Buscar este blog

sábado, 4 de diciembre de 2010

PATRIMONIO OLVIDADO. II.-

En la cultura sobre nuestro suelo placentino, hubo un Arte de plástica Celtibérica representada por la cabeza de un Toro.
Esta escultura se hallaba sobresaliendo del liso blanqueado de la pared de una vieja casa de la calle de San Pedro, de Plasencia.
Generación tras generación ha permanecido en ese lugar sin haber sido objeto de crítica.
Para mi, y para muchos otros placentinos fue durante mucho tiempo, un enigma por el trazado del pelo de su frontal. Hemos visto el mismo diseño, reproducido plenamente sobre los exvotos equinos de El Cigarralejo, para que abandonáramos nuestras reservas y lo incluyéramos como una prueba del arte de este pueblo celta en nuestra Comarca.
Sus ojos amigdaloides, saltones, su simetría facial, el quietismo que proporciona a la figura el conjunto total del trazado de sus rasgos, nos hablan en favor de su arcaísmo.
Constituye este tipo de trazado —refiriéndose a los presentes en los exvotos del Cigarralejo— una clara muestra del ritmo geométrico que surge como resultado de la mezcla del pueblo Indoeuropeo con nuestras gentes africanas.
Puede tratarse, la muestra, de una escultura que se puede incluir entre aquéllas que adornaban las cornisas de los templos celtibéricós. Pero, ¿Dónde se encuentra?.
Creemos que constituye un hecho de muy significativo relieve el que a unos pasos de donde se encontraba esta figura exista hoy una iglesia cristiana, y que, dentro de su recinto, apareciera enterrada un ara romana de la que más adelante nos ocuparemos.
Parece como si un poder telúrico, actuando generación tras generación, sin distinción de raza, religiones ni costumbres, impusiera un determinado lugar del suelo de la ciudad, como plataforma específica de creencias superiores.
En núcleo urbano de Plasencia, en las obras que se estaban llevando a cabo en la Iglesia de San Pedro de Plasencia, se evito la destrucción de un ara romana que acababa de ser sacada del suelo de la Iglesia. Las fortuitas circunstancias de su salvamento nos hacen pensar en cuantas habrán sido las manifestaciones arqueológicas perdidas entre las multiplicadas remociones de nuestro suelo. El ara se conservaba en el exterior del templo, hasta que un día se la llevaron. ¿A dónde?.
Constaba de las siguientes partes: Basa, Fuste y Coronamiento.
La basa está formada por un plinto cuadrado de 49 centímetros de lado y por una escocia de 10 centímetros, quedando separada del plinto por un fino tróquilo. El plinto se prolonga irregularmente para sujetarse en tierra. El fuste está constituido por un prisma rectángular de 61 centímetros de altura; sus caras anterior y posterior miden 35 de anchura y las laterales 27. En ninguna de estas caras existe inscripción o señales de ella. El coronamiento presenta, como la basa, una escocia del mismo tamaño, rematando en la parte superior, y a cada extremo en un haz en forma de almohadilla. Entre los dos haces hay un surco.
La mitad anterior del haz derecho ha sido quitado hasta la profundidad del surco central. Ambos haces, en principio convexos, han sido rebajados para lograr sobre ellos una superficie plana, quedando reducidos aproximadamente a la mitad de su primera altura. El diámetro de los haces es de 7 centímetros y de 11 la anchura del surco central. La altura total del ara medida desde el plinto es de 91 centímetros. Si el fuste se mide con rigor acusa en su parte baja un adelgazamiento en relación con la parte superior.
Lo consideraba defecto de obra y sólo título de comentario decimos que esta disposición se amoldaría al tipo de columna cretense, inspirada en el pilar prehistórico. Repetimos que sólo se veía en esto imperfección por parte del artista. La aparición de este arte de clara estirpe romana en una ciudad en donde las muestras de esta cultura son tan poco pródigas, reviste un señalado interés. Este ara se salvó de ser destruida y aprovechada, a lo largo de los siglos, gracias a encontrarse enterrada dentro del recinto de un lugar sagrado. También por verdadera casualidad se salvó la piedra del cpagus ambriacensls hasta que pudo ser registrada y pasar a la posteridad, y lo mismo ocurrió con aquella otra del csaltus ambriacensis.
Debemos luchar por el Patrimonio de nuestra querida Ciudad de Plasencia, no podemos permitir olvidar esto y otras piezas arqueológicas que pertenecen a nuestra Historia, y que iremos dando conocimiento de todas ellas para lograr encontrarlas y poder ubicarlas en donde corresponde.
Que sirva todo ello, como llamamiento al pueblo Placentino para conservar lo que es nuestro. LA HISTORIA ES PATRIMONIO DE TODOS.

Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna reina












lunes, 29 de noviembre de 2010

APUNTES PARA LA HISTORIA DE PLASENCIA . LA VISITA DE LA INFANTA.

LA VISITA DE LA INFANTA ISABEL.
14 DE JULIO DE 1916

Al tener noticias de que S.A.R. la Infanta doña Isabel de Borbón, tenia el propósito de visitar nuestra histórica ciudad, reunió el Sr. Obispo a las autoridades locales y a personalidades distinguidas de Plasencia; de esta reunión salio nombrada una comisión que tendría que realizar un ímprobo trabajo: el de proporcionar un programa de festejos, o agasajos a la ilustra dama que había de honrarnos con su visita.
El aposentador de S.A. señor Lara llego a Plasencia el día 12 y preparo el hospedaje de la ilustre dama en la fonda de Felipe González, eligiendo las habitaciones del piso principal que dan a la calle marques de la Constancia.
Distinguidas señoras de la aristocracia, se encargaron de adornar y amueblar las habitaciones que habría de ocupar S.A.
La llegada.-
El día 14 de Julio, a las cinco y media de la tarde, salieron en los automóviles de don Pedro Sánchez Ocaña y de Don Rafael García Mora, el Sr. Obispo, don Manuel López alcalde de la Ciudad, el juez de instrucción accidental don Pascual Díaz de la Cruz y el comandante militar, Teniente Coronel don Francisco Oliva, hasta el limite del termino municipal de la ciudad, acompañados también por el señor Gobernador civil de la provincia y su esposa.

A las seis de la tarde, tuvo lugar el encuentro de la augusta viajera, a la quien dirigió una breve salutación el Sr. Alcalde y a quien la Infanta dio las gracias, continuando la marcha a la ciudad; en el cruce de la carretera Cáceres Trujillo, estaban señoras y señoritas de la alta sociedad placentina esperando tener el honor de saludad a S.A. como lo hicieron.
En este lugar la Infanta dejo el automóvil y se traslado al coche de la señora doña Asunción Silva, acompañada del señor Alcalde y de su dama de honor señorita Beltrán de Lis.
En la calle Valdegamas estaban formando filas los niños de las escuelas y muchas personas que no tenían puestos determinados en la comitiva municipal.
El Ayuntamiento, bajo mazas, presidido por el Teniente Alcalde don Rafael García Mora, estaba en la puerta Talavera, y con él estaban los subdelegados de Farmacia y Veterinaria, los oficiales de Telégrafos y Correos, Administrador de Establecimientos benéficos-provinciales, Sociedades de Socorro Mutuos, Profesores del Colegio del Salvador, Maestros de Primera Enseñanza, Gremio de Hortelanos, Caja de Ahorros, Casa Católico Obrera, Circulo Placentino, clero parroquial, la Cruz Roja con su bandera y numeroso público
Los exploradores placentinos, estaban formados en la carretera, a la salida de l a Puerta Talavera, frente a ellos la banda del Colegio de San Calixto.
Numeroso público llenaba la carretera y tola la última parte de la calle Valdegamas, los balcones y azoteas estaban llenas de gente.

