Tres mil reales pagaron D, Gregorio
Hontiveros y su esposa Dª Esperanza Mateos al prestigioso escultor de la época
D. José Viciano Martí por la hechura y transporte de la imagen desde Valencia
hasta nuestra ciudad en el año 1894.
Al año siguiente, el Jueves Santo 11 de
Abril de 1895, la Sagrada Imagen de
Nuestro Padre Jesús de la Caída posesionó
por primera vez con la Cofradía de la santa Vera Cruz.
La imagen,
al morir el matrimonio pasó a la propiedad de la Reverendas Josefinas como así
consta en el testamento de D. Gregorio y
del cual la cofradía conserva una copia.
Durante años, recibió
culto en la casa particular de la familia Hontiveros - Mateos en la Plaza de
Sosa., donde muchos placentinos veneraban la imagen a través de una ventana, no
faltándoles flores ni velas.
La Junta de Gobierno de
la Vera Cruz en recuerdo de este hecho histórico para nuestra Cofradía y para nuestra Ciudad, acordó la colocación
de un azulejo cerámico en la plaza de Sosa con la aprobación del Excelentísimo Ayuntamiento,
Este retablo cerámico representa
simboliza la devoción antigua en ese lugar del pueblo de Plasencia a una imagen en otro tiempo muy conocida y
venerada.
El conjunto de
azulejos de gran calidad artística esta
diseñado y ejecutado por el maestro alfarero sevillano D. Francisco Moya, muy conocidos
en los ambientes cofrades del sur donde
los retablos cerámicos estas tan extendido.
En el retablo se
observa además del perfil de nuestro
Padre Jesús de la caída los escudos de
la Vera Cruz, de la ciudad de Plasencia y de la Congregación de las Reverendas
Josefinas actuales propietarias de la imagen.
El retablo fue
colocado en el edificio municipal que
hace esquina y que alberga las dependencias del Centro de Iniciativas Turísticas,
y fue bendecido en el transcurso del piadoso Vía Crucis el sábado 28 de febrero
del 2015.
Con la colocación de
este retablo cerámica portentosa imagen de Nuestro padre Jesús de la caída estarça
permanentemente presente en el centro de la ciudad.
DATOS PARA LA HISTORIA.
COFRADÍA DE LA MUY ANTIGUA, FRANCISCANA Y VENERABLE HERMANDAD DE LA SANTA VERA CRUZ DE PLASENCIA.
NUESTRO PADRE JESÚS DE LA CAÍDA
120 aniversario de la
primera procesión de esta Sagrada Imagen (1895-2015)
El día 11
de abril de 1895, salía en procesión, por primera vez, la sagrada imagen de
Nuestro Padre Jesús de la Caída.
En el siglo XIX, era muy común que las
personas pudientes tuvieran en sus casas una capilla propia, en la cual
celebraban los cultos familiares: Bodas, Bautizos, Comuniones, etc.
Otras personas con menos espacio en su
vivienda, se conformaban con tener una o varias imágenes expuestas en su casa.
Estas imágenes variaban de tamaño según los recursos económicos de dicha
familia.
Y en el caso de no poder tener imágenes propias,
existía el recurso de apuntarse a las imágenes “visitadoras”. Estas imágenes,
generalmente de treinta a cincuenta centímetros de altura, estaban resguardadas
en una especie de capilla de madera, en la cual, en su parte inferior estaba un
compartimento llamado “cepillo” en el que
depositaban una limosna las persona a las cuales visitaba la Sagrada
Imagen. La estancia de la imagen en las casas dependía, pues unas eran diarias
y otras semanales. En cuanto a las imágenes las había de lo más variado, siendo
las más comunes los Nazarenos, Inmaculadas, patronas de las localidades, santos
diversos, etc.
En el caso concreto que nos atañe, el
impresor don Gregorio Hontiveros y su esposa, decidieron comprar una imagen de
vestir de Nuestro Padre Jesús en su Primera Caída.
Para la realización de la misma se
pusieron en contacto con el afamado escultor don José Viciano Martí (1855-1898),
proveedor de la real casa, el cual tenía su taller en la ciudad de Valencia.
Después de aprobar los bocetos de la
talla y el precio de la misma, se hizo realidad el deseo de la familia
Hontiveros.
El día 12 de diciembre del año 1894,
don Gregorio escribe una carta al tallista en la cual le comunica como debería
de envolver la Imagen para su traslado en tren desde Valencia a Plasencia, así
como que se tuviera muy en cuenta la dirección de la ciudad, pues había más
Plasencia en España. Tenemos que recordar que el ferrocarril llevaba muy poco
tiempo en nuestra ciudad, y suerte fue que la talla llegase íntegra después de
tan largo viaje.
En la misma carta, don Gregorio aceptaba el precio
final de la talla, que fue de 1.300 reales.
Una vez llegada a Plasencia, la
colocaron en su casa, en una ventana que daba a la calle, con lo cual se la
podía venerar sin tener que entrar en la casa.
En este mismo edificio, en sus bajos,
estaba la imprenta familiar. Esta casa estaba en la esquina de la calle Cartas
con la calle del Pollo, frente a la plazuela Sosa.
Don Gregorio se puso en contacto con
la Cofradía de la Vera Cruz para ver si se podía procesionar su imagen, y la
Vera Cruz lo aceptó, con lo cual el día 11 de abril de 1895 salió en procesión
por primera vez por las calles de nuestra ciudad.
Desde la muerte de don Gregorio, la
familia de su segunda esposa doña Esperanza Mateos, se hizo cargo de
procesionar la Imagen y así ha continuado hasta nuestros días, siendo su último
capataz don Ángel Gómez Mateos, gran entusiasta de nuestra Semana Santa.
Don Gregorio tuvo mala suerte
familiar, pues en poco tiempo se murieron sus tres hijas y su mujer,
volviéndose a casar en segundas nuncias.
En el día treinta de mayo de 1939, decide hacer testamento, y deja la
Imagen de la Caída a las RR. MM. Josefinas Trinitarias de la ciudad, pero
añadiendo una clausula que dice así:
“Clausula Tercera. = Hace constar el
testador que durante su matrimonio adquirieron una Imagen representando a Jesús
Nazareno en su primera caída, la cual se venera en el oratorio particular de su
casa habitación; siendo su voluntad que dicha Imagen tan pronto ocurra su
muerte, se destine a la Iglesia de Religiosas Trinitarias de esta Ciudad, y
caso de no existir esta fundación, al Convento de Religiosas Capuchinas de la
misma, rogando la acepten a condición de ponerla a disposición de la Cofradía
de la Vera-Cruz siempre que fuese solicitada para sacarla en procesión, y los
ornamentos sagrados y demás enseres concernientes al servicio de su oratorio
particular, se entregarán también a las mismas religiosas que se hagan cargo de
referida Imagen, para que los disfruten con la debida aplicación, pero con la
obligación de celebrar anualmente un funeral, aplicado por su alma y la de su
esposa, en el día que dichas Religiosas designen por espacio de cinco años.”
La fotografía la hizo el fotógrafo Valentín Benito, el cual tenía su estudio en el rincón
de san Nicolás nº 1
En
el año 2014, esta santa imagen estrenó una nueva cruz para procesionar. Esta cruz está realizada
con la madera de un alcornoque joven
de las cercanías de la ciudad, de esta
manera nos unimos mas los placentinos a nuestro Cristo, puesto que
simbólicamente nos está abrazando a través de la Cruz. La Cruz conserva la
corteza del árbol y solamente está barnizada para su preservación de las
inclemencias atmosféricas.
LA
SANTA MUJER VERÓNICA
En el Evangelio
apócrifo de Nicodemo se cuenta que cuando llevaban a Cristo camino del
Calvario, una mujer llamada Marcela se acerco a Él y le limpio el rostro con un
paño, y según esta misma tradición se quedó impregnada la imagen del Salvador
en el.
Ante
este hecho, se empezó a llamar a Marcela
por el nombre de Verónica, Vera-Icon que en latín quiere decir “El Verdadero Rostro”.
