Supieron inmortalizar la España de finales del siglo XIX y la mitad del siglo XX, hoy los rendimos homenaje a cada uno de ellos, seguro que faltan muchos, pero poco a poco los iremos recordándolos en este trabajo.
Sera Ramón Alabern el primero que realice un daguerrotipo en España el 10 de noviembre 1839. El diario de Barcelona anunció el acontecimiento el mismo día, en su sección de diversiones públicas. ”Para el buen éxito de la operación, “advertía el periódico” conviene que los espectadores que se hallen en las ventanas y balcones de la Lonja de la casa de Xifré se retiren los pocos minutos que la plancha esta al foco de la cámara oscura. El daguerrotipo fue rifado entre los asistentes
Seis días más tarde se realiza el mismo
experimento en Madrid, por diferentes especialistas fotográficos. Tomando
imágenes del Madrid emblemático, pero tampoco ha quedado nada de dicha actividad.
En Extremadura el ambiente no era propicio
como para prestar la atención que el invento merecía, la ruina a que estaba
sometida sumida la sociedad extremeña, más pendiente de la supervivencia
física, que la supervivencia en el tiempo.
Si la fotografía no apareció
antes fue simplemente porque las estructuras económicas e industriales de la sociedad
no eran adecuadas para integrarlas y desarrollarlas.
Extremadura asolada por la espantosa
sequía de 1837, o las tormentas y vientos huracanados de 1842, que ocasionaron
la ruina de los pueblos y de los campos, arrancando empedrados de las ciudades
y destruyendo la totalidad de los viñedos, frutales y productos de verano. Un o
1843, APARECE EL CANUTILLO DE LA LANGOSTA.
1846.- GRANIZADAS QUE COINCIDEN CON LA
ÉPOCA DE LA SIEGA Y HASTA el año 1850 SE ACENTÚAN LAS CATÁSTROFES.
1850.- 1860 LA EPIDEMIA DE CÓLERA
Todo ello hace que los campesinos
soliciten moratorias para poder pagar los morosos créditos y deudas que habían
contraído para sus necesidades. Siendo el recurso de la sociedad agrícola y
ganadera.
¿Dónde cabe la necesidad de la fotografía
que exigía fuerte pagos para realizarla o poseer sus resultados? Esto hace que
la fotografía sea sin querer la defensa de la tradición, la defensa de lo que
se ha vivido.
Los pioneros que van a buscar las imágenes
típicas de España descritas por los viajeros ingleses y americanos del siglo
XIX, van a retratar paisajes y gentes, pero muchas de las cuales no sabemos
cuáles fueron su destino.
En 1850, Charles Glifford, comienza
a recorrer España, el problema que se encuentra el fotógrafo es.
1.- Las incomodidades del transporte a
lomos de mulas, las altas temperaturas, el agua es también difícil de conseguir
y debido a la extrema sequedad del suelo, el polvo es la regla.
2.- El considerable tamaño del equipo,
unos 300 kilos, tamaño de los negativos y fragilidad de estos.
3.- Con todo ello, el desasosiego a cada
tropiezo de estos animales que amenazaban con destruir lentes, placas, cubetas
y si no se derramaran los líquidos reveladores.
Es la reina Isabel II, la que encarga a
este fotógrafo un álbum de Toledo y Extremadura.
Camina por otra parte y unos años más tarde Jean Laurent, de su presencia en Extremadura se conoce gracias a una exposición Bética Extremeña en Sevilla, año 1874 aportando una fotografía de Trujillo en la que se refleja la Torre Julia destruida a consecuencia de terremoto de Lisboa en 1755, así como el retrato del personaje de Montehermoso que está depositado en el Museo Antropológico Nacional. Laurent fue el fotógrafo personal de Alfonso XII.
Fotografía de salón:
A la sombra de estos dos grandes
fotógrafos se instalan en la región un numero de fotógrafos locales que
adquieren una gran maestría en el manejo de los instrumentos fotográficos de
momento se van a producir gran cantidad e imágenes sobre todo retratos en la
primera época , pues salir a la calle a haber fotografías era casi imposible
por la gran inversión de dinero que había que hacer con la compra de
equipo; y además la renta per cápita era muy inferior a la nacional, lo que no
garantizaba el éxito de la imagen artística debido al elevado
costo de las fotografías para las clases inferiores..
La Prensa y la Fotografía,
Así en el Cantón Extremeño 26 de febrero
de 1888 de Plasencia, provoca que en muchas ocasiones se desplacen a Plasencia
profesionales que vienen de Madrid, la estancia en la ciudad de V. Mendía. El
anuncio que no tiene desperdicio podemos leerlo.
