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viernes, 22 de marzo de 2013

PLASENCIA, FERIA TAURINA DEL AÑO 1898.


Efemérides Placentinas.
Para la Feria del año 1898 se había confeccionado el cartel taurino de la forma siguiente; el primer día Rafael Guerra (Guerrita). El As del toreo en aquella época,  y Antonio de Dios Moreno (Conejito), intimo y protegido del Goloso; para el segundo día estaban anunciadas las Cuadrillas de niñas toreras, capitaneadas por Dolores Prentel y Angelita Armegol, la animación era extraordinaria.
 Desde días antes, el Club Guerrita presidido por el buen aficionado don Julián Simón , maestro nacional, hombre simpático, elegante, buen polemista en todos los asuntos taurinos, y gran partidario de su torero Guerrita. El club estaba situado en la calle de san Idelfonso nº 1, en la que no faltaban además de una fotografía del Diestro, varios fotograbados de revistas graficas taurinas con diversos motivos, anuncios en seda, cabezas de toro, y moños hechos y regalados por las señoritas de entonces.
Bullía diariamente el Club con el entrar y salir de los socios trayendo y llevando noticias, unas veraces y otras de fantasía; para todos los gustos. Allí el jacarandoso diestro de la Ciudad, Antonio Carvajal, peinado a lo torero, con sus persianas y un tupe hombruno de ala ancha, traje corto, y ceñido cadena y dije de oro, formaba pareja con Leoncio González (Blanquillo) honrado artesano, albañil, buena figura y valiente; el taciturno Antonio Norberan, buen banderillero y mejor persona; Juanito Soroña y Silva y Ángel Delgado Gregorio,  picadores en las novilladas caseras que se celebraban frecuentemente; el diminuto Fernando Verea, simpático, dinámico, gran aficionado a la guitarra que tocaba con gusto exquisito y tantos otros… que en su recuerdo detallado en esta líneas perdure en el ánimo de los aficionados y en la historia taurina de la Ciudad.

Desde dicho Club, enfilando la calle Pedro Isidro arriba, en oleadas continuas, los socios recolaban en “La Taurina” establecimiento de bebidas y de conversación situado debajo de los portales, donde se hacían los más graciosos comentarios con motivo de una u otra cosa sucedida; la cuestión era pasar el rato.
Como todo llega, llego por fin el día de la Fiesta, pues dos o tres días antes el tiempo comenzó a ponerse turbio  y se sucedieron los chubascos terminando con claros de sol. D. Antonio Lubián, cordobés muy afable y  simpático, empresario o representante de la empresa de la corrida, sentado en la terraza del Café Romero, se jartaba, de mirar al cielo y preguntar a unos y a otros si sabían algo de cuando iba a dejar de llover, y entre chato y chato de vino ni idea y acompañado de unos cuantos buenos amigos, D. Juan Silva, D. Juan Ocaña, D. Román Mora, D. José Romero, D. Manuel Cuevas, D. Juan Barona, D. Román Jiménez Millán y Amalio Arroyo Serapio apodado “el Chato”, que formaban parte de la primera Peña Taurina de Plasencia, en fin de todos los viejos y jóvenes que acudían al popular café Romero se comentaba la inestabilidad del tiempo, si se daría o no la corrida con el disgusto consiguiente;  y la corrida se dio porque el Guerra así lo quiso; no podía suspenderse porque él tenía las fechas posteriores comprometidas y de no darse, había que matar los toros en los corrales y perderlo todo, y fueron a la plaza; después del paseo, empezó a llover fuertemente estropeando  el trabajo que se había hecho por la mañana para poner el ruedo en condiciones; el tendido se quedó desocupado, únicamente un señor con un impermeable echada la capucha, se quedó solo en la barrera debajo de la presidencia aguantando el chaparron; los toreros en la puerta de arrastre envueltos en sus capotes unos de ellos, “ El Guerra”, hablando con el señor del impermeable y con  otro señor  en el callejón.
Cesa la lluvia, pero el suelo esta imposible, unas ordenes se dieron, entonces entraron en el redondel unos cuantos obreros armados con escobas para quitar el agua, el Guerra, señala los sitios más peligroso, pero debido a la torpeza de unos de los obreros no entiende lo que se le ordenaba,  hace que Guerra  salga al redondel, coge la escoba y barre un gran charco pero al mismo tiempo salta el señor del impermeable y agarra la escoba de otro obrero, comenzando al lado del Guerra hacer la misma faena, pero hay otro señor que va junto a ellos haciendo lo mismo .
Aclara la tarde y se da la corrida que fue estupenda; ha quedado en los anales taurinos como una de las más grandes corridas que lidió el coloso cordobés, que dio prueba de sus buenos deseos y amistad a los aficionados que le ayudaron en su barrido, que fueron D. José Romero García y Rafael Torres Canals.
Terminada la corrida en la “Fonda Romero”, el empresario D. Julián que pueden imaginarse como estaría, decía a los amigos que le rodeaban, en este pueblo solo le hace falta a ustedes  el Arca, que el diluvio es de vosotros.

