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martes, 26 de febrero de 2019

LA MUSICA EN LAS CATEDRALES DE PLASENCIA

La música fue siempre de gran importancia en la catedral de Plasencia, hasta el extremo que en una investigación musical que hizo el profesor José López-Calo por todas las catedrales de España, dice este musicólogo que en su opinión es la que mejor colección de música religiosa tiene de toda la nación.
Ya en 1.425 tenía la catedral órgano, organista y organero (el que hacía el mantenimiento del mismo), y se cantaban polifonías en estos años, con lo cual se coloca en la cabeza por varios años con respecto a otras catedrales importantes de España.
La catedral de Plasencia contó desde siempre con dos órganos principales (uno encima de la Puerta del Enlosado y otro encima del coro), además de otros portátiles que se utilizaban en las procesiones llamados realejos. (Sánchez Loro dice que encima del coro había 2 órganos)
Los niños que querían entrar en el coro a partir de 1.541, tenían que presentar un expediente de “limpieza de sangre”, cosa solo exigida en esta catedral. Entre los niños de coro podíamos destacar a Juan de Ávila, el cual llegaría a ser años después maestro de capilla.
Cuando los niños del coro crecían, en vez de despedirlos como se hacía en otras catedrales, en la de Plasencia se les daba una especie de beca con la que podían hacer estudios que hoy llamaríamos universitarios o superiores.
En un escrito de 1.563 se habla de la fiesta del “Obispillo de San Nicolás”. Esta fiesta consistía en nombrar “obispillo” a uno de los mozos de coro, la elección se hacía el día de San Nicolás (6 de diciembre) y duraba hasta el 28 de este mismo mes. Esta fiesta es la misma que la en los países nórdicos llaman “Sant Klaus”, Santa Claus o Papá Noel.
Parece ser que la fiesta del “obispillo” causaba muchos problemas y alborotos a la catedral, pues se desmadraban los mozos del coro y producían peleas y daños.
En el año 1.687 se construyó un nuevo órgano, fue su maestro organero el fraile franciscano Fray Domingo Aguirre. La caja de este órgano es la que se conserva encima de la Puerta del Enlosado, su mecanismo se ha cambiado varias veces al paso de los años. Este órgano fue de los llamados de transición entre el Barroco y el Clasicismo, y como tenía varias mejoras con respecto a los anteriores dio lugar a que hubo que buscar organista que supiera tocarlo.
Poco tiempo después este mismo fraile construyó otro órgano para la catedral, a este órgano se le llamo “el mediano” para diferenciarlo del “grande” y del “realejo” que se usaba en las procesiones.
En el año 1.701 se cambió el órgano del coro por uno nuevo, fue Manuel de la Viña, natural de Salamanca el encargado de realizarlo, y valió su construcción 700 ducados.
En el año 1.920 se monta el órgano actual, lo construye la casa Elezgaray de Azpeitia. En el año 1.948 se electrificó y se le situó dentro de la caja de encima del la Puerta del Enlosado. Se le puede accionar desde el coro o desde el mismo órgano. El órgano está compuesto por dos teclados manuales y otro de pedelier con 24 registros y 10 pedales de enganche. Tiene 69 botones de combinación con un total de 21 juegos. Tres registros son de 16 pies, 15 de 8 pies, 3 son de 4 pies, y 2 son de 2 pies.

La primera noticia de violines en la catedral de Plasencia se remonta al año 1.715, a partir de esa fecha siempre estará presente en la capilla de música.
En una lista de personal de la catedral de Plasencia del año 1.822 se podía ver lo siguiente: 12 capellanes de número; 13 sochantres y salmistas; 5 organistas; 2 pertigueros; 2 maestros de ceremonias; 2 contadores de coro; 3 sacristanes; 3 mozos de coro; 16 míseros; 16 ministros custodios; 2 oficinistas; 11 varios (médico, cirujano, barbero, carpinteros, albañiles, lavanderas, costureras...) En total 103 personas que cobraban de la “fabrica de la catedral”, aparte estaban los canónigos, racioneros, etc. que esos cobraban de la “mesa capitular”.
En la catedral de Plasencia, como en casi todas en esa época, había un grupo de unos veinte niños que danzaban ante el Santísimo en fiestas y procesiones. Estos niños son los famosos “Seises” de los cuales solo quedan hoy los de la catedral de Sevilla. La desaparición de los “Seises” fue debida a una orden de Carlos III, en el año 1.777.
El motivo de la orden fue los rumores de abusos de todo tipo que se realizaban con estos niños, ya que desde que entraban a formar parte del coro vivían en dependencias de la catedral, estando bajo la custodia del Maestro de Capilla, no recibían ningún tipo de salario, pero a cambio se les enseñaba a leer, escribir, música, latín y romance.

Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina.

Estar contento con poco es difícil, con mucho imposible. Marie von Ebner.

                                                             "CREANDO CULTURA"

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