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viernes, 8 de abril de 2011

D. GASPAR GIL TORNERO

ILUSTRE PLACENTINO


Fue un placentino ignorado en todos los campos de la historia. Dejo un importante recuerdo que sigue tan ignorado como su autor.
Nació en la bella ciudad del Jerte, el seis de enero de 1878, se cumplió su centenario, y nadie se enteró ni lo recordó. Es por lo que nos debemos en la obligación como miembros de la Asociación Cultural Placentina, recordar la memoria de este placentino que como muchos otros han sido ignorados, olvidados y  debemos de tener presente como parte de la historia de la ciudad de Plasencia.
En el año 1889 ingreso en el Seminario, como alumno externo. Concluyó su carrera eclesiástica con 5º de Teología en Junio de 1900 con las calificaciones de sobresaliente en “Hermenéutica e Instituciones canónicas”, y bien en “Psicología y Oratoria”.
Tuvo un carácter vivo, alegre y simpático. Era jovial con todos sus compañeros. En su presencia reinaba la amenidad y el gozo.
Como sacerdote siempre manifestó un espíritu rebosante de celo apostólico con ansias de conquistar almas para Cristo. No en vano corría por sus venas sangre extremeña.
Desempeñó entre otros, los cargos de Coadjutor de la Cumbre en 1901, y de Monroy en 1904, según aparece en el Boletín del Obispado al relacionar los sacerdotes que practicaron ejercicios espirituales en los citados años.

Y en el concurso de Parroquias, celebrado por D. Francisco Jarrín y Moro, año 1909, fue nombrado Párroco de la de Santiago de Valverde del Campo, mediante Real Orden del Ministro de Gracia y Justicia, fechada el 11 de Junio de 1909, inserta en el boletín oficial del Obispado, pagina 393.
Siendo Párroco de Valverde, cultivó el deporte de la caza de la perdiz con reclamo. Cuando se alejaba del poblado, uno de los monagos iba a buscarle a caballo previa citación del sitio convenido.
Uno de aquellos servidores fue D. Marcos Mesonero Nieto, que animado por su Párroco ingresó en el Seminario, llegando a ser Canónigo i Dignidad de la Catedral de Plasencia.
Sin duda maestro en la fe, y en la vocación, contagió a D. Marcos con la afición del arte cinegético del que el discípulo resulto ser aventajado deportista.
Después de varios años de experiencia sacerdotal en varios pueblos de su diócesis, cuando juzgó que había satisfecho con su ministerio los beneficios recibidos, marchó a Perú para realizar aquellos deseos misioneros vivamente mantenidos y manifestados durante más de tres lustros.
No sabemos exactamente la fecha de su partida, pero si antes de 1918, porque en junio ya no está en Valverde, y la Parroquia está atendida por un Ecónomo, D Salomé González, lo que implica la renuncia previa de D. Gaspar Gil Tornero.
Tampoco hemos podido conseguir noticia alguna de su ministerio apostólico en aquellas tierras peruanas, ni si quiera la fecha de su fallecimiento que indudablemente ocurrió en el Nuevo Continente.
D. Gaspar Gil Tornero escribió un episcopologio de los prelados que gobernaron la sede placentina y en el año 1915, desde Valverde de Béjar, se lo dedico al recién llegado Dr. Ángel Regueras López.
Este interesante trabajo de investigación lo fue publicando en un semanario, pero de momento no sabemos que con sus capítulos se formase libro alguno, al menos de momento nadie nos ha mostrado un ejemplar.
Este sacerdote placentino, que investigó sobre la vida y la obra de cada uno de los obispos de Plasencia, bien merece un recuerdo en los anales de la ínclita ciudad de Alfonso VIII, y que su nombre se inscriba entre los historiadores eclesiásticos del obispado.
Y además que sea contado entre los muchos y valerosos misioneros que tuvieron la audacia de sentirse impacientes sembradores del evangelio entre nuestros hermanos del otro lado del Atlántico en las tierras que descubrió Pizarro.
(Continuará.: En estudio abierto, su vida en Perú ).

Jose Antonio Pajuelo Jimenez.
           


5 comentarios:

Anónimo dijo...

El Dr. Gaspar Gil Tornero nació el 6 de enero de 1878.

Anónimo dijo...

El D. Gaspar Gil Tornero mario en Chiclayo, Peru, en 1958.

Anónimo dijo...

El Dr. Gaspar Gil Tornero falleció en marzo de 1957, en la ciudad de Chiclayo, en el norte de Perú, sin haber podido volver a ver su amada Plasencia donde nació. El comentario anterior, sobre el fallecimiento de mi abuelo, está lleno de errores y datos falsos, se ruega al que desee aquí aportar algo, que lo haga si tiene datos exactos y corrigiendo el texto antes de enviarlo y así respetar la memoria de este insigne placentino. Gracias

Anónimo dijo...

Se continuarà con la investigación de la vida de este ilustre placentinoo en Perú? han pasado siete años y veo que no han hecho?...

Anónimo dijo...

Es interesante la historia de este ilustre sacerdote,me gustaría saber sobre su vida en Perú.