Si pensamos que el salario medio de aquel
momento era en España entre 3 y 5 pesetas, que el Kilo de pan costaba 35
céntimos y el de carne a 1,5 pesetas, nada podía hacer augurar el éxito de este
fotógrafo.
Era a partir del año 1880, cuando se va
adquiriendo la necesidad de vernos representados en el intento de quedar fijado
en la eternidad. “LAS MASCARAS FUNERARIAS EGIPCIAS BUSCABAN LA
IDENTIFICACIÓN DEL CADAVER EN EL MÁS ALLA, Y TRATAR DE EVITAR QUE EL KARNMA
VAGARA SIN SER CAPAZ DE HALLAR EL CUERPO, ESAS REPRESENTACIONES ICONOGRAFICAS
NO SON SINO RETRATOS DE LOS QUE QUIEREN PERMANECER PARA SIEMPRE”.
Kurt Hielsche
A comienzos del siglo XX entre 1913 y 1918 un alemán, Kurt Hielscher, viaja por
España tomando fotografías de sus gentes, monumentos y paisajes. Con ellas
posteriormente publica un libro titulado “Das unbekannte Spanien” o en español
“La España desconocida”. Su obra tal vez sea el último libro de viajes sobre la
España romántica. A diferencia de sus predecesores, Richard Ford, Gustavo Doré,
David Roberts, Emile Beguin, etc. para dejar constancia de lo que ve, en lugar
de un lápiz y un cuaderno de dibujo trae una cámara fotográfica con lo que nos
deja una constancia fiel de lo que era la España a comienzos del siglo XX.
Desde entonces ha pasado casi un siglo en el cual ha habido guerras, desidia, incultura, atraso, desarrollo más o menos sostenible y otras circunstancias que han cambiado básicamente el escenario, no siempre para bien.
Desde entonces ha pasado casi un siglo en el cual ha habido guerras, desidia, incultura, atraso, desarrollo más o menos sostenible y otras circunstancias que han cambiado básicamente el escenario, no siempre para bien.
Retrato a la España desconocida, la que se
encuentra lejos de los caminos reales, recorrió por aquellos caminos con su
cámara recogiendo miles de instantáneas que derrochan generosamente una pasión
artística insostenible. La primera Guerra le sorprendió en nuestro país,
impidiéndole regresar a su patria. Lo que en un principio se presentó como un
exilio forzoso en tierras extranjeras acabose convirtiéndose en una querencia desbordante
por todo lo relacionado con España, por las gentes y las tierras.
Durante cinco años en alegre vagabundeo, recorrió todos los rincones de nuestra geografía, conectando con personas de todas las condiciones sociales, aprendiendo sus costumbres y sus tradiciones, y fijando en sus fotografías y en su memoria, imágenes evocadoras de ese espíritu verdadero que subyace bajo la experiencia externa de cosas y personas.
No solo plasma monumentos y grandes
espacios, también capto la esencia de la gente y tradiciones de forma tan
magistral que es capaz de transmitir las profundas emociones que embargaron a este
auto en su momento.
Durante 1898 y 1899, fue excesivamente duro para las clases humildes, el hambre y la miseria se extiende por Extremadura, durante el mes de enero y febrero se llegan a repartir más de 20.000 comidas en los comedores populares de Trujillo y Plasencia, por lo que los que poseían imágenes, solo eran de la clase alta.
Durante 1898 y 1899, fue excesivamente duro para las clases humildes, el hambre y la miseria se extiende por Extremadura, durante el mes de enero y febrero se llegan a repartir más de 20.000 comidas en los comedores populares de Trujillo y Plasencia, por lo que los que poseían imágenes, solo eran de la clase alta.
Ante este panorama, no hay posibilidad de
que se desarrollen sociedades fotográficas, Y son los fotógrafos locales que se
abren camino en pequeños estudios de su propiedad.
El Cruzado Extremeño, publica fotografías
en portada a partir de 1903, y la prensa va a servir de vehículo para el
anuncio de la presencia de fotógrafos en las localidades.
Hay una carta, fechada el 16 de marzo de
1902, en Madrid y enviada a Trujillo, y describe con toda precisión lo que ocurría
por aquel entonces en el estudio del fotógrafo.
Madre. Le remito la fotografía
que me hice en el gabinete del señor Company. Aún me tiemblas las piernas del
susto que me lleve con la explosión. Nadie me advirtió de lo que ocurría
mientras que el fotógrafo entretenía la espera con su conversación. El ayudante
me limpio los zapatos, cepillo mi traje y me presto un peine, mientras el
segundo fotógrafo hablaba sin parar eligiendo el escenario. Cuando todo estaba
dispuesto fije la mirada donde dijo el fotógrafo y se produjo una explosión al
lado de la máquina, en un soporte que sostiene el ayudante, de la que aún no me
encuentro totalmente repuesto.