 Notas pintoresca del gentío que esperaba a la Infanta, eran nueve preciosas artesanas, que ataviadas con sus artísticos trajes y tocadas con hermosos pañuelos de Manila, para entregarla en manos ramos y canastillos de flores.
Otra nota pintoresca era la estancia en aquel sitio y en primera fila de las parejas los naturales Cabezabellosa, con los trajes típicos y clásicos de ese pueblo, y otras procedentes de Montehermoso, que igualmente vestidos con los trajes típicos, venían también a bailar ante S.A. acompañaba también a estas parejas el tamborilero Mariano Gómez Bautista., pues es la orquesta que utilizan en sus bailes.
Un replique general de campanas anunció la llegada de doña Isabel de Borbón a nuestra ciudad y la banda de San Calixto lanzo al aire la Marcha Real, así como las cornetas de los exploradores, saludaban también a S.A.
El Sr. Gobernador, al frente del Ayuntamiento, seguía inmediatamente el coche de S.A. que recorrió la plaza de la Reina Victoria y por la calle del Obispo Laso, se dirigió a la Catedral donde fue recibida por el Obispo y Cabildo, entrando en el templo bajo palio que llevaban los párrocos de esta ciudad..
Se canto un solemne Te Deum en acción de gracias por la feliz llegada de S.A. desde la catedral se dirigieron a Casa Consistorial.
El Aperitivo.
En el Ayuntamiento, los invitados recibieron a la Infanta en la puerta y la acompañaron al salón de sesiones que estaba adornado de flores y macetas, y en el centro colocada una artística mesa que estaba adornada con tela de los colores nacionales, en la que se sirvió un esplendido lunch por la casa Lhardy de Madrid.
Al salir de este acto, la Infanta no quiso que la dieran el brazo y salió sola del salón, no vio un pequeño escalón y cayo la señora al suelo sin que nadie pudiera evitarlo: la emoción que este incidente produjo entre los asistentes un tremendo susto, temiendo que a S.A. le hubiese ocurrido algún daño, pero la alegría después fue mucho mayor al ver que no había sufrido daño alguno..
Baile Popular.
Antes de subir al coche que le llevaría a la fonda, se organizo un baile por las parejas de Cabezabellosa y Montehermoso acompañado por el tamborilero ya citado en este trabajo. Mucho agradeció la Infanta el baile popular y examinó muy detenidamente los típicos trajes e informándola es señor Alcalde de los detalles de cada una indumentaria que le llamaban la atención.
Pasó después a la fonda y luego que hubo descansado unos minutos para quitarse el polvo del camino, frase de la misma egregia señora., se dispuso la comida para las nueve de la noche.
La Comida.
Sentó S.A. en su mesa a las autoridades y personalidades distinguidas, colocándose a su derecha el Excmo. Señor Obispo, el Gobernador Civil, don Pedro Sánchez Ocaña, don Luis Díaz López y el Comandante Militar Francisco Oliva. A la izquierda de doña Isabel, el alcalde do Manuel López, el juez de instrucción accidental don Pascual Díaz de la Cruz, el teniente alcalde don Rafael García Mora, el secretario de S.A. señor Coello, el señor Gobernador, el señor deán de la Catedral Eugenio Escobar Prieto, el ex-senador don francisco Morales, la señorita Beltrán de Lis enfrente de la Infanta, y entre los señores Morales y Oliva.
Durante la comida la banda del Colegio de San Calixto, toco magistralmente la Gran Fantasía de la ópera Maruza del maestro Vives ye el Canto Árabe del maestro Sellenich, interpretado de manera brillante, que llamó la atención de S.A.
La comida se ajusto al siguiente menú, Consomé, Entremeses (frito de creadillas, ancas de rana y seso ).Legumbres. Solomillo con Champignon, Pollo asados. Uvas al ron, Helados, Yemas de San Lorenzo, pastas variadas. Café, vinos y licores.

Teatro Romero.
A las once de la noche, se dirigieron al Teatro Romero en donde se daba una función de gala en honor a la egregia dama, por las señoritas y los jóvenes placentinos que formaban el notable grupo artístico, que tan buenas noches habían dado en repetidas ocasiones. La Comisión encontró serias dificultades para organizar esta función, porque la bella señorita María Torres Varona y su hermano el joven abogado don Luciano, hijo del notable notario Pío Torres y el joven aficionado don Juan Jiménez Gamonal, hijo del farmacéutico don Juan Jiménez Andrada y sobrino de Arturo Gamonal, no trabajarían por estar de luto; se trataba de elementos indispensables, por sus notabilísimas condiciones artísticas, y los señores de la Comisión asediaron a don Pío Torres y a su distinguida esposa y a Juan Jiménez y a su distinguida hermana Matilde , los cuales accedieron al sacrificio que representaba para ellos el que sus hijos salieran a escena, en las circunstancia que le rodeaba, para que la Comisión pudiera organizar la función en honor de la Infanta, toda Plasencia aplaudió la abnegación del notario don Pío Torres y a la familia Jiménez Gamonal.
La banda de música del Colegio de la Constancia, dirigida por el joven y notable maestro don Rafael R. Duque, saludo a la Infanta a su entrada en la platea, con armoniosos acordes de la Marcha Real, después canto la banda el Canto Árabe, que su Alteza oyó complacidísima y aplaudió con entusiasmo al final; la artística labor del maestro y sus discípulos, los asilados de San Calixto, hizo que el público se levantara y aplaudiese mucho.
Después el joven Juan Jiménez Gamonal, recitó magistralmente una bellísima poesía de salutación a la Infanta, original del conocido poeta don Manuel Revilla Castan, profesor del Colegio del salvador: fue aplaudidísima, pero el autor guardó en mas riguroso incógnito, a causa del fallecimiento de su hija.
La infanta manifestó su agrado a las personas que le acompañaban y expresó su deseo de conocer la composición poética por una segunda lectura.
Se levanto de nuevo el telón, y comenzó la representación de la obra de Benavente de Sin querer.
Patrocinio Gallego hizo el papel de criada complaciente, y sus dotes artísticas, realizadas por su natural belleza dieron un relieve importantísimo al pequeño papel.
La bellísima María Torres hizo una creación de su difícil papel: La preciosa escena con el primo, la hizo bordando el interesante dialogo, con matices de arte puro y exquisito; toda la obra, la interpreto maravillosamente, como siempre que salía a escena- Juan Jiménez Gamonal fue el maestro, un verdadero actor cómico, sintiendo el papel que representaba, como si para él lo hubiese escrito el gran Benavente.
Y Pepe Diez, en su corto papel, corroboró la fama que ya tenía bien ganada de actor eminente, conocedor de los secretos de la escena; todos fueron ovacionados frenéticamente por el público que llenaba el teatro.
Volviose a levantarse el telón, y aparecen el escena Patrocino Gallego y Luciano Torres; se representaba la graciosa comedia el Sexo débil, y los jóvenes hacían de un matrimonio de obreros en que el marido gasta y no trabaja y la mujer trabaja y sufre. Luciano Torres, parecía un verdadero albañil holgazán y autoritario; fue muy ovacionado. Patrocino hizo de una obrerita desgraciada, amante de su marido y sufrida;, al que obliga a trabajar. El público y S.A., la aplaudieron con calor.
María Torres volvió a escena y represento admirablemente su papel de obrera enrgica y dominadora del marido el marido lo hizo Pepe Diez muy bien, lo mismo cuando es dominado por su mujer, que después cuando se ha convertido en amo por virtud del garrotazo.
Seguidamente Juan Jiménez Gamonal, dijo admirablemente el monologo Cuento Inmoral; estuvo Juanito rebosante de gracia y de arte en la magistral interpretación del gracioso monologo; ni un momento dejo languidecer la acción; fue ovacionado muy justamente, y la Infanta la primera en aplaudir al joven y simpático aficionado.
Ocupo la Infanta la Platea numero 2, lujosamente adornada con colgaduras y un hermoso espejo, acompañada de su dama de honor, su secretario y el señor alcalde. En la Platea numero 4, estaba el señor Gobernador Civil con su esposa, el Comandante Militar, el teniente coronel de la Guardia Civil señor Veloso y el ex-senador don Francisco Morales.
Todas las butacas del teatro estaban ocupadas por todos los placentinos que se unió al homenaje de la princesa. El señor Alcalde entrego a la infanta Isabel, a la señorita Beltrán de Lis y al señor Coello, ejemplares de la función impresos en seda.
A la una y media de la mañana se retiro S.A. a la fonda, pidiendo el coche para las nueve de la mañana del día siguiente.