La
cofradía de la Vera Cruz ya tenía una imagen de Santa Marcela o Verónica en el
siglo XVIII, como así consta en las ordenanzas de 1709.
Actualmente
se procesiona una imagen de vestir del escultor don José
Jerique, que fue adquirida por el sacerdote D. Julián Sánchez Reca. A su muerte fue puesta a la venta e iba a ser
destinada a un pueblo de la zona, pero Dñª Micaela Leonardo la adquirió
quedándose en la ciudad. Su último dueño fue D. Lorenzo García Llanos el cual la
donó a la Cofradía de la Vera-Cruz, para que desfilara el Jueves Santo. La
historia de esta santa mujer impacta en el pueblo placentino. Según la
tradición, se cree que santa Marcela fue la misma mujer curada de un flujo de
sangre por el propio Cristo.
PRIMERA
COMPOSICIÓN CAÍDA-VERÓNICA
En
el año 2006, la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Vera Cruz, decidió unificar
dos pequeños pasos que salían en procesión, como eran el Cristo llamado de los Lejárragas, el cual se venera en el
convento de las RR. MM. Capuchinas Franciscanas, y la Santa Mujer Verónica uniéndolos en una
composición.
Se
utilizaron unas andas que tenía la Cofradía del Descendimiento en desuso y que
generosamente nos fueron cedidas.
Aunque
apretadas, quedaron en ellas las dos figuras y estuvieron procesionando hasta
la Semana Santa del año 2013
EL
PASO DE LA SANTA FAZ
A
principios del año 2013, la Junta de Gobierno, se planteó hacer unas nuevas
andas en las cuales se colocarían las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la
Caída, el cual se venera en el convento de las RR. MM. Josefinas Trinitarias, y
la Santa Mujer Verónica, devolviendo a la Unión de Cofradías la talla del
Cristo de los Lejárragas.
LAS
ANDAS DEL MISTERIO DE LA SANTA FAZ
Estas andas
hechas por la Cofradía, bajo la dirección de los Hermanos Crespo, Antonio y
Narciso, son una obra artesanal en la que se emplearon varias clases de maderas
nobles, entre ellas destacaremos el pino balsa en la estructura, forrado con
tablero de okumen de 18 mm.
En
su parte exterior está realizada con madera de nogal español, cerezo, palo rosa
y jatoba.
Para
la protección de estas maderas están barnizadas con laca de primera calidad así
como un baño de cera en toda su superficie.
Alrededor de las andas están
talladas las catorce estaciones del Vía Crucis, las siete palabras, el escudo de Plasencia, los escudos de la Vera
Cruz y la Tau franciscana.
Las
tallas del Vía-Crucis y escudos de Plasencia se realizaron en Mérida por el
tallista J. A. Paniagua Sánchez.
Las
columnas que separaran las estaciones del
Vía Crucis y demás tallas, están
revestidas con pan de oro.
La
iluminación del paso la aportan cuatro artísticos faroles de madera de nogal y
cerezo.
Estas
andas se empezaron a hacer en septiembre
de 2013, y se acabaron en el mes de marzo de 2014.
Al
ser realizadas las andas “ex profeso” para estas imágenes, se les dio la
distancia y altura que requerían, así como la posición de las mismas.
Los
“banzos” o barales, están hechos de duraluminio con funda de madera, lo cual les da mayor resistencia y
menor peso que los de madera maciza.
Fueron
realizados en los talleres de los Hermanos Benavente de Plasencia.
Este
paso lo portan 46 hermanos de carga.
La
Junta de Gobierno, deliberó como debería llamarse este nuevo paso, decidiendo
que su nombre sería “EL MISTERIO DE LA SANTA FAZ”
El
día 17 de abril de 2014, salió en procesión por primera vez la Santa Faz de la
Vera Cruz.
Pedro Luna Reina
Diputado de Cultura e Historia de la Santa y Vera Cruz de Plasencia.
Cofradía de la Vera Cruz.
Cofradía de la Vera Cruz.
"SEMBRANDO INQUIETUDES"
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