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domingo, 5 de junio de 2011

EL PARADOR DE SAN JUAN. Datos Para la Historia

Un violento incendio destruyo el Parador de San Juan
Cuatro de Julio de 1932, aquella noche, poco después de las once y media, el vecindario  se vio sorprendido por los toques de Mayorga que, lastimosa  y enérgica, llamaba para sofocar un incendio. Inmediatamente se supo que el Parador de San Juan, situado en la corredera y propiedad  de Ángel San Pedro estaba ardiendo en su totalidad. Desde distintos puntos de la ciudad se veían las llamas que, por momentos, alcanzaban  gigantescas proporciones  y a las doce dominaba por completo la techumbre del edificio y amenazaban con invadir las casas próximas al parador.
De los primeros en acudir fueron el Alcalde Sr. Durán y concejales, con la guardia municipal nocturna y el Batallón de Ametralladoras nº 2 al mando  del teniente Coronel  Sr. Pastor, Capitán de Cuartel Sr. Gándara y tenientes Sres. Navarro, Alonso y Arrabal, suboficial Mora y sargentos Redondo y Rodríguez que con el auxilio del vecindario se ocuparon de salvar cuantos efectos no habían sido pactos de las llamas.
El servicio de Incendio, tardo en actuar.
El servicio de incendios, deficiente y malísimamente dotado en una población como Plasencia, no pudo actuar hasta la una de la madrugada, pues el agua, que a causa del estiaje estaba cortada durante todo el día, no llegaba desde le deposito, que en previsión de estos casos había siempre de retén. Ello fue la causa en que las llamas continuasen su destructora labor durante más de una hora, sin que nadie pudiese poner freno a sus avances.
Las primeras noticias.
La esposa del concejal D. Cesáreo Durán fue la primera en advertir que de la parte alta del edificio salían llamas y alarmada aviso en el parador, cuyos moradores se hallaban acostados. Eran estos la esposa del dueño Tomasa Ovejero, dos niños del matrimonio, los criados y nueve traficantes en garbanzos procedentes de Badajoz. Enterados de  lo ocurrido salieron rápidamente a la calle demandando auxilio y procurando salvar cuanto había en la casa. Ayudados de soldados y vecinos salvaron unos quinientos sacos de garbanzos, unos ciento cincuenta de cebada, algunos ensere y un caballo.
La familia de Ángel San Pedro fue acogida en la casa del Sr. Concejal Durán, a donde fueron llevados los objetos que pudieron salvarse.
Según manifestó la Sra. Tomasa en los primeros momentos trato de salvar el dinero que guardaba en una cómoda y en la mesa del despacho, pero atolondrada con el susto propio del caso, no encontró dos  mil pesetas que se dieron por desaparecidas.
Las pérdidas.
Quedó totalmente destruido el edificio, así como gran cantidad de cebada, ropas y muebles calculándose leas pérdidas en 175.000 pesetas. El edificio y los muebles estaban asegurados en 195.000 pesetas.
Se  pensó que le fuego había sido originado por un cortocircuito en el pajar donde había almacenada gran cantidad de paja y leña.
Me quede sin hijo y sin casa.
Temblorosa y con los ojos llenos de lagrimas, la esposa de Ángel San Pedro, con muestra de gran resignación y lamentándose de la ausencia de su esposo, decía: la desgracia me persigue, hace unos meses había perdido a un hijo de 26 años, su marido se encantaba en Palacio de Becedas, al entierro de un sobrino, y ahora me quedo sin casa.
Un herido grave.
Durante los trabajos de extinción se cayó, de la techumbre el vecino Ángel colombo Moran, vecino de la calle de Santo Domingo el Viejo. Fue trasladado al hospital y atendido por el Dr. Romero  de las extensas quemaduras de brazos, piernas y manos.

Así acabo unos de los edificios más emblemáticos de la historia de la ciudad, en un lugar cercano al puente de Trujillo, conocido como el “Parador del Puente”, llegaban las diligencias y pasajeros procedentes de los diferentes pueblos de Extremadura.
En la foto que mostramos, que data del año 1928,en la fachada se puede leer Parador de San Juan.
             
Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina



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