El día 15.
Salió su S.A.R. de la fonda en el coche de doña Asunción Silva, trasladándose a la catedral, donde oyó una misa rezada que dijo el Ilmo. Sr. Obispo.
Dirigiéndose posterior mente al palacio episcopal, donde se celebro a la once de la mañana la recepción oficial en honor de S.A. organizada por el Ayuntamiento y para lo cual el Sr., Obispo había cedido los salones del palacio a la Corporación Municipal.
Desfilaron ante S.A. todas las autoridades placentinas; todo el que ostentaba cargo oficial; todas la Asociaciones y Colegios; los gremios y Corporaciones mercantiles, agrícolas e industriales; y por ultimo los caballeros que no tenían puesto oficial ni Corporación alguna, así como las señoras placentinas que acudieron en gran número.
Visito posteriormente al catedral, con las explicaciones que el señor Deán de la historia local,. En la sacristía vio las ropas, los cálices antiguos, se detuvo a rezar en el altar de la Virgen de la Asunción, que estaba descubierta, y se le dijo que el manto que lucia y el anillo habían sido regalados por su augusta madre la reina Isabel II.
Visitó el altar de las reliquias, el coro, la capilla de San Pablo, el claustro de la Catedral Vieja , la puerta del Perdón etc. De aquí se traslado al Hospital donde fue recibida por el Administrador don Godofredo García Monge y el médico don Ulpiano González, junto a las Hermanas de la Caridad y el personal subalterno, la Infanta admiro el orden y la limpieza del recinto sanitario.
Al salir del Hospital, le llamo la atención el balcón de esquina del colegio de las Concepcionista, entrando en el colegio dende las religiosas le hicieron los honores y las niñas le hicieron a la Infanta una bonita salutación.
Entro después en el Palacio del Marqués de Mirabel, pasando a la iglesia de Santo Domingo, admirándose de la escalera de piedra llamada al aire, por su atrevida construcción, así como el retablo de azulejos talaveranos de la sacristía.
Bajando por la calle Coria, se paro en el colegio de las Amantes de Jesús, con las que converso unos momentos para continuar saliendo por la puerta de Coria y entrar por la de Berrozanas, para dirigirse al convento de las Capuchinas, Josefinas Trinitarias e Idelfonsas, donde oyó algunos rasgos de la vida del Coronel Villalba, interesándose la Infanta por la historia de este placentino que oía de las explicaciones del Deán Escobar Prieto.
Por la calle Pedro Isidro, y continuando por la calle del Rey, se dirigió al Colegio de San Calixto y al Hospicio, donde fue recibida por Luis Díaz ex diputado y las Hermanas de la Caridad actuando como superiora sor Senen, por enfermedad de sor Fulgencia. Allí las hospicianas recitaron unos versos. De aquí bajo al convento de la Encarnación y de este se retiro a la fonda a comer, eran las dos de la tarde.
Acompañada de su dama y secretario, así como de las autoridades de la Ciudad, se sentaron a comer conforme al protocolo correspondiente. Durante el almuerzo, la banda de música del Colegio de san Calixto, tocó la gran fantasía de la opereta Eva y la Tierruca fantasía sobre aires montañeses de Santamaría.
Al Puerto.
A las cuatro de la tarde, la infanta con el Alcalde Manuel López, el Sr., Obispo, el Comandante Militar, don Pedro Sánchez Ocaña, don Pascual Díaz de la Cruz, don Francisco Morales, don Juan Barona, don David Domínguez Martín,, don Pedro Mora, don Isidro Silos, don Fernando Sánchez Ocaña, las señoras de Barona, de Silva, de Ocaña, de Cruz, de Belloso… fueron al santuario de la Virgen del puerto, que la Infanta deseaba conocer.
S.A. subió al camarín, elogiando el estado en que se encontraba la ermita y el cuidado que estaba atendido el culto de la patrona de la ciudad; al capellán le ofreció unos floreros que le digo que necesitaba la imagen.
En el atrio de la ermita se ofreció otro lunch, en el que no falto el champagne.
A las seis y media, regresaron los expedicionarios a San Anton , donde estaban sus sequito esperando para salir en dirección a Bejar Antes de despedirse de don Manuel López, Alcalde de de la Ciudad, le dijo lo agradecida que iba de todos los obsequios recibidos y agasajes que en Plasencia había recibido y le entrego doscientas pesetas para obras de caridad.
Datos extraidos del periodico " EL LIBERAL EXTREMEÑO" Plasencia 22 de Juluio 1916
Fotografias pertenecientes al ARCHIVO J@P@JIM
Jose Antonio Pajuelo Jimenez
                       
                     


miércoles, 27 de octubre de 2010

TERESA MARAVAL TORRES." TERESITA ZAZA".. BIOGRAFIA Y VIDA.

BIOGRAFIA Y VIDA DE TERESITA “ZAZÁ”


TERESA MARAVAL TORRES

Plasencia, día seis de Junio de 1893, eran las diez de la mañana, al principio de la calle la Tea, a la altura del numero nueve, se oía un llanto de tono angelical, que anunciaba a los vecinos el nacimiento de una niña, seria el tercer hijo del matrimonio formado por Francisco Maraval natural de Perpiñan (Francia) contador de ferrocarril e Inocencia Torres natural de esta ciudad. Sus hermanos Gastón y Luciano estaban asustados ante este evento.

Su infancia transcurriría por las callejuelas de los Quesos, Tea, Plaza Mayor y plazuela San Martín. En esta parroquia fue bautizada con el nombre de Teresa Juliana Lucia.

A muchos placentinos, este acontecimiento no les dirá nada, el nombre menos aún, como otros muchos que pasaron a la historia olvidados, pero siempre quedan en el baúl de los recuerdos de “un paisano” “un familiar”, que con su avanzada edad, despertaron en mí el interés por el estudio e investigación, cuando me mencionaron,” no has escrito nada de Teresita “ZAZA”; el despertar de una placentina, que hizo historia en el mundo de las “Varietés”, habia comenzado.

Hoy rescatamos a una de ellas, para la mayoría desconocida, para otros en el recuerdo su nombre “ZAZA”, Teresita, así se la conocía en su infancia dando clase de canto con su prima hermana María Torres, hija del famoso notario de la ciudad Don Pío Torres.

Su alegría, su belleza, su voz, la llevaron al mundo del espectáculo nacional e internacional incluso al mundo de la cinematografía. Fue conocida no solo en nuestro país, sino en la mayoría de los países hispanos americanos, siendo considerada unas de las mejores tonadilleras de la época.

Fue al principio del siglo XX, de gloriosas tardes de toros, de veladas vespertinas en los cafés, con animadas tertulias, los rótulos grandes y luminosas letras con los nombres de las cupletistas de las variedades. El Trianon Palace, considerado como la catedral del género cupletista, situado en la calle Alcalá, anunciaba a esta gran belleza de las variedades selectas.

Empezó su carrera artística en 1912, a los diecinueve años, casi de telonera, igual que Salud Ruiz; pero ella tuvo la satisfacción de verse colocada al poco tiempo del debut como estrella del programa en el “music hall” que la presentase.

Menudita, de pelo oscuro, piel trigueña, con los ojos verdes demasiado claros, demasiado grandes, boquita demasiado pequeña y otros encantos demasiados ocultos, siempre ricamente enjaezada, pues Teresita pertenecía a una familia honorable y pudiente de Extremadura, fue una de las muñecas del arte frívolo más envidiada por las princesas de la media noche, que acudían al Trianon para sisearla prudencialmente, acompañadas de pollastres desahuciados por Zazá.

Estrenó y popularizó la “Hora del Té”, tango al estilo argentino de Álvaro Retama y Ricardo Yust. En medio de un ambiente desbordado, cosechando al final, hurras, bravos y otras interjecciones salidas de gargantas resecas por la sed. Decía así;
Desde hace poco en los salones elegantes

nuestras damitas con los pollos mas pimpantes
hacen locuras,
casi diabluras
bailando un tango que mas bien es un fandango.
En un rincón las cuarentonas cuchicheaban
Y las parejas arrullándose tanguean;
Es una cosa, muy linda y muy curiosa
Entrar en los salones
sorprendiendo un tango-te.
Dicen que el tango es de una gran languidez.
Y en el infierno Lucifer ha de abrasar
A quien llegue a bailar
Tan grave ordinariez-

En 1913, Teresita Zazá tenía en su repertorio una canción con la letra de Álvaro Retama que concluía diciendo “Y las niñas ya no entregan, a su galán su corazón, si no saben enamorarlas, entonando el Alirón”. Esta coplilla, en Bilbao, coincidió con los éxitos del glorioso Atlétic en aquella época. Y el público, entusiasmado de los triunfos de los leones, adapto la canción a su manera; “Aliron, Aliron, el Atletic es campeón”.
Esto se cantó por primera vez en pleno centro de la calle San Francisco, en el entrañable salón Vizcaya, y si el viejo San Mamés era entonces la “catedral del futbol, el salón Vizcaya, era la “Catedral de las Varietés”.
Grande fue la sorpresa de Teresita Zaza, cuando el público a levantarse le rectificó el estribillo final, obligándola además a cantarlo con él, tan rotunda aceptación y clamoroso éxito de la tonadillera, que decidieron reescribirla los autores de la coplilla, música de Gaspar Aquino y letra de Álvaro Retama, para las glorias de la gesta deportivas del Atletic Club que acababa de inaugurar el San Mamés.