Lo que no acabo de entender es el aspecto donde
no aparece la cara de susto que debía de tener. El fotógrafo me dijo que su máquina
era de gran velocidad y que recogía el momento anterior, por lo que no entiendo
la necesidad de la explosión, si la fotografía ya se ha tomado…
1923, llega
a España RUTH y desde el 29 de diciembre de 1927 al 28 de abril, se encuentra
en Extremadura trabajando para la Sociedad Hispana de América. En esta región
realiza muchas fotografías, incluso pode permiso para entrar en casa
particulares y fotografiar sus interiores. Incluso compro las postales a los fotógrafos
locales para no entretenerse más de lo necesario en cada localidad, para la
sociedad a la que representaba.
Ruth, analiza en primera parte de su
obra la vida diaria y la industria de Extremadura; la segunda representa las
aldeas y pueblos que ella fotografió más extensamente mientras
capturaba un acontecimiento particular o simplemente evocando la atmosfera del
lugar, Y la tercera parte a las personas que fue encontrando.
Además, ella tomo nota de su trabajo, reconstruyendo
los detalles y hechos que rodean las imágenes.
La primera sección se incluyen imágenes de
la industria e oficios agrícolas y que se extiende desde la cria de cerdo para
la industria del jamón hasta el aceite de oliva. Las imágenes más notables
representan una variedad de molinos encontrados en las Hurdes, Plasencia y
Jerez de los Caballeros.
Estas imágenes ofrecen grandes contrastes por la forma de elegir de manera drástica los ángulos y la luz consiguiendo un gran impacto.
Estas imágenes ofrecen grandes contrastes por la forma de elegir de manera drástica los ángulos y la luz consiguiendo un gran impacto.
La segunda sección ofrece un retrato
de la región pasando por los pueblos ricos como Plasencia y Jerez de los
Caballeros hasta pequeñas aldeas, muchas fotografías dan testimonio de las difíciles
condiciones de la vida, en los que no solo fotografió momentos cotidianos sino
como eventos especiales de la Semana Santa, de Jerez de los Caballeros.
Y la tercera y última sección contiene
imágenes de personas que fue encontrando y cuyos retratos forman parte de una
atractiva galería. Sus notas revelan las historias que hay detrás de estas
figuras.
Mujeres tras el objetivo:
Tres mujeres sobresalen en esta magnífica
colección:
Anna M. Christian, Ruth Matilda Anderson y Frances Spalding. Las dos primeras tuvieron una gran influencia en la obra de Joaquín Sorolla Visiones de España. Anna M. Christian viajó por España animada por Sorolla a quien conoció en 1909 en Nueva York en la sede de la Hispanic Society. En sus fotografías de Valencia se nota la mirada de Sorolla. Nació en Minneapolis, hija de una familia acomodada de industriales, estudio arquitectura en Nueva York, antes de embarcarse hacia España. A su vuelta, Huntington que apreciaba la fotografía de Anna Christian realizó una exposición en la Hispanic en diciembre de 1916.
Anna M. Christian, Ruth Matilda Anderson y Frances Spalding. Las dos primeras tuvieron una gran influencia en la obra de Joaquín Sorolla Visiones de España. Anna M. Christian viajó por España animada por Sorolla a quien conoció en 1909 en Nueva York en la sede de la Hispanic Society. En sus fotografías de Valencia se nota la mirada de Sorolla. Nació en Minneapolis, hija de una familia acomodada de industriales, estudio arquitectura en Nueva York, antes de embarcarse hacia España. A su vuelta, Huntington que apreciaba la fotografía de Anna Christian realizó una exposición en la Hispanic en diciembre de 1916.
También le compró más de 700 fotografías
de sus viajes.
La más prolija es Ruth Matilda Anderson, nacida en Nebraska hija de un fotógrafo de Kearney, Alfred Theodore Anderson. Estudió fotografía en la Clarence H. White School, donde el propio Clarence White la recomendó a la Hispanic Society. Fue fotógrafa del museo, conservadora de fotografía en 1922, hasta que en 1923 realizó el primero de sus cinco viajes a España. Tomó más de 14.000 imágenes.
La más prolija es Ruth Matilda Anderson, nacida en Nebraska hija de un fotógrafo de Kearney, Alfred Theodore Anderson. Estudió fotografía en la Clarence H. White School, donde el propio Clarence White la recomendó a la Hispanic Society. Fue fotógrafa del museo, conservadora de fotografía en 1922, hasta que en 1923 realizó el primero de sus cinco viajes a España. Tomó más de 14.000 imágenes.
