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martes, 16 de marzo de 2021

MURALLAS Y ALCAZAR DE LA CIUDAD DE PLASENCIA.


En el privilegio fundacional de la ciudad, se dice que en un lugar que se llamó Ambroz, edifiqué una ciudad a la que puse el nombre de Plasencia, en este no se alude a la torre de Ambroz, pero algunos historiadores no han tenido reparo en admitir como cierto, que dicha torre fue la que se llamo después la torre del Homenaje del alcázar placentino.
En 1196, Abu Yusuf Ibn con su gran ejército, atravesaron el Tajo y continuaron su avance hasta Plasencia, que había sido recientemente repoblada y débilmente fortificada, su guarnición renuncio a la defensa, destruyendo los muslimes la ciudad, y obligaron a los ocupantes a refugiarse en una de sus torres, donde no pudieron resistir mas de una noche, viéndose obligados a rendirse. Fueron hechos prisioneros junto con el gobernador de la plaza, 150 caballeros, que fueron enviados a trabajar en la construcción de la mezquita de Salé, junto con los prisioneros de la batalla de Alarcos.




En 1197 Alfonso VIII volvió a conquistar la ciudad y acelera su fortificación, para evitar a ser conquistada, incluye en su defensa la novedad de una fortaleza, se construyó el alcázar a principios del siglo XIII, se amuralla la ciudad con doble muro, y con 72 torres, y en la parte alta de la ciudad se construye el castillo con triple muro, profundo foso y puente levadizo. Sus altos torreones a pesar de las diferentes versiones en cuanto a su número, están adosados a sus muros, lo que indican que se construyeron después de estos.

Estaba coronado este alcázar por ocho grandes torres que le daban un aspecto invencible. Delante de esta fortaleza se extendía la Plaza de los Llanos, que era un descampado de 250 por 140 " pies de ley" de superficie.
El alcázar era de planta cuadrada y ocupaba la superficie que va desde la Torre de Lucia a las casas sindicales, por el sur desde las traseras del colegio de La Salle hasta la Avenida. En total tenia unos 6.120 metros cuadrados. Cabían dentro de él unas 1.000 personas.
La entrada al alcázar se realizaba desde la Plaza de los Llanos, esta entrada estaba flanqueada por dos torres. Por un estrecho corredor se llegaba a una segunda puerta la cual daba acceso al patio central. Este patio central estaba rodeado de una galería de dos pisos, a modo de claustro de amplias columnatas y arcadas. En la parte oriental del patio estaba el aljibe. Este aljibe servía para alimentar el ancho foso que rodeaba toda la fortaleza.
Hay una antigua tradición oral la cual dice que en este alcázar nació una de las hijas de Alfonso VIII, la cual se llamó Mafalda, nombre extraño a los reinos de León y Castilla, pero había sido introducido por la corte portuguesa. Si esta noticia fuese verdadera, esta princesa Mafalda sería la primera placentina de la que se tiene constancia de haber nacido en la nueva ciudad. Murió en Salamanca, un epitafio en la catedral vieja de Salamanca, nos da la fecha de la muerte en 1204. 

“Aquí yace la ynfanta Mafalda, hija del rey Alfonso VIII de Castilla y de la reyna doña Leonor y hermana de la reyna doña Berenguela, muger del rey don Alfonso IX de León, que finó por casar en Salamanca el año 1204”.