En 1915, llega a Argentina, donde se desarrolló la etapa más importante de su carrera, como señala Osvaldo Sosa, explotando su elegancia, discreción e ingenuidad.
Buenos Aires era el polo de atracción de artistas de todas las variedades, y sobre todo del personal femenino de Tonadilleras, esas que cantaban tonadillas , que poseen una letra y una música, que por su carácter alegre y juguetón, consiguieron verdadero revuelo entre el publico de la época.
Teresita pasó casi nueve años teniendo más éxito y reconocimiento en Argentina que en su país de origen, gozando siempre del favor del público.
Durante su labor en Buenos Aires, Luis Martínez Serrano, fue el pianista oficial de la famosa cupletista quien le estreno todos sus tangos: ¡Hijo mío!,”Pajarito Cantor”, “Presentimiento”,”! Mujercita mía!” !Pobre madre!”. Las composiciones de Luis abarcaban todos los ritmos.

¡“VA A EMPEZAR LA SECCCION DE ZAZA”!. Así rezaba el cartel que a la entrada del Pasaje del Teatro Florida, sostenía media hora antes un botones con llamativo uniforme carmesí, mientra un timbre implacable reforzaba con si estridencia la atracción del anuncio, innecesario, por otra parte, pues Teresita contaba con legiones de adictos entusiastas e infaltables. Por tal causa, el “five o`clock” se convertía en “four” o`clock tea” en las confiterías cercanas. Todo menos llegar tarde a aquella placentera cita con quién habría que corresponder luego generosamente, en la entrega de su arte y de su gracia, al azorado afán de puntualidad.
Sus “manolas” alardeaban su esplendor en medio de su majeza.

Hola, manola manola,
cualquiera te tose a ti;
es tu belleza, tórtola,
digna del propio Madrid.


OPORTUNIDADES EN QUE TERESITA ZAZÁ Y GARDEL COMPARTIERON ESCENARIO
1916:
10 al 24 de febrero. En el Teatro ODEÓN de Mar del Plata. Gardel y Razzano comparten los aplausos con la actriz Orfilia Rico, la bailarina gitana Pastora Imperio y Teresita Zazá.

26 de setiembre. En el Teatro SPLENDID se concreta la tercera velada a beneficio de la escuela gratuita de Nuestra Señora de la Consolación, en la que participan los bailarines franceses “Los Demos”, la tonadillera Teresita Zazá y el dúo Gardel-Razzano.
1917:
El 10 de mayo. En el Teatro MARCONI se ofrece una función extraordinaria por las cien representaciones de la opereta “La Duquesa del Bal Tabarín” y dedicada al adaptador del libreto, don Julio Escobar. Contribuyeron con su arte: las tonadilleras Teresita Zazá y Manola Rosales, la bailarina Rosario Guerrero, la tiple Steffi Csillag, el actor Roberto Casaux y el dúo criollo Gardel-Razzano.

El 30 de julio. En el teatro AVENIDA –Avda de Mayo 1222- se lleva a cabo una gran fiesta organizada por el diario “Crítica” en la que toman parte, además de la compañía que actúa en el teatro, los siguientes artistas: Teresita Zazá, “La Satanella”, Inés Berutti, los Negri-Appiani, Carmelita Ferrer, Antonia Costa, Emilia Benito, Mercedes Alfonso, Delia Rodríguez, los Gardel-Razzano, Pancho Aranaz, Linda Thelma, Olinda Bozán, María Esther Pomar y el tenor Lafuente del Teatro Colón.

El 20 de agosto. En el Teatro COMEDIA se concreta una velada en honor de la primera actriz Carmen Jordán. Ofrecen su concurso: Teresita Zazá, Emilia Benito, Anita García, Rogelio Juárez, el dueto criollo Gardel-Razzano y la compañía del Teatro Nuevo interpretando “La fuerza ciega” del Dr. Martínez Cuitiño.
1918:
El 11 de junio. En el Teatro EMPIRE se realiza una velada para recaudar fondos para la Caja Social de la Asociación de Empleados Municipales, participando en la ocasión: los cantores Gardel-Razzano, el imitador Bernardi, Teresita Zazá, Enrique Muiño y la Banda Municipal.

El 28 de junio. En el Teatro NUEVO tiene lugar por la noche un programa extraordinario en honor y a beneficio de la cancionista Pepita Avellaneda. Concursan, entre otros, las señoritas Rosario Pacheco, Teresita Zazá y “La Malagüeñita”; y los señores Gardel, Razzano, Rogelio Juuárez y Miguel Lamas.

1919:
El 12 de agosto. En el Teatro AVENIDA, por la tarde se lleva a cabo un festival extraordinario, organizado por las Sociedades Argentina e Internacional de Actores, en homenaje y beneficio del gran actor Pablo Podestá, que se halla recluido en una clínica de enfermos mentales. El acto que dura cinco horas, incluye, luego de un discurso alusivo de Enrique García Velloso, el segundo acto de “La Malquerida” de Jacinto Benavente, interpretada por la compañía de Guerrero-Díaz de Mendoza; un acto de concierto por los artistas líricos de los teatros Colón y Coliseo; el sainete “Los disfrazados” de Carlos Mauricio Pacheco, representado por destacados elementos de la escena nacional; monólogos por Camila Quiroga, Angelina Pagano y Florencio Parravicini; tonadillas por Teresita Zazá; bailes por Antonia Mercé (“La Argentinita”) y un número de canciones por el dúo Gardel-Razzano.

16 de octubre. En el teatro NUEVO se realiza una función extraordinaria en honor de José Antonio Saldías, autor de la obra “Delirios de grandezas”, que ha superado las ciento sesenta representaciones. Además de ésta, se brinda en la ocasión, del mismo autor, el primer acto de “El caballo de bastos”, interpretada por las actrices Parody, Palomero, Olinda Bozán y los actores Ratti, Constanzó, Simari y Fregues. Animan los actos, el dúo Gardel-Razzano y Teresita Zazá.

1920:
El 17 de noviembre. En el Teatro NACIONAL, por la noche, con motivo de celebrar los Cronistas de Turf su fiesta anual, se ofrece este programa de variedades: diálogo por los actores Simari y Cantelo; caricaturas relámpago por el dibujante Taborda; canciones por Inés Berutti; concierto de guitarra por Mario Pardo; tonadillas por Teresita Zazá; temas criollos por Gardel-Razzano; monólogo por Roberto Casaux; canciones por Pierrette Fiori; diálogo por Irene López Heredia y Ernesto Vilches; parodias por José Duarte y monólogo por Florencio Parravicini.
1923:

El 2 de febrero. En el Teatro FLORIDA –Galería Güemes- se ofrece una función en honor y a beneficio de la danzarina española Carmelita Delgado. Participan: la Rondalla del Círculo Aragonés, María Blasco, Gardel-Razzano, los Chisperos, Teresita Zazá y la propia homenajeada.

El 26 de julio. En el Teatro FLORIDA de la Galería Güemes se produce el debut del dúo y de Teresita Zazá; artistas que comparten los aplausos de la concurrencia, hasta el día 15 de agosto.
En este año da por finalizada su estancia en Buenos Aires, para comenzar la gira artística, en Lima (Perú), prosiguiendo por Panamá, la Habana (Cuba), Ciudad de México. En el Regis, Teatro, ubicado en Av. Juárez, en una de las construcciones anexas al hotel de mismo nombre, fue inaugurado el 14 de junio de 1924 con la presentación de la cupletista Teresa Zazá, algunos números de variedad y exhibiciones cinematográficas. Con capacidad para alrededor de mil espectadores, funcionó casi al mismo tiempo para temporadas teatrales y exhibiciones cinematográficas.

Regresa a Cuba, la Habana., para volver a su país natal. Eran los meses finales del año 1926

1927: El 20 de Febrero reaparece en España, (Barcelona) en el Principal Palacio. Posteriormente se trasladara a Madrid actuando en el Romea y en Teatro maravillas, donde dará por finalizada su carrera como cantante el 22 de Mayo. Y a partir de esta fecha fija su residencia en Madrid.

En 1929: Debuta como actriz cinematográfica en la Película “la del Soto del Parral”, adaptación de la zarzuela, estrenada el 8 de Abril en el cine Callao de Madrid. , con José Nieto y Carranque de los Ríos en los principales papeles.
Reyes Gerona, critico cinematográfico de la época dice en sus comentarios que se había hecho una magnifica película que había dirigido con gran acierto León Artola y obtenido una fotografía perfecta.
La ingenuidad hechizadora, con aquellos ojos verdes que iluminaban su cara de ovalo gracioso, se retiraba muy joven del teatro, por matrimonio, alejándose del mundanal ruido.
La Zazà se convirtió al poco tiempo de su debut en “la mimada de las familias”, elegante, graciosa, discreta y además “ingenua” por autodeterminación.