Frances Spalding hizo fotografías en 1930 y posteriormente se convirtió en la conservadora de trajes de la Hispanic Society.
Las fotografías de Anna son calificadas de
Sorollistas, su amistad con el pintor dio como fruto una influencia mutua entre
pintura y fotografía, de forma que no es posible discernir si las unas son
resultado u origen de las otras. De las imágenes captadas por Rut nos llega su
meticulosidad en el tratamiento de las diversas facetas del objeto-personaje-lugar
elegidos.
El trabajo de estas fotógrafas se realiza
entre 1915 (Anna) y 1923-1930 (Ruth), y la propia exposición las sitúa tras
haber presentado primero toda una pléyade de los clásicos del XIX en fotografía
española: Clifford, Laurent, Beauchy … la imagen de España no es tan diferente
entre un siglo y otro, sin embargo al contemplar la que ellas nos reflejan tenemos la sensación de
penetrar, a través de la “puerta monumental” que nos mostraron los pioneros de
la fotografía, en la España real, en las calles, los trabajos, los hogares, en
las gentes. Y en espacios de la geografía española nunca visitados por una
mirada tan curiosa y desde luego lejos de los circuitos decimonónicos. Un
trabajo que Joaquín Bérchez califica como “épica reinvención fotográfica”, una
reinvención con mayúsculas desde una óptica femenina que es, en estos primeros
años del siglo XX, una auténtica innovación en el panorama fotográfico conocido
hasta ese momento.
LOS AFICIONADOS.
Aunque no es muy extensa la lista, si es verdad que su actividad fue frenética Todos los momentos , los acontecimiento que ocurrían a su alrededor y los cambios que iban sufriendo las ciudades, no dudan en fotografiarlos sin mayor interés que la de atesorar imágenes, intercambiar nuevas formas de expresión .
Tenemos que destacar los siguientes:
Manuel Covarrubias, sabemos poco de este, solo tenemos una foto firmada en el reverso por el, donde inmortaliza la Plasencia de 1896.
Fernando Ocaña, 1916; músico y fotógrafo que vivía en Plasencia. Es el fotógrafo que acompaña a Vicente Paredes Guillen en todas sus excursiones arqueológicas , en las que realiza las fotografías para revistas especializadas en el tema.
Juan Ruiz de Luna quedan soberbias fotografías acompaño a Sorolla a su viaje a Plasencia con motivo de pintar el cuadro encargado lor la Hyspanic Society of America
Juan Ruiz de Luna quedan soberbias fotografías acompaño a Sorolla a su viaje a Plasencia con motivo de pintar el cuadro encargado lor la Hyspanic Society of America
Fernando Sanchez Ocaña Silva, entablo amistad con Ruiz de Luna, y quizás su afición a la fotografía la adquiriese de el, nos dejo un archivo de momentos y paisajes de la época
Tomas Martín Gil, Publicó un libro “ Por la vieja Extremadura”, en 1929, aunque el resultado de la impresión no fue el deseado, las fotografías son una importante aportación a la evolución de la fotografía del momento.
Pedro Jiménez Recio, Alcalde de la ciudad, aficionado a la fotografía y nos dejo un legado importante.
El trabajo de Smich sobre Deleitosa, nos
hace reflexionar, hoy en dia, sobre la gran evolución en el mundo y en especial
en el mundo rural ha sufrido España.
En sus imágenes de más de cincuenta años vemos una forma de vivir y trabajar cercana a la edad media: separación del trigo de la paja, apoyándose en el viento, la imagen de “ir a por agua” a la plaza del pueblo denotan que no existían las infraestructuras adecuadas dentro de los hogares de los habitantes de la población.
Y como dijimos al principio, este trabajo continua abierto.
Biografia.- Datos obtenido de la Historia de la Fotografía de Extremadura. Matilde Muro Castillo.
Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina
En sus imágenes de más de cincuenta años vemos una forma de vivir y trabajar cercana a la edad media: separación del trigo de la paja, apoyándose en el viento, la imagen de “ir a por agua” a la plaza del pueblo denotan que no existían las infraestructuras adecuadas dentro de los hogares de los habitantes de la población.
Y como dijimos al principio, este trabajo continua abierto.
Biografia.- Datos obtenido de la Historia de la Fotografía de Extremadura. Matilde Muro Castillo.
Fotografías. Obtenida de la Red.
Jose Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina
La mayoría de los hombres no se oyen sus palabras. Repetirles sus palabras cuando las acaban de pronunciar y no las reconocerán.
"CREANDO CULTURA".
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