASENCIA Y SU TIERRA

EL PUTO DE PLASENCIA.

Por el siglo XV - XVI había un refrán o dicho en Plasencia que decía así: “Para el puto que más te alumbre”. Esto venía a cuento de que en la procesión del Jueves Santo había personas piadosas que iban alumbrando o dando luz a los penitentes, los cuales muchas veces llevados por su celo de sufrimiento se salían de la procesión y se encaminaban a alguna de las ermitas que estaban en los alrededores de la ciudad. Entonces el penitente pedía a cualquiera de los hermanos de luz que le acompañase en su camino, cosa que nadie se negaba a realizar. Pero parece ser que uno de estos penitentes eligió a alguien en concreto para que le alumbrase y llegado a las afueras de la ciudad se levantó las faldas con clara intención de realizar algún acto sexual con el alumbrador. Este viendo las intenciones del penitente salió corriendo campo a través volviendo a la ciudad con un buen susto en el cuerpo. Y de este hecho se quedó el referido dicho popular.

GEOGRAFÍA PLACENTINA.

En la última década del siglo XIX, Plasencia y todas las Comarcas estaban alborozadas con la próxima llegada del ferrocarril. A tanto llegó la cosa que, un maestro de la ciudad enseñaba a los niños geografía local de esta manera:
"Niño, serás un bobalicón si no aprendes de porfía, esta sencilla lección de Geografía: Al norte está el Berrocal, al saliente San Antón, la Isla se halla al mediodía, y al poniente la estación de nuestras próximas vías."


LA BALLENA DE NAVACONCEJO.

Cuentan en el valle del Jerte que a los naturales de Navaconcejo se les llama “ballenatos”, con “B”, por un suceso que sucedió en el río a su paso por el pueblo. Dicen que hace muchos años, alguien de Cabezuela, tiró al río una albarda vieja, y que al llegar al puente de Navaconcejo, se quedo flotando en los remolino que hacía el agua en dicho puente, hundiéndose y volviendo a salir a flote. Un vecino del pueblo que lo vio, pensó que aquello podía ser una ballena y empezó a dar voces anunciando el suceso. Se juntó gran cantidad de gente y unos decían que sí, que era ballena y otros que no que era albarda, con tal algarabía los caminantes que pasaban por la carretera camino de Plasencia quisieron ver el fenómeno, pero los de Navaconcejo no los dejaron, alegando para ello que la ballena era suya. Al aclararse el misterio de que era lo que flotaba en el río, los de los pueblos cercanos se reían de ellos.

Los de Navaconcejo cuentan que se les llama “Ballenatos” con “V” por ser naturales del Valle del Jerte.

EL CRISTO DEL PERDÓN, y LA VIRGEN DE LOS DOLORES.

Dos desconocidos que dicen venir de Andalucía y estar recomendados por Fray Gaspar, fraile natural de Tornavacas, que está en un convento en Ronda, se presentan al regidor y vicario de Tornavacas y les proponen esculpir una imagen de Cristo, y ponen como condición que les dejen solos en la iglesia dos meses. El pueblo nos los ve ni entrar ni salir. El 14 de Setiembre las puertas de la iglesia estaban abiertas de par en par y hallaron al Cristo. Los artífices habían desaparecido, porque eran ángeles, según pensaron algunos. Pero en una carta dejada los desconocidos explican que han donado ese trabajo, junto con una bolsa de monedas de oro para los pobres, que quieren que se la llame "Cristo del Perdón" a la imagen, y que ellos son bandoleros de Sierra Morena. A partir de ahí cuentan su propia historia: eran escultores en el taller de Diego Alemán, éste era tacaño y violento, y se van robándole, formando una banda después. Cierto día asaltan un santuario de la Virgen y encuentran que era una Virgen de los Dolores y que estaba llorando. En la huida, llegan a un convento de franciscanos de Ronda y Fray Gaspar les conforta y les pide que hagan el encargo que había recibido de su pueblo. Leída la carta, el Concejo decidió nombrar al Cristo patrón de Tornavacas y pedir el perdón al rey Felipe II por los dos imagineros. Éstos habían sido capturados y condenados a muerte, y la comisión llegó a tiempo para obtener el indulto real. Dichos imagineros murieron como clérigos en la Cartuja de Burgos, y legaron varias imágenes, entre ellas, se dice, la Virgen de los Dolores.


AHIGAL ¿POR QUÉ PALETOS?.

En la comarca del Ambróz, el Paleto es el Ahigaleño. Hay una leyenda que aclarará esto. Ahigal formaba, con otros dieciocho pueblos y ocho concejos la comunidad de la Villa de Granadilla, regida por el duque Álvarez de Toledo (Gran Duque de Alba). Los recaudadores de tributos visitaban los pequeños pueblos reclamando impuestos. Esto llegó a hartar a los moradores, y se enfrentaron a los recaudadores negándose a pagar impuestos. El Señor de la Villa envía fuerzas suficientes para amedrentar a los agricultores firmes en su postura, que se negaron a pagar una vez más.

Ante tal actitud queman algunas viviendas y parte de las cosechas. El Duque les delimitó el término dejándoles el peor y más frío terreno de pastos y siembra. A partir de este momento, los tributos debían ser pagados puntualmente en Granadilla y el pago era en "paletadas" de trigo. Esta medida podía ser mayor o menor a capricho del recaudador, pues esta pala utilizada para medir el cereal podía oscilar, por lo que tenían que llevar caballerías cargadas para que sobrase.

Ante las burlas de que eran objeto en Granadilla estos labradores ahigaleños, optaron por mandar a sus esposas, hijas, etc. Puntualmente se formaban caravanas en los días de pago indicados, cargadas de cereales. A su llegada a Granadilla, los vecinos de la Villa comentaban: "ya están aquí las de las "paletás". De "paletás" paletas, y de paletas, paletos. 
El apodo real de este pueblo es paletos, ya que hubo una revolución contra los Duques de Alba a la que se unió el pueblo y como otros tantos perdieron, por lo que se les condenó a pagar 100 palas de trigo al año a los Duques y es por ello por lo que hoy día se los conoce como paletos. El gentilicio de las personas oriundas de este pueblo es ahigaleños pero en ningún caso ahigalens

EL BANDIDO CABRERÍN.

Según cuenta la leyenda, don Julián Siva, el hombre más rico de Extremadura, fue secuestrado por los bandidos y llevado al Puerto de la Serrana con exigencias de dinero y amenazas de muerte. Al tener noticias de ello Cabrerín fue allí, le salvó la vida y le puso en libertad. Se presentó a don Julián diciéndole: "yo soy Cabrerín, el jefe de los bandidos de la sierra y usted es el dueño de muchas tierras de la comarca y de los ganados que pastan en ellas; ambos podemos vivir aquí, pero nos interesa ponernos de acuerdo porque los dos nos podemos ayudar y servir mutuamente respetando ciertas condiciones. Si usted se compromete a darme en dinero o en comida lo que yo necesite para mantener a mis hombres en la sierra, yo le prometo que sus ganados y tierras serán respetadas por nosotros y en nosotros encontrará usted el mejor guarda para su hacienda".

Don Julián que no esperaba tal ofrecimiento quedó contento y conforme con el acuerdo, rubricándole los dos con un apretón de manos. De aquí nació la sincera amistad que mantuvieron como dos buenos amigos durante su vida. Los bandidos con el jefe al frente, fueron a tierras andaluzas a realizar alguna de sus hazañas; pero tuvieron mala suerte porque fueron sorprendidos y apresados por la justicia. El Cabrerín fue enviado al penal de Ceuta a cumplir su condena. Cuando Juan Morales González, alias "El Cabrerín", salió de la cárcel con 79 años y volvió a su pueblo natal, Serradilla (Cáceres), se encontró sólo, ya que sus compañeros estaban dispersos, y la gente del pueblo no confiaba en él. Necesitaba un amigo de verdad que fuera sincera que supiera escuchar y aconsejar a la vez: no tenía otro mejor que don Julián Silva por la confianza y la antigua amistad que les unía. Fue a verle al palacio que tenía en la dehesa del "Haza de la Concepción" a orillas del río Tiétar. Cabrerín rogó a don Julián que estuviera presente en la confesión de sus aventuras el guarda de la finca por lo bien que se había portado con ellos.

Les contó con detalles cómo fueron sorprendidos por la Justicia y sus aventuras en el penal, la desilusión que se llevó al no encontrar los tesoros escondidos y el cansancio que acusaba por su ya avanzada edad...

Don Julián, que estaba agradecido por los servicios que Cabrerín y sus compañeros le habían prestado en la vigilancia y protección de su agencia, le abrió las puertas de su casa. Y para que no le faltara nada le ingresó en el asilo de los ancianos de Plasencia. En este centro benéfico pasó el resto de su vida Cabrerín, el bandido generoso más valiente y honrado que ha tenido Extremadura. Murió en el Asilo el día 9 de Abril de 1902 a los 89 años de edad.

CLAVES-COMENTARIO: Historia recopilada por FERNÁNDEZ GARCÍA, Bautista. En la revista Aires Chinatos, nº 26.

   Jose Antonio Pajuelo Jiménez- Pedro Luna Reina.