El resto de su vida estuvo entregada a su marido e hija, compartiendo la alegría de sus nietos Daniel y Teresa y en sus momentos de evocación, cariñosamente se transportaba al mundo del espectáculo de las varietes, de los amigos que formaron parte de su vida, y estoy seguro que de aquellos placentinos que la recibieron varias veces en su ciudad natal, donde actuó en el Teatro Romero, dejando una huella imborrable en los que hoy día aún la recuerdan. En una de su estancia en Barcelona, falleció el día 23 de enero de 1980.


BIBLIOGRAFIA.

Todo Tango. Los Autores. Luis Martínez Serrano.

Historia del Arte Frívolo. Ed. Tesoro. Álvaro Retama 1964.

Aquel Madrid del Cuplé. Ed. Avapies. Madrid 1988.José López Ruiz

Historias del Cine español. Tomo I. Madrid 1965.

HISTORIA ARTÍSTICA DE CARLOS GARDEL, ESTUDIO CRONOLÓGICO de Miguel Ángel Morena. Editorial Corregidor, Bs. As., 1998

Publicado el 27 de Octubre 2011


Agradecimientos. Daniel y Teresa Riu Maraval. Ana Turón. Piedad Torres de La Calle. Luis Maraval y a su esposa Charo.
Jose Antonio Pajuelo Jimenez


jueves, 9 de septiembre de 2010

D.FRANCISCO DE JESÚS VALVERDE LUENGO.-

PRESIDENTE DE LA A.C.P. “PEDRO DE TREJO” Y MEDALLA DE ORO DE EXTREMADURA, CRUZ DE LA ORDEN CIVIL "ALFONSO X EL SABIO".


Desde este bloc, la Voz de Mayorga, queremos hacer pública nuestra felicitación a don Francisco, (para todos Paco Valverde), por la labor que a través de los años ha realizado en pro de la defensa de las personas discapacitadas y de la cultura.



Para los “Trejanos” es un orgullo que su Presidente, ostente el más alto galardón de la región extremeña.

Así mismo hacemos público el esfuerzo que durante estos últimos 15 años ha realizado en la, casi, refundación de esta añosa Asociación, pues cuando se hace cargo de la presidencia no se realizaban ningún tipo de actividades en la misma.
Gracias a su esfuerzo y a las personas que le apoyaron en la idea de sacar adelante esta institución, hoy está plenamente activa y llena de proyectos para el futuro.


Biografía de Francisco de Jesús Valverde Luengo.-


Nació en Plasencia (Cáceres, Extremadura) el 3 de septiembre de 1943. Realizo sus estudios de primaria y bachillerato elemental en el Colegio Marista de San Calixto en Plasencia y el bachillerato superior y preuniversitario en el Instituto Gabriel y Galán, también de Plasencia. Curso la carrera de magisterio en Cáceres y en octubre de 1964 obteniendo la plaza de maestro por oposición siendo destinado a Constantina (Sevilla) donde pone la excedencia para ocupar la plaza de maestro en el Colegio Marista de San Calixto en Plasencia, donde permaneció hasta enero de 1973, reingresando en el magisterio como funcionario por Sevilla capital. Por concurso de traslado obtiene la plaza en el Colegio Público Ntra. Sra. de Fátima de Galisteo en septiembre de 1973, donde permaneció ejerciendo la dirección del mismo hasta septiembre de 1991, en que se traslada al Centro de Educación Especial Ponce de León de Plasencia a la plaza de especialista en Audición y Lenguaje, que compagina con la Dirección.
Es especialista en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje (logopedia).
En 1979, fue fundador del movimiento pedagógico Semanas de Extremadura en la Escuela, siendo Coordinador de dicha actividad en Galisteo, y organizador de las Convivencias Regionales en 1983 en Plasencia y en 1987 en Galisteo.
En los primero momentos de la innovación educativa participó tanto en las escuelas de verano de Extremadura como en los CEIRES (Centros de Intercambio y Renovación Educativos) precedentes de los Centros de Profesores y Recursos, en 1984, en la zona de Galisteo. Fundó, en 1974 el periódico escolar LA PICOTA en Galisteo, que hoy ostenta el título de periódico escolar decano de Extremadura. Posteriormente, ya como Director del CEE Ponce de León de Plasencia, también fundó el periódico escolar NOSOTROS TAMBIEN…


Dado su interés por la comunidad escolar y creyendo en la importancia de la participación de los padres en el Centro educativo, ha pertenecido y presidido las AMPAS de los Centros donde han estudiado mis hijas y en septiembre de 1987 fue elegido Presidente de FREAPA CP ( Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Padres y Madres de Centros Públicos).


En 1987 conseguimos que el Centro Ntra. Sra. de Fátima de GALISTEO, fuera centro de Integración escolar, comenzando en esa época su colaboración con el colectivo de la Discapacidad Intelectual, a través del Asociacionismo.


En otoño de 1990 participó en la fundación de AIDEX, Asociación para la Investigación y Desarrollo Educativo en Extremadura, cuya primera actividad pública fue celebrar las I Jornadas Logopédicas Ciudad de Plasencia.


En 1991 fue elegido por primera vez presidente de la Asociación pro Discapacitados Intelectuales PLACEAT de Plasencia, puesto que continúa ostentando en la actualidad.
Es coautor de los libros escolares EXTREMADURA EN LA ESCUELA CICLO INICIAL Y CICLO MEDIO, así como del libro EXTREMADURA EN AMERICA


En 1994 participó en el grupo de docentes que en colaboración con la Consejería de Educación redactó las bases de lo que posteriormente daría lugar al Currículo de la Escuela Extremeña.


Dentro del movimiento asociativo, ha presidido en dos ocasiones la Federación Extremeña de Asociaciones Pro Discapacitados Intelectuales FEAPS EXTREMADURA, de 1995 al 99 y de septiembre de 2007 a noviembre del 2008. Como tal en 1996 asistió en Santiago de Chile al Congreso Internacional sobre Inclusión Educativa.


 

En julio de 1.988 participó en unas jornadas de la CEPAL en Santiago de Chile, aportando la experiencia pedagógica de las Semanas de Extremadura en la Escuela.
Como actividad pedagógica realizada con los alumnos aportó la iniciativa de realizar anualmente Marchas Andando por Extremadura, como las llevadas a cabo en 1989 desde Galisteo a Valencia de Alcántara, en 1990 de Galisteo a Montijo y en 1991 desde Galisteo a Tornavacas. Todas basadas en proyectos educativos. Y en 1993 desde el CEE Ponce de León, desde Plasencia a Serradilla, con alumnos con necesidades educativas especiales, todas coincidentes con las fechas de celebración de las Semanas de Extremadura en la Escuela.

Esa experiencia la trasladó a la Asociación Placeat, habiendo realizado desde 1.992, Marchas Andando anualmente a lugares como El Monasterio de El Palancar, Yuste, Guadalupe, Arco Romano de Cáparra, Santiago de Compostela (veranos de 2002, 2003, 2004) Fátima Portugal, recorrido por la cuenca del Río Jerte, recorrido por la Comarca de la Vera, Sierra de Gata, desde Plasencia a Valverde del Fresno.


Ha organizado desde Plasencia la Convivencia Final de los JEDES (Juegos Extremeños del Deporte Especial) en 1992, 1996, 2002 y 2007, teniendo solicitada con aprobación del Excmo. Ayuntamiento de Plasencia la próxima edición de 2011.
Fuera de la Escuela y del mundo de la discapacidad fue fundador en 1980 de la Cofradía Extremeña de Gastronomía, y en la actualidad desempeña el cargo de secretario.
En 2003 colaboró en la fundación del Ateneo Ciudad de Plasencia y el Club UNESCO del norte de Extremadura. Desde el año 2004 presido la Asociación Cultural Placentina PEDRO DE TREJO, decana de las asociaciones culturales de Extremadura (1.942).
En julio de 2008 fue elegido presidente de FUTUEX (Fundación para la Promoción y Apoyo de las Personas con Discapacidad) habiendo sido desde su fundación en 2001 Patrono perteneciente a la Comisión Ejecutiva. En abril de 2007 participó en Buenos Aires y en Mar del Plata al Congreso Iberoamericano sobre Derecho y Discapacidad, al igual que en noviembre de 2008 en Santiago de Chile. En octubre de 2009 ha participado en el Congreso de la FIEALC en Atenas aportando la experiencia sobre discapacidad que desarrollamos desde FUTUEX y en Extremadura. En julio de 2010 ha sido ponente en la Escuela de Verano del Consejo General del Poder Judicial en el Pazo de Mariñán en La Coruña.