Datos obtenidos de la revista de feria. Junio 1959.
Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna reina
Pubicado el 22 de Marzo de 2013, en el antiguo bloc de la vozdemayorga.


domingo, 17 de marzo de 2013

DIEGO DE GRADOS, MAESTRO CAPILLA




UNAS REÑIDAS OPOSICIONES AL CARGO DE MAESTRO DE CAPÌLLA EN LA CATEDRAL DE PLASENCIA.- SIGLO XVII



Fueron en tiempos pasados muy apetecidos los cargos de música en la Catedral de Plasencia. A ellos se presentaban bastantes competidores en reñidas oposiciones, músicos ya experimentados en el oficio y que habían ejercido el Magisterio en otras Iglesias y el Cabildo se esmeró siempre  en escoger lo mejor. Expondremos a nuestros lectores unas oposiciones al cargo de Maestro de Capilla, sumamente interesantes.

NOMBRAMIENTO DE MAESTRO DE CAPILLA A DIEGO DE GRADOS, 26 NOVIEMBRE 1622.
Por mandato de los señores Deán y Cabildo , el licenciado Diego de Grados, digo de Bruceña, ( es error del copista), Racionero y Maestro de Capilla  de la Santa Iglesias de Zamora, juez que vino para el examen de los opositores al Magisterio de Capilla de esta Santa Iglesia, hizo relación como Diego de Grados, clérigo, presbítero, sustituto de de Maestro de Capilla de la Santa Iglesia de Sevilla y Manuel Rodríguez Galván, maestro de Capilla de la Santa Iglesia de Badajoz  y Juan de Riscos, maestro de Capilla de la Iglesias de Úbeda y Gerónimo de León, maestro de Capilla de la Iglesia de Medina del Campo y –Diego Pontac, opositores al dicho Magisterio de Capilla de esta Santa Iglesia han hecho sus oposiciones y actos y exercícios de oposición según y como el dicho Maestro Diego de Bruceña les ha ordenado y mandado y habiendo hecho de ello relación en este Cabildo y de los Méritos de cada uno de los dichos opositores y salió del Cabildo. Luego los dichos señores Deán y Cabildo habiendo oido y entendido la Relación hecha por el dicho Diego de Bruceña, nemine discrepante, Dijeron que nombraban y nombraron o elegían o eligieron por Maestro de Capilla al dicho Diego de Grados con el salario de trescientos ducados y treinta y seis fanegas de trigo cada año y la comodidad de los seises puesto en los editos con las cargas y obligaciones que el dicho Magisterio tiene y conforme los estatutos de Maestro de Capilla y autos capitulares que sobre esto hay y que dicho salario le corra desde primeros de octubre de este y así que entre en este Cabildo  a jurar los estatutos del Maestro de Capilla. Y el dicho Di.ego de Grados entró en dicho Cabildo y que  estando de rodillas ante el altar que en la dicha sala de Cabildo está, juró de guardar los dichos estatutos, autos de Capitulares y mandamientos del Cabildo. Acordaron y  a mandaron que el Sr. Canónigo Gregorio de Vargas, Mayordomo de la fábrica, dé al Maestro Diego de Bruceña cien ducados de oro o plata y además de esto que pague la costa de ida, estada y vuelta a Zamora. Y que a los cuatro opositores que quedan se les den a cada uno treinta ducados para su camino y que el Señor Chantre escriba una carta a la Santa Iglesia de Zamora en agradecimiento de haber dado licencia al dicho Maestro Diego de Bruceña. (Archivo Catedral, Actas Capitulares, libro 20, folio 526, 26 noviembre 1622).
Poco tiempo permaneció en su cargo de Maestro de Capilla Diego de Grados. En 7 de Julio de 1623, fue despedido por el Cabildo, al parecer por incumplimiento de sus obligaciones, dándosele 50 ducados “para su camino”, aunque la mitad del Cabildo estuvo de su parte y la otra mitad en contra. (Act. Cap. Libr 21, Fols. 6 y 7) No conforme con esto, Diego de Grados entabla pleito contra el Cabildo, fallando a favor del Deán y Cabildo el Provitro de Capilla Juan de Rissor, Dr. D. Juan de Sosa en  sentencia dictada el 13 de noviembre de 1623, pagando las costas del pleito cada una de las partes, a mitad. Sucedía esto