PORTADA DEL ENLOSADO
Hoy
reproducimos un trabajo publicado por la revista de Semana Santa de la Cofradía
de la Soledad de este año, cuyo autor D. Germán Pedro Corcho, nos ha
facilitado su difusión en este Bloc. a quien le agradecemos y le invitamos a colaborar
en próximas publicaciones.
Esta
portada más bien plateresca, orientada al sur, es conocida como del Enlosado,
por el pavimento de esta zona. Atribuida a Diego de Siloé y la parte más alta
completada por Gil de Hontañon.
La
situación de esta portada motivó algunos pleitos entre el Cabildo de la
Catedral y el Ayuntamiento, para decidir la gestión y pertenencia del espacio
que separaba la Catedral Nueva de la muralla. En 1611 se firmo una “Concordia
entre el Concejo y el Obispo Fray Enrique Enríquez de Almansa por la que se
reconocía la propiedad al Concejo y este permitía al Obispado tener una llave
de este espacio (aportación de Dª Esther Sánchez Calle, Cronista Oficial de
Plasencia). El Cabildo se encargo de enlosar este patio con piedras de buen tamaño
y de ahí su nombre “El Enlosado”.
Esta
zona algo escondida era utilizada en esa época para negocios dudosos y trapicheo propios de la picaresca de la época. Por lo que al campanero de la
Catedral se le encargo la vigilancia de este patio, mediante pago de doce
ducados anuales , para que evitara esos “negocios” y, al parecer, frecuentes
depósitos de recién nacidos, que indudablemente suponían un gasto y conflictos
de atribuciones de paternidad; en caso del que el campanero fracasase en su
cometido de evitar estos depósitos de niños, él sería responsable de su cuidado
y mantenimiento.
Escondido
entre los adornos y símbolos de la portada hay esculpido un sapo, difícil de
encontrar, quizás como símbolo de pecado; algo parecido a lo que ocurre con la rana
de la Universidad Antigua de Salamanca., lo que es un pequeño reto para los
visitantes y para los placentinos que desconocen la existencia del sapo. Esta
situado, a media altura de la portada, en la cola de unos de los tritones que
están a ambos lados de un anagrama de Santa María.
En lo alto hay un gran
ventanal que da luz a las tallas altas del órgano. Enmarcado de unos
curiosos adornos, el más exterior con hendiduras que siguen la secuencia de las
teclas negras de un órgano, prueba a tocar Re Fa Sol La Sol... todo sostenidos
¿Homenaje musical a María o solo casualidad e interpretación del autor? Otros
relieves cercanos al vitral muy sugerentes cada uno del símbolo de María en
anagrama, hay 38 de estos símbolos, algunos de ellos con una "M" igual
a la que figura en el escudo de la orden Siervos de María (Servitas), de origen en Florencia, donde estuvo Diego de Siloé, uno de los
arquitectos.
Germán Pedro Corcho
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