Fue desde septiembre de 2007 a noviembre del 2008 vicepresidente del CERMI EXTREMADURA.
Su participación ciudadana le llevó desde 1995 a 1999 a pertenecer a la Corporación Municipal de Plasencia como concejal portavoz del Grupo Municipal Socialista.
Estando formando parte de las distintas organizaciones e instituciones mencionadas algunas de ellas han recibido el galardón de la MEDALLA DE EXTREMADURA, así LA SEMANA DE EXTREMADURA EN LA ESCUELA, FEAPS EXTREMADURA (entonces FASEX), LOS JEDES Y EL CERMI EXTREMADURA.


El viernes 30 de julio de 2010 se le  concedió por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de Extremadura LA MEDALLA DE EXTREMADURA a título personal (DOE nº 150, de 5 de agosto de 2010).


Los datos de su vida familiar son, casado con Isabel García Herrero desde diciembre de 1967 y padre de dos hijas Ana Carolina de treinta y siete años, lesionada cerebral, e Isabel (Isel) médico pediatra especialista en UCI Pediátrica.

 Profesionalmente en sus últimos años de profesión dirigió el C.E.E PONCE DE LEON de Plasencia.

Como resumen, diremos que su vida gira alrededor de la letra E, de ESCUELA, EDUCACION ESPECIAL, EXTREMADURA, ESPAÑA Y EUROPA, dado que sus actividades tanto profesionales como participativas y ciudadanas se están moviendo continuamente en esos parámetros.

Se le concedió el ingreso  en la Orden Civil de Alfonso X el Sabio con categoría de Cruz. La Orden de Civil de Alfonso X el Sabio se destina a premiar a las personas físicas y jurídicas y a las Entidades tanto españolas como extranjeras, que se hayan distinguido por los méritos contraídos en los campos de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia y la investigación o que hayan prestados en cualquiera de ellos en España o en el ámbito internacional. B.O.E. 3 de agosto de 2021 (Ministerio de Educación y Formación Profesional, secc. III, Pag. 94547).

José Antonio Pajuelo Jiménez -Pedro Luna Reina.

                                                       "CREANDO CULTURA"




                 







 

viernes, 3 de septiembre de 2010

LA PRESA PLACENTINA DEL SIGLO XIX.

LA PRENSA PLACENTINA EN EL SIGLO XIX.

No se disponía de ninguna información de que se publicara algún periódico anterior al año 1855, fue fruto de la casualidad el Sr. Paredes Guillen encontró sirviendo de tapas de un libro encuadernado en pergamino, un numero de La AURORA periódico doceañista en que nuestros antepasados defendían la constitución de 1812 y la labor de las celebres cortes de Cádiz, su portada data del domingo 6 de diciembre de 1821, numero 6 de Aurora Patriótica de la Alta Extremadura. En el texto se aprecia la parte activa que tomaron los placentinos de principios del siglo XIX en la defensa y propaganda de las entonces ideas constitucionales y también el amor de Plasencia y su tierra, que sentían aquellos ilustrados Poco después de mediado del siglo XIX durante el reinado de Isabel II y al frente de los negocios públicos el general Espartero, nuestra ciudad natal comienza a dar sus primeros pasos en la edad moderna en lo que se refiere a la prensa periódica. Aparece el un periódico semanal titulado el Valle y Vera, defensor de los intereses materiales de toda esta región.
El director y fundador de este semanario que inauguró la prensa placentina fue don Juan González Hernández perito agrimensor y director de caninos vecinales, escritor que se distinguió por sus campañas en defensa de Plasencia y su comarca.
Vivió el Valle y Vera hasta 1857 y desde esta fecha hasta 1860, o sea en tres años no se publico en Plasencia ningún otro periódico.
En el año 1860 comenzó la publicación del Boletín Estadístico del Obispado de Plasencia, periódico oficial que sale a la luz cuando disponía el Prelado.
En 1867, el citado Don Juan González comenzó a publicar la Gazeta Agrícola, periódico quincenal dedicado al fomento de la Agricultura, Industria y Comercio; al finalizar el primer año de esta revista, la completó con la aparición del Boletín de Noticias de la Gazeta Agrícola, también quincenal, alternando con la Gazeta.
En 1868 apareció El Demócrata, dirigido por el mismo Juan González; este periódico se llamo después el Cantón Extremeño y desde el año 1869 fue su director y propietario don Evaristo Pinto Sánchez; fue más tarde El Extremeño y volvió a cambiar de nombre, para volverse a llamarse el Cantón Extremeño hasta 1896 en que deja de publicarse.
En 1869 se publicaron en Plasencia varios periódicos; el Mosquito periódico satírico que dirigía el conocido historiador placentino Alejandro Matías Gil, autor de las siete Centurias de la ciudad de Alfonso VIII; El Tío Lilailas salía a la luz cuando quería y podía, en uso de sus individuales derechos; así decía el cabeza de este periódico, que hizo las delicias de los placentinos de su época, y cuyo único redactor conservó el inédito de modo riguroso, dando con ello mayor interés a la festiva publicación; era este redactor el ilustrado profesor de instrucción primaria D. José María Diez Olivares, cultísimo e ingenioso escritor, que vertía sus agudezas en las cuatro paginas del Tío Lilailas, y con ellas se regocijaban los placentinos de la época; La opinión era otro periódico de la misma época, periódico político que publicaba D Eusebio Carvajal.
En 1870 apareció otro periódico satírico, que tenía la redacción en Villanueva de la Vera, titulabase Los Neo sin Careta y era el director y propietario, el ilustrado sacerdote D. José García Mora.
En 1880 apareció el Eco Lusitano, revista semanal científico literaria que dirigía don Manuel de la Rosa.
En 1881, en Julio vio la luz pública el número primero del Norte de Extremadura, periódico político liberal, que administraba don Antonio Elvira, y en el que se ve la firma de D. Juan Moreno.
La Voz de Plasencia, semanario político, apareció en Marzo de 1883, siendo el propietario fundador D. Ramón Delgado Vera, el director D. Pompeyo Beltrán y el administrador D. Eduardo Monge.
En 1885, comenzó a publicarse un semanario político titulado El Látigo, su propietario fundador fue D. Mariano San José Herrero.
Llegamos al año 1888, año que fue accidentado para la vida de nuestra ciudad; en este año apareció El Noticiero, periódico defensor del llamado partido campista, o sea, los partidarios del muerto resucitado; este semanario lo redactaba el sacerdote la S.I. Catedral D. Benigni Carral. Apareció también a finales del mismo año El Centinela, semanario no político del que era director y propietario, el conocido librero y tipógrafo placentino D. José Hontiveros.
Estos dos seminarios, así como El Cantón Extremeño en los años 1888 y 1889, llenaron sus columnas con los relatos del juicio oral celebrado en Plasencia para juzgar al llamado muerto resucitado, a quien algunos calificaban de impostor y otros defendían por creerle el verdadero Eustaquio Campo.
Las conmociones populares de esta cuestión, dieron a los periódicos locales materia suficiente para llenar sus columnas con sensacionales artículos, que los placentinos leían con avidez.
Muerto El Noticiero, apareció en 1890, La Defensa de la Verdad, que defendía la causa del muerto resucitado, asegurando que era el autentico Eustaquio Campo Barrado.
En 1891 apareció El Escudo de la Fe, semanario católico que redactaba varios ilustrados sacerdotes y se publicaba con licencia eclesiástica.
En 1894 comienza a publicarse y no pasó del año, pues murió en el, una revista decenal ilustrada que dirigía don Julio Valls y se titulaba La Derecha del Tajo.
En 1895, apareció el Eco de Plasencia, periódico decenal que sostenían varios placentinos que defendían la política del Marqués de Mirabel. En el mismo año comenzó la publicación de El Lío, periódico semanal que redactaba D. Eduardo García Monge. En el mismo año coincidiendo con la aparición del Eco de Plasencia, se despidió de sus suscriptores el Cantón Extremeño, después de veintisiete años de publicación.
En 1896 comenzó a publicar el farmacéutico de Plasencia D. Joaquín Rosado, una revista mensual titulada Boletín Médico Farmacéutico Extremeño, dando nacimiento al órgano oficial en la provincia de Colegio de Farmacéuticos. Plasencia Ilustrada fue un semanario relámpago del que solo se publicaron cuatro números en el verano de 1897. La Bandera Regional periódico republicano federal, se publicó por primera vez en 1897, cesó cuando la guerra con América y vo1vió a publicarse en 1899.
En 1898 comenzó a publicarse La Crónica de Plasencia que murió, en 1899. En Agosto de 1899 comenzó publicarse El Nieto de Mayorga, que murió en Enero de 1900.
En 1899 apareció. El Dardo periódico semanal independiente.
A principios de Septiembre de 1901 vio la luz pública El Correo Placentino, semanario independiente que murió en fin del mismo año. En Mayo de 1902 vio la luz pública el primer número de Plasencia Artística, revista decenal ilustrada, la dirigida por D. Pedro Muñoz y D. Manuel Diez: esta revista dejo de editarse el mismo año. En 1903 comenzó á publicarse La Aurora, revista quincenal, científica y literaria, dirigida por D. Felipe Lafuente, director del Colegio de San Francisco, dé segunda enseñanza esta revista solo vivió el año escolar.
En Julio de 1903 apareció El Cruzado Extremeño, semanario que se publicaba con la aprobación de la censura eclesiastica.
En este mismo año el partido republicano placentino, determino publicar un semanario y, por indicación de de uno de los individuos más ilustrados de ese partido, se le puso el titulo de El Buscapié: pero no estando conforme con este título todos los interesados en su publicación cambiaronle por el de La Unión, con el cual nombre se publicó. En enero de 1904 apareó El Liberal. Semanario político, órgano del partido liberal democrático de Plasencia; este semanario murió en Mayo del mismo año.
En 25 de Abril se publicó el número, 301 de El Dardo, y, por disposición de su propietario el joven abogado. D Fernando S. Ocaña, cesó la publicación de este semanario qué fundaron en Julio 4e 1899 varios jóvenes entusiastas do Plasencia.
Hubo otros periódicos de los que tenemos poca información, pero al menos los mencionamos, por si algunos de los lectores disponiese de alguna información nos las facilitara.Ellos fueron El Diluvio, El Ateneo Placentino, El Relampago, La Situación... Estáis en un blogs abierto, por si queréis participar añadiendo alguna información para estos apuntes que publicamos.
            

Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina

                                                      "CREANDO CULTURA"

















































martes, 17 de agosto de 2010

JOSE BENAVIDES CHECA. SU OBRA-PARTE II.


Quien a  lo largo de tantos años, habiendo estado zambullido en los estudios de investigación, por necesidad vital había que lanzar al público algo que durante mucho tiempo había ido almacenando en sus fichas y apuntes. Hoy hacemos un resumen de las obras más importantes de la historia de nuestra noble Ciudad.
EL FUERO DE PLASENCIA
Publicado por el Ilmo. Sr. D. José Benavides Checa, con un discurso preliminar del Ilustre Sr. Dr. Don. Daniel Bejarano [Escudo del Papa León XIII]. Roma, tipografía de M. Lobesi, 1896. —3 hojas preliminares, + 216 págs. + 2 hojas. – Destaca entre todas la publicaciones del Chantre de Plasencia esta edición del fuero municipal por dos ratones: por la importancia misma que la obra tiene para la historia del derecho español de la edad media, porque ha sido el libro que más renombre dio al autor, a pesar de haber sido muy escasos los ejemplares que han circulado por el mundo literario. Ambas razones nos empujan para alargarnos algo en el comentario.
No fue Benavides el primero que puso los ojos en el manuscrito foral que se guardaba en el archivo del Ayuntamiento. Antes que él, Alejandro Matías Gil, popular historiador de su ciudad natal, pero carente de la adecuada preparación sólida y científica, debió  verlo, hojearlo y trascribirlo. Esto parece indicar Díaz y Pérez, amigo de Alejandro Matías, entre cuyas obras inéditas menciona El fuero de Plasencia. De noticias tan sucintas no podemos deducir si a la trascripción del fuero municipal añadió Matías Gil algún comentario. Lo cierto es, que limpio o comentado, ni Alejandro Matías en vida, ni sus hijos y herederos después de su muerte, ocurrida en 1889, editaron jamás este monumento jurídico de Extremadura.
Si conoció Benavides la obra de Alejandro Matías, como alguien, interesado, nos aseguró verbalmente, no es asunto que podamos hoy dilucidar, ni discutir siquiera, porque carecemos de los datos suficientes. Lo cierto y positivo es que el fuero municipal placentino fue dado a la estampa por el Chantre Benavides. La impresión terminó con un  incidente, que resultó cómico, aunque pudo ser trágico.
Para editar este libro concertase Benavides con Michelle Lovesio, uno de tantos impresores como entonces había en la ciudad de Roma. Ambos de acuerdo, estipularon las condiciones de la edición. La imprenta recibiría por cada pliego o cuadernillo sesenta liras y como los pliegos en total eran catorce, montaban ochocientas cuarenta liras de precio global. Adelantó Benavides ochocientas treinta liras, comprometiéndose a satisfacer las restantes cuando recibiera el libro ya impreso. Pero estando Benavides en Plasencia, a muchas leguas de Roma, llevándose por la codicia el impresor italiano, y, sin reparo ni vergüenza alguna, se dirigió epistolarmente al Obispo de Plasencia, él ejemplar y severo Don Pedro Casas y Souto, acusando al Chantre de estafador, reclamándole más de trescientas liras, y amenazando para el caso en que se negara a pagar esta cantidad, con acudir al Procurador del Rey, y, lo que era peor, con promover un escándalo en la prensa de Roma, por aquellos días turbulentos de fines del siglo XIX, en su mayor parte rabiosa de feroz anticlericalismo.
                 No era el Chantre placentino hombre que cediera fácilmente a las amenazas, ni que presto se acobardase antes los peligros; antes al contrario parecía crecerse en las mismas dificultades. Comprendió que la mejor manera de solucionar aquel improvisado e inesperado conflicto era presentarse en Roma, y ni corto  ni perezoso, allá se encaminó y en Roma se presentó por el mes de mayo de 1897. Poner los pies en la ciudad y dirigirse a la Embajada de España, para entregar al Embajador los documentos que comprobaban su inocencia. Recibiole afectuosamente y le ofreció toda su protección el diplomático español conde de Benomar, que habiendo llamado a su presencia a Lovesio, le obligó a retractarse, primero de palabra ante Monseñor Benavides, y después por escrito, en comunicación dirigida al mismo Embajador de España en el reino de Italia. Así quedó zanjado aquel incidente, en el cual, de no mediar la pronta decisión del injuriado, pudieran haberle sobrevenido, si no. funestas, sí molestísimas consecuencias.
  La edición casi íntegra del fuero municipal, fue a dar en la Biblioteca Antikariense, que por aquellos días fundó Benavides, en el colegio de Trinitarios españoles y poquísimos ejemplares, salvo los que el autor trajera consigo, han llegado a España. Rodando los años, y alternando los estudiantes trinitarios con sus compatriotas del Pontificio Colegio Español de Roma, en la Universidad Gregoriana, supieron algunos alumnos placentinos de la existencia de este libro, desconocido en su Diócesis de origen, a la que tan de cerca afectaba. Como obsequio, y obsequio de escaso valor, les era donado por sus condiscípulos trinitarios, y de este modo en las incipientes bibliotecas placentinas, rara vez faltó un ejemplar del fuero de Plasencia, que al fin emigraba con los alumnos a tierras de Extremadura, y engrosaba el corto numero de ejemplares habidos en la ciudad del Jerte. He aquí la razón por qué este códice legislativo, uno de los primeros fueros publicadas entre los españoles apenas si ha circulado por la misma tierra de Plasencia. En 1946,a instancias del Ayuntamiento de la ciudad, quisimos averiguar el paradero definitivo de esta e obra, que suponíamos olvidada y arrinconada en la Biblioteca Antikariense; pero cuando a nuestro paso por Roma, y en busca de noticias  placentinas, acudimos al Colegio de los misioneros Trinitarios de Vía Qualtro Fontane, ninguno de los religiosos que allí moraban, supo  darnos razón de la existencia del libro, ni del tiempo o forma en que  hubiera desaparecido.
 Por esto nos permitimos describir la edición de este libro de Benavides, tal y como está en el ejemplar de nuestra biblioteca particular, obsequio, que públicamente agradecemos al párroco de Cabezuela del Valle (Cáceres), don Florencio Sánchez Pavón.
               Tras la portada están: amplia dedicatoria latina al Sumo Pontífice Le6n XIII (2. hoja preliminar); carta gratulatoria que suscribe el Cardenal Rampolla, Secretario de Estado de Su Santidad (pág. 2); el plano de Plasencia en 1.200, ideado por don Vicente Paredes; dibujo  del Municipio, o “Casa cíe las Gradas” en el siglo XVI, al que acompaña la inscripción “Senatus Pópulos Que PIaçentinus” ; el imprescindible, prefacio del editor al lector; extenso discurso preliminar del abogado extremeño don Daniel Berjano  y la reproducción fotográfica de la primera página del manuscrito.
El texto, del fuero ocupa las páginas 23-167 inclusive. Al final van las notas ; estadísticas religiosas de pilas que había en  el Obispado los años 1589 y 1879; de los moriscos y esclavos que moraban en la Diócesis de Plasencia en 1589; y de los vecinos que contaban en 1571 Plasencia y su tierra, Trujillo, Bejar, y los pueblos del señorío; diversos documentos, referentes a la historia de Plasencia; un vocabulario para entender más fácilmente muchas palabras usadas en el fuero; la lista de Obispos y Dignidades que hubo en la Catedral  y otra de varones ilustres del Obispado. Cierran el libro tres documentos, salidos de la mano del mismo Benavides. El primero, una solicitud que, de aprobarla Obispo y Cabildos se elevaría a la Santa Sede pidiendo para los Capitulares placentinos en tiempo de verano el uso de roquete con mangas moradas y muceta del mismo color, en forma romana. El segundo, otra solicitud para que el Sumo Pontífice concediera trescientos días de indulgencia a cuantos fieles visitasen, en cualquier día del año los altares de la Asunción y las Reliquias de la Seo placentina. El tercero es el modelo y la inscripción funeraria en memoria del Obispo placentino D. fray Plácido Bayles compatricio de Benavides, del que no queda en Plasencia monumento sepulcral. Así mismo quería el doctísimo Chantre colocar segunda lápida marmórea en conmemoración de varios Prelados sepultados en la Catedral, de los que no ha quedado ni el más ligero recuerdo. Rematan las dos últimas hojas sin numerar con unas palabras del editor del fuero, que dejó allí impreso el escudo familiar, con el índice y las correspondientes censuras de aprobación.