Hoy en día solo nos queda el recuerdo y algunas fotografías de nuestro alcázar. Cercana al alcázar estaba una torre de planta cuadrada, y presencia imponente, se la conoce con el nombre de "Torre Lucia". No se sabe ciertamente el porqué de este nombre, una de las versiones dice que como esta torre es la que mira hacia Segura de Toro, pues desde ella se hacían las señales para avisar a esa zona de cualquier peligro que se aproximara. Otra utilidad sería la de hacer grandes fuegos durante la noche para orientar a los caminantes que venían por el Camino Real del Puerto o por la Cañada Soriana-Segoviana la cual está hoy ocupada en muchos trechos por la carretera nacional 110 (Carretera del Valle).
Las señales de peligro consistían en hacer en lo alto de la torre un gran fuego, si era de día se quemaba la leña húmeda para que hiciese mucho humo, si la señal había que hacerla por la noche, se quemaba la leña seca, pues así se conseguía unas grandes llamas, las cuales serian visibles a muchas leguas de distancia, de ahí el que a esta torre se la llamase " la torre que lucía".
En las excavaciones llevadas a cabo en esta zona han aportado varios datos, entre ellos el que lo que se conocía como la huerta del convento fue un asentamiento de casas antes de crearse dicho convento de los jesuitas. Seguramente al realizar la obra derribaron las casas que quedaran entre el edificio y la muralla, logrando así un espacio libre y cerrado anexo al convento. También se ha encontrado un depósito de agua, el cual estaría relacionado con el “Arca del Agua” la cual estaba emplazada por esta zona.
Al lado de la Torre Lucia estaba otra torre gemela de esta, la cual se llamaba "Torre de la Reina".
Muchos avatares corrió la Fortaleza antes de caer derribada, fue corral de ganado, almacén, cantera para obras menores, y en 1.893 se convirtió en plaza de toros. En 1.911 el Ayuntamiento decide derribar el "murallón de arriba" para evitar su derrumbamiento y posibles daños a personas.
Pero es en 1.940 cuando se planifica la zona de San Antón, y se manda derribar totalmente los restos del glorioso alcázar Placentino.
Como curiosidad y recuerdo de algo de la Fortaleza nos queda un madroño (árbol) que se trasplantó desde esta, a la pista El Nido, y que hoy sigue allí.
Las murallas de Plasencia se construyeron -según otra versión- en el año 1.200, trabajaron en ellas constantemente 9.000 hombres y duró la obra 11 meses. La Cerca (murallas) tenía una superficie de 24 hectáreas aproximadamente, lo cual es una considerable extensión, comparable a la de Burgos, Olmedo, Ciudad Rodrigo y Morella, pero menor que la de Ávila que tiene 34 hectáreas, y la de Salamanca que tiene 110 hectáreas.

La muralla tenía doble muro, unas altas cortinas de gran grosor, nueve pies de tercio de vara (de medir paños) y una barbacana. Ambos muros están separados por un foso y reforzados por torreones salientes semicirculares, llamados "cubos". Estos cubos estaban separados a una distancia de 35 metros aproximadamente, que es la distancia que se puede alcanzar con arcos y flechas. Su número no se ha podido determinar con exactitud pero andarían entre los 68 a 80.
La misión de la barbacana o primer muro era impedir el ataque directo a la muralla principal y dificultaba la aproximación de las máquinas de guerra.
El material empleado en su construcción fue la piedra labrada para las puertas y otras partes muy concretas, y el resto de la muralla se realizó de mampostería, la cual era muy abundante en este lugar. Para aglutinante se empleó la cal, la cual se extraía de varios lugares de los alrededores como las dehesas de Fresnedoso, Las Casillas, Berrozanas, etc…
Fray Alonso en sus "Anales" dice: Desde la puerta de Trujillo a la puerta de Talavera, hay 10 cubos o torres.
De la puerta de Talavera a la puerta del Sol hay 12 cubos o torres.
De la puerta del Sol al postigo de San Antón hay 28 cubos o torres.
Del postigo de San Antón a la puerta de Berrozanas hay 8 cubos o torres.
De la puerta de Berrozanas a la puerta de Coria hay 4 cubos o torres.
De la puerta de Coria a la puerta de Trujillo hay 9 cubos o torres.
En su fundación tiene la ciudad 7 puertas, 7 calles principales, 7 plazas, 7 iglesias, 7 conventos, y 7 ermitas. Como se ve el número 7 que es el número cabalístico de los judíos es el que se empleó para su construcción.


Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina.

                                               "CREANDO CULTURA"

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