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lunes, 1 de febrero de 2010

LA CUEVA Y LA CERAMICA.

                                       
                                    LA CUEVA DE BOQUIQUE EN PLASENCIA              


Don Pere Garcia Fària en 1919 hizo excavaciones en el municipio de Plasencia, en las cuevas de Boquique, donando generosamente los hallazgos de las excavaciones al INSTITUT, facilitando al mismo tiempo la siguiente noticia sobre la cueva y los trabajos realizados en ella, así y desde entonces los restos arqueológicos placentinos siguen el ejemplo de estar dispersos en diferentes museos, sin inventarios y sin ser reclamados de forma legal por la autoridades placentinas, o por asociaciones culturales de esta ciudad.

LA EXCAVACIÓN Y LOS HALLAZGOS

En la parte más elevada del municipio de Plasencia, en -la dehesa de Valcochero, y 90 metros más arriba de la cota de la carretera que pasa por debajo y que marca 360 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la cueva de Boquique, llamada así por haber servido de refugio a un capitán carlista Mariano Ceferino del Pozo conocido por ese sobrenombre. La gran entrada que hoy tiene estuvo tapada antes, habiendo sido abierta en hacer trozos una roca que había para obtener piedra para las construcciones de Plasencia. Entonces, la cueva sólo debía ser accesible por la entrada más pequeña, en la que se encuentran señales de haberse picado las rocas, esto que parece haberse hecho en tiempos modernos. A finales del siglo XIX, Don Vicente Paredes, de Plasencia, hizo exploraciones, llegando hasta medio metro de fondo, y encontrando, según parece, hachas de bronce y fragmentos de cerámica a mano tosca, asi lo menciona en su obra “Historia de Trasmóntanos y Celtiberos”.

Continuaron ahondando hasta la roca, y en esta capa profunda hicieron los hallazgos. Estas consistieron en numerosos fragmentos de cerámica a mano, barro rojizo, con muchos granos de cuarzo y frecuentemente decorados; percusores de cuarzo, dos hachas de pizarra de forma muy irregular, siendo en realidad dos palitos a los que se ha practicado un corte; un par de brillos de sílice, que difícilmente se puede decir si han sido utilizados; un punzón de hueso de 15 centímetros de largo; tres fragmentos de vasos de piedra (serpentina) y numerosos restos de molinos de mano, generalmente de forma aplastada la pieza de abajo, con un hoyo producido por el roce de la pieza superior, que tenía forma redondeada.

Las dos hachas aparecieron en la parte más inferior del yacimiento; los molinos en lugares diferentes, y también fuera de la cueva. Cerca de la pared del oeste de la cueva aparecieron muchos restos de huesos carbonizados que parecen indicar un hogar.

LA CERÁMICA

La cerámica comprende varios fragmentos sin decorar y otros decorados. Entre los primeros algunos son groseros pero otros frecuentemente bien pulidos, con las paredes un poco gruesas. Los perfiles apenas sí permiten adivinar algunas formas. En algunos casos se ven señales de asa o el asa bien conservada. Un grupo de fragmentos con decoración rudimentaria comprende algunos con pezones aplicados a las paredes del vaso, pero siempre se trata de uno o dos de dimensiones regulares, y nunca formando serie, como ocurre en algunos casos en el barro mejor adornado. En este grupo pueden incluirse algunos fragmentos de bordes con marcas de dedos o incisiones hechas con el punzón.

Entre los fragmentos que podríamos llamar de decoración desarrollada hay groseros, con cordones en relieve, con impresiones digitales o sin ellas, las únicas decoraciones de este tipo. De los primeros, uno tiene la habitual impresión digital plana, pero el otro está hecha con el dedo de punta marcando la uña. Otras decoraciones en relieve son, en un par de fragmentos de superficie pulida, cordones estrechos finos.

Hay otro tipo constituidos con una doble serie de pezoncitos muy pequeños, y a veces combinados con incisiones.

Hay fragmentos con decoración solamente incisa, el motivo mas sencillo es el de serie de puntos o pequeñas líneas discontinuas, en otros incisiones verticales que parecen uñadas, en otros series repuntos paralelos.

Por “Cerámica de Boquique” o “punto en raya” se conoce a un tipo de cerámica prehistórica decorada, decoración muy característica de la Península Ibérica, esta técnica se realiza mediante la aplicación de un punzón o sierra dentada, creando trazos pequeños y sucesivos a lo largo de una línea incisa continua. Se la engloba con el nombre de cultura de Cogotas I, que ocupa la meseta peninsular, siendo asignada a diferentes etapas cronológicas desde el Eneolítico, a la Edad del Hierro plana, pasando por la Edad del Bronce.
Esta ceramica continua hoy siendo un problema en cuando a su origen y cronologia, trás el estudio de su pasta, formas y decoración, se llegó a la conclusión de que esta caracterizaba el nivel más antiguo  de los castros de la Meseta, es decir lo que se conoce con el nombre de Cultura Cogotas, su origen en el campaniforme geometrica parecia estar fuera de toda duda.

Gracias a los estudios realizados por estos arqueólogos catalanes y a Vicente Paredes, la cerámica encontrada en de dehesa de Valcorchero a dado renombre internacional a nuestra Cueva de Boquique.

JAPAJIM.


1 comentario:

JM Robles dijo...

Seria necesario exigir a nuestras autoridades, que reclamaran al Museo de Arqueologia de Cataluña, al de Madrid y al de Cáceres, el patrimonio tanto de Boquique como de otras excavaciones ejecutadas en la ciudad, que ni siquiera se muestran al publico, para que ocuparan un lugar en uno de los multiples edificios de propiedad municipal que se han rehabilitado, y que ni siquiera se usan. Un saludo JM Robles