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domingo, 13 de octubre de 2013

PATRIMONIO OLVIDADO. I.-

AJUAR FUNERARIO ISLAMICO
De las muchas piezas de arqueológicas que han sido encontradas en el suelo plasentino, fueron la de carácter islámico, las dos aras en inscripción árabe halladas, una muy cerca de la Torre Cuadrada de la plazuela de la Catedral, junto con una mano de Fátima de metal y una pinza para el moco del candil. Sabemos que las salvo D. Emiliano Mirón dirigiendo las obras de la casa inmediata a la iglesia de las Dominicas, terrenos de la ancha plazuela de la Catedral. (Foto 1). Es una pieza granítica de 55 cm. De alto, de la baja Edad Media y con inscripción con caracteres “neskhi” que por su sencillez, termino por sustituir plenamente a la cúfica.
Otra ara estaba formando parte del edificio que fue la posada de las Tres Puertas, y posteriormente Banco de Extremadura, situado en la calle del Sol (foto 2). Esta posee una inscripción en caracteres cúficos en unos de los lados, mientras que en los lados contrarios se encuentra una decoración con una cenefa de tipo funicular. Da la impresión de ser una pieza reutilizada de otra anterior visigoda o romana. La grafía cúfica tiene su origen en Siria, en la ciudad de Kufa, se trata de una escritura distinguida.
Para muchos autores la representación de la mano completa de Fátima (Foto3), posee un amplio poder para el MAL DE OJO, bajo la expresión <HAMSA FI AINEK> o , que puede traducirse por CINCO EN UN OJO O SOBRE UN OJO.
También goza de sumo crédito su poder como amuleto contra el de más temido, de los males, el último mal que según el proverbio berebere: VACIA LAS CASA Y LLENA LAS TUMBAS. De aquí que la mano de Fátima aparezca tantas veces protegiendo las puertas o entradas de las casas.
La mano de Fátima (al hamsa), es una mano de cinco dedos, que representa según algunos historiadores los cinco pilares de la fe: la declaración de fe (shahada); la oración cinco veces al día (salat); la limosna lega (zakat); el ayuno (Ramadán); la peregrinación a la Meca al menos una vez en la vida (hach).
Traducción del Ara: Enviado/ de Dios/ no hay victorioso (o ganador) / sino el Dios. Esta frase no sería coránica, sino de un rey granadino de la época nazarí.
¿Donde se encuentran? Como muchas otras, posiblemente arrinconadas y olvidadas, con lo fácil que seria ubicarlas en algún lugar donde se recogiera todo el Patrimonio disperso en manos de muchos placentinos

Jose Antonio Pajuelo Jimenez -Pedro Luna Reina

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