La publicación de este libro le valió a Benavides el título de Hijo Adoptivo de Plasencia, y su Fiel Cronista, a más del modesto obsequio de una escribanía de plata  que le ofrendó la Corporación municipal y la licencia para adornar su escudo con el de la ciudad.
Compendio de la historia de Plasencia. . –
Al terminar los exámenes de las Escuelas Municipales en 1898, las Comisiones propusieron al Ayuntamiento, y éste acordó por unanimidad pedir a Monseñor Benavides que escribiese un texto compendioso de los hechos más salientes en la historia de la ciudad,  para repartir los ejemplares necesarios entre los niños de la escuela.
 Prelados placentinos. Notas para sus biografías y para la Historia documental de la Santa iglesia Catedral y Ciudad de Plasencia, por don José Benavides Checa. Plasencia. 1907. 
Como en realidad bajo un título tan largo se esconden libros distintos, los analizaremos y comentaremos por separado.
Prelados placentinos. No conocemos de visu más que tres ejemplares de esta ingente obra fundamental del Chantre. Uno que había en la Biblioteca del Seminario Diocesano de Plasencia, catalogado con la signatura 3-8-15, y sola contenía las páginas ¡7-24, ambas inclusive, dedicadas a la biografía del primer Obispo que hubo en la Sede placentina, don Bricio El segundo ejemplar, existente en la Biblioteca del abogado placentino don Antonio Sánchez Paredes, procede, si no estamos mal informados, de la librería del historiador de Trujillo, y Canónigo honorario de Lima, don Clodoaldo Naranjo Alonso, y contiene la portada del libro y la dedicatoria al Obispo Jarrín, recién llegado a Plasencia, y el prólogo hasta la página 8. El último ejemplar del libro es de  propiedad de D. Francisco Serrano, generosa donación del Párroco de Tornavacas (Cáceres) don Luís Macías Martín. Sobre los ejemplares anteriores está avalado por que tiene las páginas 13-16, en donde termina el prólogo famoso (ha  servido para resolver disputadas cuestiones acerca de la antigüedad y dos orígenes de Plasencia) firmado por el autor el 6 de diciembre de 1906. Con estos elementos, muy escasos, no podemos saber si realmente llevó a feliz término su plan de publicar científicamente el episcopologio de la Diócesis, del que había adelantado ya noticias esporádicas,  aunque valiosas. A juzgar por el esbozo de la magna obra, que sería definitiva, si la hubiera terminado, hubiera dejado Benavides muy atrás de a todos los otros historiadores que conocemos. Porque ni el licenciado Correas, ni fray Alonso Fernández, ni Gil González Dávila, ni Tamayo de Salazar, ni Asensio de Morales, ni mucho menos José María Barrio, Vicente de la Fuente, Alejandro Matías o Díaz Pérez, todos ellos inspirados directa o indirectamente en el licenciado Correas, pueden compararse en erudición, en sana crítica y en documentación con las pocas páginas impresas que hemos visto de las de Benavides. Lo malo es que de su libro tenemos que decir lo de las catedrales góticas: empezaban magníficamente, pero nunca se remataban con la misma grandeza.
La biografía de don Bricio que poseemos, aunque no es un estudio acabado y perfecto del primer Obispo de Plasencia, es un botón, que para muestra, basta. En pocas páginas delinea en maestría Benavides el retrato del canónigo burgalés, que inició un glorioso episcopologio; venido a su ciudad con Alfonso VIII, padre y capitán, obispo y gobernante, guerrero y jurista en las agonías del siglo XII y en los albores del XIII. ¡Lástima grande, que en el primero se termine la serie de prelados, cuyas vidas debía tener, si no escritas, sí muy adelantadas el autor del libro, cuando se decidió a comenzar la impresión de la obra!
Historia documental de la S. I. y ciudad de Plasencia.
 Las pocas páginas que hemos logrado ver de la obra precedente, las hallamos  siempre unidas a esta que analizamos. El formato de los libros es el mismo; la misma imprenta, aunque la paginación se distingue en éste, por que lleva junto al signo indicador de las páginas siempre un asterisco.
Forma esta historia un volumen de trescientas treinta y dos páginas, cortadas en seco y violentamente, más otras ochenta y siete que tienen paginación romana y sirven de apéndice donde se recogen numerosos documentos. Otro gran libro, fruto de muchos desvelos, y largas horas de pacientes investigaciones. También debió empezar a. pensar en esta obra Benavides en cuanto llegó a Plasencia, porque ya en 1897, cuando ofrecía su edición de fuero municipal al Ayuntamiento, le anunciaba que tenía el propósito de publicar muy pronto la historia de la S. I. enlazada con la de la Ciudad.. En junio del mismo año la tendría redactada, porque solicitó de la Corporación municipal algún auxilio pecuniario, para llevar a cabo la impresión con la esplendidez, el decoro y el esmero que, a su juicio, obra de tanta importancia requería. No se negó el Ayuntamiento a cooperar en la realización de aquella propuesta, antes al contrario decidieron por unanimidad, “y es de observar que había entre los munícipes algunos de tendencia marcadamente republicana, y poco, o nada, afecto al clero”, contribuir a la publicación del libró de Benavides. Pero siendo como era de interés, no sólo para la Ciudad, sí que también para el Cabildo de la Catedral a que pertenecía el mismo autor, no quisieron los Regidores de la cosa pública aventurar ninguna cantidad fija para su contribución económica, y pues estaban en circunstancias semejantes, significaron que aportarían, ni mas ni menos la misma cantidad que fijase el Cabildo de la Catedral.
Se ignora si éste ofreció algo, y las vicisitudes que impidieron cristalizasen en algo práctico los buenos deseos del famoso Chantre; lo cierto es que hubieron de pasar todavía diez años para que se mandase imprenta este libro, que con el contratiempo se enriqueció en la redacción última con muchísimas noticias, frutos de nuevas investigaciones.
Arte, ciencia, bibliografía, erudición, historia local y regional, civil y religiosa, hechos de importancia nacional, todo ello, quizás excesivamente amontonada, se halla en este libro del Chantre, impreso en parte, sin que hayamos visto ningún ejemplar completo. Para facilitar su manejo, tuvieron la paciencia de formar, en el verano de 1949 y en plenas actividades de oposiciones, un índice onomástico de obra tan rica en materiales históricos, índice que tal vez, si hay oportunidad, publicaremos. Son ciento cincuenta y siete páginas que agrupan por orden alfabético los dos mil quinientos cincuenta y tres nombres propios encerrados en los Prelados Placentinos, y en la Historia documental de la S. 1. y Ciudad de Plasencia.
Otras Obras: EPISCOLOGIO PLACENTINO. Plasencia 1900.-PLASENCIA MONUMENTAL Y ARTISTICA.1903.-EL SR. DE JARAICEJO. LOS VARONES DE EXTREMADURAS. ORDENANZA DEL GREMIO DE LOS HORTELANOS DE PLASENCIA.-OBRAS PIAS DE PLASENCIA Y SU OBISPADO. Y OTRAS MUCHAS OBRAS, PUBLICADAS Y NO IMPRESAS QUE FIGURAN EN SU BIOGRAFIA, Y POR LA AMPLITUD DEL ARTICULO OMITIMOS.
                                
Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina