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lunes, 26 de marzo de 2018

SEMANA SANTA PLACENTINA .

EL SÍMBOLO DE LA CRUZ.
El símbolo de la cruz existía en la antigüedad, hace más de 8 mil años. La cruz, en sus diversas formas, era conocida y venerada por todos los pueblos del mundo.
En los primeros años del cristianismo, la Cruz fue un símbolo perseguido, pues representaba una nueva religión que estaba prohibida por los judíos y por Roma ya que se oponía a las creencias oficiales de ambas. Para conocerse los primeros cristianos tuvieron que utilizar varios símbolos, entre ellos estaba la paloma, la palma, el barco, el pez, el cordero, el pastor, el áncora, etc.…
Una de las primeras representaciones del símbolo de la Cruz lo tenemos en un altar de Palmira, elevado en "honor de aquel cuyo nombre es bendito en la eternidad", en el año 134.
El término griego para "cruz" (stuaros; verbo stuarooμ; lat.lat. latín crux, crucifigo, “aseguro a una cruz”) significa en primer lugar estaca o viga vertical, y secundariamente estaca utilizada como instrumento de castigo y ejecución.
Según los historiadores, esta condena era practicada por los habitantes de Babilonia, Persia, Egipto. Los griegos adoptaron la crucifixión de estos pueblos antiguos, y de los griegos pasó a los romanos.
En tiempos de Cristo existían varios tipos de cruz: la “la crux commisa• (llamada cruz de san Antonio), la cual tiene la forma de una T mayúscula; la crux decussata (llamada cruz de san Andrés); la crux immissa, la cual es conocida como cruz de dos barras. Así mismo se empleaba el “stuaros” simple, el cual consistía en un poste de madera clavado en el suelo donde el condenado era clavado con las manos por cima de la cabeza
Las cruces estaban hechas de madera barata y dura, generalmente de roble u olivo. La “cruz immissa” se hacía de dos tablas toscas y fuertes, unidas en forma de cruz. Las cruces eran desde los 2 hasta los 4 metros de altura. Por delitos graves se crucificaba en cruces altas, por delitos menores en cruces bajas. A veces clavaba en la cruz una estaca en forma de cuerno, esto servía de asiento y era llamado “sedile” o “cornu,” sobre esta estaca el condenado se sentaba para que no se le desgarren los músculos de las manos en las muñecas. Con frecuencia, en lugar de un asiento, se clavaba debajo de los pies del crucificado un soporte, generalmente hecho de la misma tabla que la cruz, sobre el cual el desdichado se apoyaba. Este soporte se llamaba “suppedaneum lignum,” en griego “ipopodion.”
Para nosotros los católicos, la Cruz en que murió Cristo fue una “cruz immissa.” o Cruz latina., pero no todos los cristianos aceptan que fuese la “cruz immissa.” la Vera-Cruz. La ejecución se realizaba de la siguiente manera: luego de la lectura de la condena de muerte, escribían en una tablita la culpa por la cual era crucificado el condenado. Esta tabla era generalmente de color rojo, cubierta de yeso y la inscripción era hecha con grandes letras negras. La tabla se llamaba “titulus,” en griego “titlos.”
El evangelio de Lucas dice: "había sobre El una inscripción, escrita en palabras griegas, romanas y hebreas." "Jesús Nazareno Rey de los Judíos" (Lc. 23:38; Jn. 19:19).
En el templo de la Santa Cruz de Jerusalén se guarda un trozo del “titulus”, en el cual se pueden ver algunas letras en latín y griego. Las letras son de color rojo sobre fondo blanco.
Tiene un tamaño de 23 por 13 centímetros, y está muy deteriorada.
Según el tipo de cruz donde iba a ser crucificado, el reo llevaría la cruz completa, el madero horizontal, o ninguno si la ejecución se realizaba en el “stuaros” simple, el cual permanecía clavado sirviendo para todas las ejecuciones.
A los condenados se les solía azotar por el camino, con lo cual llegaban muy agotados, por lo que opondrían poca resistencia a la hora de la crucifixión.
La sujeción al madero se realizaba, según los casos, con ataduras de cuerdas o con clavos. Los clavos eran de acero, con puntas de entre 13 y 18 centímetros de largo aproximadamente con una cabeza cuadrada de 1 centímetro aproximadamente. Aunque en las representaciones modernas del Crucificado se ve con los pies cruzados y con un solo clavo, en las antiguas se mostraban los pies separados y clavados con dos clavos, incluso hay pinturas que se muestran los pies clavados en los laterales del madero y no de frente.
Con estos datos podemos hacernos una pequeña idea de lo terrible que tuvo que ser la muerte por crucifixión. Y comprendemos mejor el gran sacrificio que realizó Jesucristo por nosotros.
Nosotros, los cofrades de la Santa y Vera Cruz, debemos de tener en cuenta que la Cruz es solo y exclusivamente un símbolo de la Pasión de Cristo, y no un objeto de culto por si mismo.
Las reliquias del Lignum Crucis que se conservan en distintas iglesias, solamente tienen valor porque se supone que estuvieron en contacto con el cuerpo de Nuestro Señor.
Son cada vez más los teólogos que nos advierten de este fenómeno, llegando a decir que “La cruz ha recibido un culto similar, si no igual al de Cristo; este madero sagrado es adorado casi igualitariamente a Dios mismo”
La adoración esta solo y exclusivamente reservada a Dios y todo lo demás es idolatría.
Sepamos ver en nuestro símbolo identificativo de cofrades, la representación de Dios Verdadero que es la finalidad de la Cruz.
José Antonio Pajuelo Jiménez y Pedro Luna Reina
Hermanos cofrades de la Santa y Vera Cruz de Plasencia

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