BLAS XIL OCAMPO. HISTORIADOR PLACENTINO.
Poco sabemos de este historiador placentino, pero de momento exponemos
parte de su obra encontrada en la Biblioteca Nacional, donde describe la
biografía de la familia Monroy, que formaron parte de la historia placentina.
Xil Ocampo, que expone en su
manuscrito la credibilidad a la aparición del primer MonRoy en suelo
español y que describe literalmente en sus crónicas.
Veis dos
castillos dorados El ser del Monroy loable
Sobre sangra
varonil El rey Pelayo lo hable
Con dos veros
cuarteados El cual fizo paz y furias
Azules y
plateados Estas armas los de Asturias
De nombre francés
vigil Tengan por señas fiable
FERNAN PEREZ DE MONROY.
Poco más de un siglo había transcurrido, desde que el Rey D Alfonso VIII ensanchando las fronteras de Castilla, había fundado nuestra Ciudad, rodeándola de un ceñidor de almenas y fortaleciéndola con la cerca de sus murallas, hoy parcialmente existente, no por la carcoma de los siglos sino por la mano de los hombres y que fue construida por la premura de las circunstancias, en el periodo de nueve meses, empleándose en su edificación once mil hombres.
Entre los caballeros que vinieron a poblar esta nueva ciudad, se contaban los
antecesores de Fernán Pérez, que entre otros servicios que prestaron a la
población fue dotarla del templo de San Nicolás, que hoy existe tal y como
entonces fue construido y cuya fabrica y arquitectura patentizan los tiempos de
su fundación.
Fue pues nuestro caballero Fernán Pérez de Monroy conocido como “el Mozo”, hijo de otro llamado Fernán Pérez de Monroy conocido como “el Viejo” por contar a su muerte con más de cien años y de Dña. Estefanía Rodríguez, y sobrino por parte de su padre, de un famoso Abad de Santander, también Placentino, distinguido en el servicio de la Reina Dña. María viuda del Rey Don Sancho el Bravo.
Se casó, con Inés
Rodríguez en 1359. Tuvo un hijo, Fernán Pérez de
Monroy que moriría a consecuencia de la coz de un caballo y tres hijas
Estefanía, María y Catalina Fernández de Monroy.
Nació nuestro protagonista en Plasencia sobre el año
1300 y se señaló en el servicio de los Reyes Don Alfonso IX y de su hijo Pedro.
Valeroso Adalid sirvió con su persona y vasallos al Rey Don Alfonso en la
batalla de Tarifa, cerco de Algeciras y sitio en Gibraltar. El mismo Rey hace
mención se sus servicios en la confirmación de la villa de Valverde y de la
población de Monroy que fue a treinta días de Diciembre en Sevilla, Era de 1382
que fue el año 1344, expresándose en estos términos “ E yo por facer, bien y merced al dicho Fernán Pérez por muchos
servicios y bienes que me ha fecho y que hace cada día”
Rendida la ciudad de Calatayud al Rey Don Pedro de Castilla, este dejo en ella
por gobernador de la misma, a nuestro paisano Fernán “que se trató con los de
la ciudad como un buen caballero y hubo entre ellos muy grande conformidad”
como la historia dice.
Sirvió al Rey Don Pedro hasta que murió en el Campo de Montiel y entonces se
retiró a su casa, ya desconfiado del palacio y de la Corte del príncipe.
En este tiempo y por cuestiones políticas, como diríamos hoy, pues unos
seguían el partido de D. Pedro y los Almaraces la causa de Don Enrique, la
ciudad y su tierra ardían en los dos bandos. Fernán Pérez era el jefe de los
Monroyes, o Pedristas y Blasco Gómez lo era de los Almaraces, que seguían a D.
Enrique. Aconteció pues que en una ocasión viniéndose a las manos ambas
parcialidades junto al pueblo de Valverde de la Vera, murió en la refriega,
peleando como un caballero el jefe de los Almaraces, Blasco y Gómez.
Este tenía un hijo llamado Diego que a la razón servía
con Don Enrique, y pasando un día nuestro Fernán a la vista del campamento de
Don Enrique estaba Diego con el Rey y este volviéndose á él e irónicamente le
digo por el Fernán, matador de su padre, "Diego
allí va tu amigo”.
Diese por entendido Diego de Almaraz y reuniendo a sus vasallos, y acampanándose de caballeros deudos suyos, forman una hueste y emprende la persecución contra Fernán. Alcanzaron a este cuando se retiraba al pueblo de Valverde, lleno como acontece de desengaño cortesano, dando su causa como pérdida con la muerte del rey Don Pedro, a quien sirviera contra Don Enrique. Comenzó la pelea, Diego y su gente con los pocos que acompañaban a Fernán, vencen a estos y muere nuestro Adalid atravesado por las lanzas de los partidarios de don Diego.
Su cuerpo fue traído a Plasencia donde fue sepultado en la Iglesia de San
Nicolás, que como sabemos había fundado, donde aún se conserva su sepulcro
levantado del suelo, inmediato al altar colateral del lado de la Epístola.
José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina.
"CREANDO CULTURA"
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