                                                        "SEMBRANDO CULTURA"





jueves, 5 de marzo de 2020

RETABLO CERÁMICO DE LA ERMITA DE SAN LÁZARO.

Hoy comentaremos algunas de las joyas artísticas que se encuentran en nuestra ciudad, hablamos del retablo cerámico de San Lázaro, del que se muestran fotos del siglo XIX, XX y XXI. en las diferentes ubicaciones, como en la ermita de San Lázaro, y en el museo catedralicio.





Retablo de San Lazaro en la ermita: Fotografias del archico de Jose Antonio Pajuelo Jimenez
Hallase fuera del cerco de la antigua ciudad la ermita de San Lazaro y es una humilde construcción del siglo XVI, reformada. Consta de tres naves, de a tres tramos, con pilastras y bóvedas por arista. 

La importancia de esta ermita no está en el edificio sino en lo que contiene, que vamos a describir.
Pinturas en tabla, aprovechadas en el moderno retablo de la ermita de San Lázaro y muy estropeadas. Aun así se reconoce su mérito. Deben datar del siglo XVI y debieron componer un retablo importante. Representan los conocidos pasajes bíblicos de Herodías y del rico Epulón, la resurrección de Lázaro, el lavatorio antes de la Cena, y la Virgen con el Señor difunto en los brazos. Son pinturas arcaicas de buena mano y de las que hemos hablado en el anterior articulo.

Virgen con el Niño, escultura en piedra, policromada. Siglo xv. Se hallaba en el retablo que vamos a describir, hoy se encuentra en la Iglesia de San Nicolas, en la capilla de Hernando de Loaisa,

Retablo de San Crispín y San Crispiniano.—Es un retablo de azulejos de Talavera de la Reina. Se hallaba al fondo de la nave de la Epístola en la ermita de San Lázaro. Obra fechada y de las más antiguas de dicha fábrica, es ejemplar notabilísimo en su género. La composición de azulejos pintados, en número de 401, comprende frontal del altar de 2,07 metros de largo y 0,91 de alto, con 138 azulejos y retablo de 2,79 metros de alto y 2,10 de ancho, con 263 azulejos. EL retablo consta de zócalo, dos cuerpos de a tres compartimientos separados y bordeados por columnas corintias y coronamiento en forma de frontón en el que hay otro recuadro y dos columnas. Sobre el triángulo de remate que hay encima se ve el escudo franciscano con las cinco llagas. Unos jarroncillos sirven de acroteras en esta parte superior del frontón y en sus arranques inferiores. En el dicho compartimiento alto se representa de medio cuerpo sobre rayos. A los lados se ven querubines. En el cuerpo siguiente se representa en el centro a la Virgen con el Niño sentada y a los lados el martirio de San Bartolomé y San Francisco de Asís. En el cuerpo bajo aparecen representados en el medio San Crispín y San Crispiniano sufriendo su martirio en una caldera puesta al fuego y en los compartimientos laterales San Acacio crucificado y San Gil.
En los tres recuadros del zócalo se representan en figuras pequeñas los Misterios de la Encarnación, la Natividad y la Epifanía. El frontal, que imita labor de bordado con bella ornamentación del Renacimiento, con su caída y fleco y sus guarniciones, muestra en un cuadro central rectangular una composición por demás curiosa, pues representa a los patronos de los zapateros, los dichos Santos Crispín y Crispiniano en su tienda de zapatearía, tras del mostrador, y ante ellos dos clientes, uno de rodillas, viéndose en anaquelerías numerosos calzados, más otros colgados.

Fotografia de Jose Gutierrez Delgado.
Por bajo del zócalo del retablo, en una faja de azulejos se lee en letras capitales la siguiente curiosa inscripción:
  ESTE RETABLº HICIER°N DE LIMOSNA LOS TRATATES DE LA ÇAPATERIA AN 1599
Por deterioro del último azulejo no se apreciaba bien la última cifra, la cual ha sido diversamente interpretada. Pero limpiado a instancia nuestra del yeso que lo tapaba dicho azulejo, resulta ser la lectura cierta 1599. A este retablo y al anteriormente descrito de Santo Domingo dedicaron un articulo publicado en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (1. XXVIII 1919, p. 56), donde citan otros trabajos y hacen notar que el retablo de Santo Domingo es una obra de arte sabio y el retablo de San Crispín y San Crispiniano es por el contrario de arte popular. A este retablo dieron allí la fecha de 1590.
Actualmente este retablo se encuentra en unas de las salas del Museo Catedralicio, al igual que el retablo cerámico de la sacristía de San Vicente, o el friso de azulejo de la ermita de San Polo.



José Antonio Pajuelo Jiménez.- Pedro Luna Reina.

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                                                           "CREANDO CULTURA".