Buscar este blog

viernes, 13 de junio de 2008

PLASENCIA Y JOAQUIN SOROLLA




Por estas fechas, cuando en toda España se conmemoran los ciento cincuenta años del nacimiento del insigne Pintor Levantino, no podía faltar el homenaje de nuestra Ciudad hacía el único de los grandes pintores españoles que llevó a sus lienzos de forma magistral el paisaje placentino.
Cuando Sorolla recibió el encargo de la Hispania Society de pintar una serie de cuadros sobre diversas regiones españolas, eligió Plasencia para aquí componer el representativo de nuestra Extremadura.
Para su obra escogió como fondo la perspectiva que, aún día es de un encuadre extraordinario y motivo de admiración para los turistas, quienes para perpetuarla obtienen de ella sendas instantaneas; nos referimos a la panorámica que ofrece Plasencia a su entrada por el Puente de Trujillo con ese telón de fondo tan singular que es nuestra Catedral y el Palacio del Obispo.
Este precioso panorama supo captarlo Sorolla con la maestría que le llevó a las más cimeras cumbres de la Pintura Española.
La composición es un acierto pues los personajes del primer plano –un grupo de montehermoseños, ellas montadas sobre mulas, ellos a pie y ante el grupo una piara de cerdos- es un estudio completo de caracteres de los retratados y de la indumentaria que portaban.
Este cuadro, en cuya ejecución empleó Sorolla casi todo el mes de Octubre de 1917, lo realizó en el jardín de la casa de don Fernando S. Ocaña, de quien fue huésped durante el tiempo que permaneció en Plasencia.
Tomó Sorolla, como modelos para su obra, auténticos montehermoseños –de la familia de los campanilleros- quienes acudían con su indumentaria a nuestro mercado del Martes.
También, por aquellos días, ejecutó Sorolla un retrato de la modelo llamada Marcela, que hoy creemos aún se conserva en Plasencia en la colección de don Pedro S. Ocaña Delgado. El tiempo que permaneció Sorolla en nuestra Ciudad sirvió para sellar una sincera amistad, mantenida a través de una cálida correspondencia y por parte del Artista en prueba de reconocimiento a las atenciones recibidas de la familia Sánchez Ocaña.
El cuadro que nos ocupa se halla en la actualidad en Nueva York, en el local social de la Hispania Society, y no diremos que sea el mejor de la serie, pues no tenemos capacidad técnica para ello, pero si desde luego es el de mayores dimensiones y el que ocupa lugar preferente pues se ha situado en el rellano del piso principal de la escalera de Honor.
Por este solo detalle de haber perpetuado en uno de sus cuadros un trozo de Plasencia, bien merece que le dediquemos estas líneas para unirlas modestamente al coro de las que hoy se levantan en toda España en honor del Pintor de la luz, como se le conoce.

José Antonio Pajuelo Jiménez-Pedro Luna Reina


No hay comentarios: