LA
BASILICA DE LA NATIVIDAD
Eusebio
de Cesárea, en el Panegírico de Constantino, 9. nos redacta que este emperador
eligió tres lugares en la región de Palestina, honorados por una gruta mística
y los ornó con ricas construcciones, acordando a la gruta de la primera
manifestación de Dios las marcas de un digno honor.
La
legalización del cristianismo y el apoyo imperial que logro gracias a Constantino
permitió la edificación de edificios en los que los fieles podían realizar sus
ceremonias y mantener sus reuniones. En este sentido tuvo una importancia
social, dentro del desarrollo de la celebración de la Navidad, la construcción
de una basílica en Belén, sobre el mismo lugar en e que había nacido Jesús, y
por iniciativa directa de la familia y del propio emperador. Era una
manifestación de apoyo explicito a la religión del Nazareno, así como la
confirmación de los hechos allí acontecidos eran fundamentales para la Iglesia
y para la fe de los cristianos.
LA BASILICA DE BELÉN EN ÉPOCA DE CONSTANTINO.
El obispo Eusebio de Cesárea, nos relata en su obra como primero santa Helena, madre del emperador, y luego el propio Constantino mandaron erigir y embellecer dos templos, uno de los cuales era la basílica que ahora nos ocupa, y que pasó por diferentes etapas constructivas, según se sucedían los acontecimientos históricos.
La
basílica de la Natividad es uno de los lugares sagrados del cristianismo con
mayor significado para sus seguidores, por tratarse del lugar donde se cree que
Jesus vino al mundo. Se haalla en Belén, muy cerca de los arrabales del sur de
Jerusalén, tal y como debía de suceder según e vaticinio que realizó el profeta
Miqueas. Hacia los siglos VIII y VII a. C.; “Y tú Belén de Efratá, pequeña
entre los millares de Judá, más de ti saldrá Aquel que ha de reinar en Israel.
Sus orígenes vienen de antiguo, desde días lejanos” (Miq.5:1).
Ahora
bien, la pequeña población es igualmente un lugar santo para los judíos, pues
en Belén nació, 1017 años antes de Cristo, el gran rey David; y se halla la
tumba de Raquel, esposa favorita de Jacod, madre de José y Benjamín, y ejemplo
de madre judía que había sufrido durante largo tiempo lo que ha hecho figura de
devoción, por parte de los judíos.
El
intento por parte del emperador Adriano de hacer desaparecer el recuerdo de
Jesús sustituyéndolo por el culto a Adonis, al levantar en el entorno de la
gruta del nacimiento un bosque sagrado, tuvo como consecuencia el que la
localización exacta y el lugar, que ya había sido venerado por los antiguos
cristianos, se preservasen. En el año 325 la emperatriz helena, madre de
Constantino, identificó fácilmente la cueva e hizo construir sobre ella una basílica
con una nave central y dos laterales adornadas con magníficos mosaicos de
estilo y época constantiniana. El templo fue destruido en la revuelta
samaritana del 529 d.C., provocada según Procopio de Cesárea, por la
promulgación de las leyes que prohibían su culto. Una vez pacificada la región,
el emperador bizantino, Justiniano, mandó reconstruirlo, dándole forma que
tiene en la actualidad.
El
templo, uno de los más antiguos de la cristiandad, se ha preservado gracias a
una seri de curiosas vicisitudes históricas. El en año 614, el rey persa
Cosroes II invadió Tierra Santa sometiendo a una destrucción sistemática
cuantos templos encontró; sin embargo, la basílica de la Natividad fue
respetada, pues los Reyes Magos representados en la fachada llevaban trajes
persas.
Durante
la ocupación árabe-musulmana en 638, cristianos y musulmanes coexistieron pacíficamente
bajo el reinado del califa Omar. Tras ocupar Belén, el califa sentó el tono de
la convivencia al entrar a rezar en el ábside sur de la iglesia. Desde
entonces, la iglesia se convirtió en un lugar de oración también para los
musulmanes.
Siglos
más tarde, en la décimo primera centuria, los cruzados apenas la modificaron,
reconstruyendo muy pocas, y secundarias, partes de la iglesia, que en términos
generales no sufrió los ataques de las diferentes oleadas de conquistadores
musulmanes.
La
entrada a la iglesia y acceso al nártex es una pequeña puerta de 1,22 metros de
alto, quizás un recurso para lograr que todos los fieles se inclinen al entrar,
o para evitar profanaciones de los que pretendían entra a caballo en el templo.
El interior está formado por una nave central y cuatro laterales, separadas por
colunas de mármol amarillo, donde hay tres capllas: la primera, al este, una
capilla sobre el lugar donde nació Jesús, señalado por una estrella de plata en
el suelo y la inscripción “HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHISTUS NATUS EST”, esto
es:"Aquí nació Jesucristo de la Virgen María".
Este
oratorio está coronado por quince lámparas, que representan las quince
doctrinas cristianas. Al lado opuesto se encuentran el altar del pesebre, donde
estuvo acostado el niño Jesús, y el altar de los Reyes Magos.
Actualmente
el aspecto que ofrece el conjunto de la basílica tiene poco que ver con el que,
en su día debía mostrar la cueva o establo original, pues como consecuencia de
la devoción cristiana a lo largo de los siglos ha sido muy decorada, gracias a
las diferentes aportaciones de las iglesias cristianas.
Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraídas de imágenes de Google.
Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraídas de imágenes de Google.
Jose Antonio Pajuelo Jimenez -Pedro Luna Reina.
"CREANDO CULTURA"
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