en el Pontificado del Obispo D. Sáncho Sávila. (Archivo Catedral, Legajo 22, pieza 17). Diego de Grados debió de marchar a Madrid, de donde era natural, y por aquel tiempo no se descarta la hipótesis de que en ese tiempo fuera discípulo del gran polifonista valenciano Juan Bautista Comes, que a la sazón se encontraba en la Corte de teniente de maestro de la Capilla Real. Mas tarde vemos a Diego de Grados de Maestro de Capilla del Colegio del Patriarca de Valencia, del 24 de abril de 1625 al 12 de agosto de 1627, fecha en que murió Juan Bautista Cosmes en 1628. ( Conf. J. Climent y J. Piedra,”Juan Bautista Cosmes y su tiempo”. Madrid, 1977, pags. 9 a, 97 y 137).
Como en la oposiciones que antes hemos referido todos los opositores fueron aprobados, el Cabildo se fijo en la competencia de ellos, evitó nuevas oposiciones y fue llamando al cargo de Maestro de Capilla a alguno de ellos. Tal cosa sucede con Manuel Rodriguez Galvan, maestro de Capilla de Badajoz.
“Rescibimiento de maestro de Capilla al de Badajoz. Commetieron al señor D. Diego de Aguilera, Chantre, se haga diligencia y escriba a Manuel Rodríguez Galván, Maestro de Capilla de la Santa Iglesia de Badajoz, venga a servir este magisterio de Capilla en que desde luego por tal Maestro le nombraron con el salario que tenía Diego de Grados de trescientos ducados y treinta  las mismas condiciones, cargas y obligaciones de dicho Oficio y que para ello despache propio por cuenta de la fábrica” (Arch. Cat. Act. Cap. Libr. 21, fol, 8,, v.º).Sucedía esto en 21 de julio de 1623.
Lo mismo sucedió a los 10 años con Juan de Risscos, por entonces Maestro de Capilla de Antequera, sucediendo en 23 de junio de 1633 en el cargo de Maestro de Capilla de nuestra Catedral a Manuel Rodríguez Galván.
“ Nombramiento de Maestros. Rescivieron y nombraron por Maestro de Capilla de esta Santa Iglesia a Juan Benitez de Riscos, Maestro de Capilla de la Iglesia de Antequera, con trescientos fábrica y con las condiciones que se recibió a su antecesor Manuel Rodríguez Galván y que tenga a su cargo los seises, que le corra el dicho salario desde este día” (Arch. Cat. Act. Cap. Libr. 21, fol. 590, vº.)
Dicho Juan de Riscos oposita mas tarde en 1637 a la plaza de Maestro de Capilla de Jaén y no debe confundirse con otro del mismo nombre que oposita en Granada a Maestro de C apilla con el célebre Maestro Luis de Aranda. (Conf. J. López Calo, “La Música en la Catedral de Granada en el siglo XVI”, Granada 1963, I, pág. 171)
Finalmente unas palabras sobre otro de los opositores en las mencionadas oposiciones de 1622: Diego Pontac. (Son muchos Diegos en una sola oposición). Se trata de un músico de verdadera categoría. Mientras algunos autores, como  Anglés, lo colocan entre los músicos de la escuela religiosa de polifonía valenciana del siglo XVII, “ cuando queramos estudiar a fondo la producción musical de la escuela valenciana, tendremos que estudiar también la figura eminente  de Diego Pontac” (Wolf-Anglés, “Hist. De la Mús.” Edt, Labor, 1965, pag. 411), otros como Subirá, ( J. Subirá, “Hist. de la Mus.” Salvat1947, II, pag. 68) se inclinan mas a colocarlo en la escuela aragonesa, ya que fue formado por el maestro Pujol en la Catedral de Zaragoza y allí estudió contrapunto con Rimonte. Pontac abstuvo puestos de maestro de Capilla en Salamanca, -Convento de la Encarnación  de Madrid, catedrales de Granada y Valencia y en la Capilla Real de Madrid.
Así se hilaba de fino en la elección del cargo de Maestro de Capilla en nuestra Catedral de Plasencia-
Datos recopilados de D.Román Gómez Guillén, Canónigo Prefecto de Música.


JosÉ Antonio Pajuelo Jiménez. Pedro Luna Reina.
      

                                                      "CREANDO CULTURA".



sábado, 2 de marzo de 2013

Los organeros Fabri en la Catedral de Plasencia.


LOS ORGANEROS FABRI EN LA CATEDRAL DE PLASENCIA.- SIGLO XVII

         Es un tema interesante hablar de los organeros que en el de curso de los siglos pasaron por nuestra Catedral y que no puede omitirse al tratar de los órganos de la misma.
         Nos ocupamos en este artículo de Horacio y Juan Francisco Fabri, organeros de origen napolitano, que se afincaron por esta región durante algún tiempo. Los documentos que hemos visto no señalan la clase de parentesco entre Horacio y Juan Francisco Fabri, pero tenemos sólido fundamento en afirmar que se trata de padre e hijo, como en otras muchas familias de organeros.
Horacio Fabri. Sabemos de él que en 1595 construyó un órgano para el Monasterio de Santa María de Monjas Jerónimas de Trujillo, tristemente desaparecido. De Horacio Fabri tenemos una referencia en los documentos del archivo catedralicio donde aparece como organero y que data de año 1602. “Oracio Fabri, mandaron busca una escritura que dice la parte de Oracio Fabri que entregó al Cabildo en resguardo de la fianza que dio y obligaron que hizo de que el realexo de esta Sancta Iglesia en cinco años no haría vicio, la cual escritura era de ciertos maravedís que de un órgano le deben en el Losar y cometieron el Sr. Racionero Alonso Paniagua en los papeles del Sr. Racionero Cristobal Sánchez que esté en el cielo, lo haga buscar y hallándose le traiga para el primer Cabildo”. Como vemos, bajó en el Realejo de la Catedral, aparte de un órgano que construyó para la parroquia en El Losar (Archivo Catedral, Actas Capitulares, Libro 17, fol, 472, vº, 4 mayo 1602).
Oracio Fabri contrae matrimonio en Plasencia en la parroquia de San Esteban el 17 de abril de 1596. Hemos tenido la suerte de encontrar la partida de matrimonio que transcribimos a continuación: “ En la ciudad de Plasencia, a diecisiete días del mes de abril del año mil quinientos noventa y seis, yo Alonso Jiménez, cura de San Estaban, habiendo precedido las amonestaciones que manda el Santo Concilio, desposé por palabras de presente que hacen verdadero matrimonio, a Oracio Fabri, organista, con María Gutiérrez, viuda, hija de Pablo Merinero y de Isabel López, su mujer. Testigo Cristóbal Godoy y García de Rosa y Gaspar de Sauceda” (Archivo parroquia de San Esteban de Plasencia, libro de Matrimonios, n. 10, fol. 53). Hemos de hacer constar que la palabra “organista” en el siglo XVI y anteriores, designa al organero. ( Vid. Ramón González Amezúa, “Perspectiva para la historia del órgano español” página 25, Madrid, 1970.
         Sobre Juan  Francisco Fabri damos a conocer los siguientes documentos: “ Mandaron consultar si se dará de salario a Juan Francisco Fabri ocho mil maravedises cada año porque aderece lo órganos y realexo de esta Sancta Iglesia y que le corra desde primeros de este mes de mayo y que entre en esto lo que en el realexo y órganos hubiere aderezado. Mandaron dar el salario como está dicho al dicho Juan Francisco Fabri, Maestro de hacer órganos” (Act. Cap. Libr. 18, fol. 368, 10 mayo 1605.)
         Muy del agrado y a plena satisfacción del Cabildo debió de resultar el trabajo de Juan Francisco Fabri, ya que a los pocos días se le nombra organero de la Catedral de un modo estable y se asigna como sueldo 10.000 maravedies al año.” Ordenaron y mandaron que a Juan Francisco Fabri, maestro de hacer órganos, se le den diez mil maravedíes del salario cada año, que corran desde el primero de este presente mes de mayo porque se obligue a tener siempre templados y aderezados lo órganos y realexo de esta Sancta Iglesia, reparando los daños que tuvieren de remiendos o ratonaduras y que si se quebrare o rompiere alguna cosa o algún caño esté obligado a aderezarlos, dando la Iglesia los materiales y dello ha de hacer escritura y por el aderezo que hizo del Realexo no ha de llevar cosa alguna y cometieron al Sr. Lcdo. Benevides, canónigo, haga con él la escritura y para todo ello le dieron comisión bastante.” ( Act. Cap. Libr. Cit. Fol. 373, Vº, 23 mayo 1605.       
 Es de resaltar la confianza del Cabildo en estos asuntos dada al entonces canónigo doctoral, Lcdo. Don Gaspar Martine Benavides. A él le dieron en otras ocasiones comisiones tan importantes como la gestión acerca de Juan Bautista Celma para terminar la verja del coro de la Catedral y que detallamos a continuación. “Cometieron al Sr. Lcdo. Benavides, canónigo, haga todas las diligencias necesarias para que se acabe la reja, así con Bautosta  Celma como y con quien más convenga y que en ello gaste lo necesario.” ( Act. Cap. Libr. 17, fol. 539. Vº). Sucedía esto el 19 de octubre de 1602.
        
 Datos recogidos de D.  Ramón Gómez Guillén (+), canónigo prefecto de Música.

José Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina.


                                                "CREANDO CULTURA"