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jueves, 26 de diciembre de 2019

BELEN, LA BASILICA DE LA NATIVIDAD.


LA BASILICA DE LA NATIVIDAD

Eusebio de Cesárea, en el Panegírico de Constantino, 9. nos redacta que este emperador eligió tres lugares en la región de Palestina, honorados por una gruta mística y los ornó con ricas construcciones, acordando a la gruta de la primera manifestación de Dios las marcas de un digno honor.
La legalización del cristianismo y el apoyo imperial que logro gracias a Constantino permitió la edificación de edificios en los que los fieles podían realizar sus ceremonias y mantener sus reuniones. En este sentido tuvo una importancia social, dentro del desarrollo de la celebración de la Navidad, la construcción de una basílica en Belén, sobre el mismo lugar en e que había nacido Jesús, y por iniciativa directa de la familia y del propio emperador. Era una manifestación de apoyo explicito a la religión del Nazareno, así como la confirmación de los hechos allí acontecidos eran fundamentales para la Iglesia y para la fe de los cristianos.

LA BASILICA DE BELÉN EN ÉPOCA DE CONSTANTINO.

El obispo Eusebio de Cesárea, nos relata en su obra como primero santa Helena, madre del emperador, y luego el propio Constantino mandaron erigir y embellecer dos templos, uno de los cuales era la basílica que ahora nos ocupa, y que pasó por diferentes etapas constructivas, según se sucedían los acontecimientos históricos.

                           
La basílica de la Natividad es uno de los lugares sagrados del cristianismo con mayor significado para sus seguidores, por tratarse del lugar donde se cree que Jesus vino al mundo. Se haalla en Belén, muy cerca de los arrabales del sur de Jerusalén, tal y como debía de suceder según e vaticinio que realizó el profeta Miqueas. Hacia los siglos VIII y VII a. C.; “Y tú Belén de Efratá, pequeña entre los millares de Judá, más de ti saldrá Aquel que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, desde días lejanos” (Miq.5:1).
                  

Ahora bien, la pequeña población es igualmente un lugar santo para los judíos, pues en Belén nació, 1017 años antes de Cristo, el gran rey David; y se halla la tumba de Raquel, esposa favorita de Jacod, madre de José y Benjamín, y ejemplo de madre judía que había sufrido durante largo tiempo lo que ha hecho figura de devoción, por parte de los judíos.

El intento por parte del emperador Adriano de hacer desaparecer el recuerdo de Jesús sustituyéndolo por el culto a Adonis, al levantar en el entorno de la gruta del nacimiento un bosque sagrado, tuvo como consecuencia el que la localización exacta y el lugar, que ya había sido venerado por los antiguos cristianos, se preservasen. En el año 325 la emperatriz helena, madre de Constantino, identificó fácilmente la cueva e hizo construir sobre ella una basílica con una nave central y dos laterales adornadas con magníficos mosaicos de estilo y época constantiniana. El templo fue destruido en la revuelta samaritana del 529 d.C., provocada según Procopio de Cesárea, por la promulgación de las leyes que prohibían su culto. Una vez pacificada la región, el emperador bizantino, Justiniano, mandó reconstruirlo, dándole forma que tiene en la actualidad.
El templo, uno de los más antiguos de la cristiandad, se ha preservado gracias a una seri de curiosas vicisitudes históricas. El en año 614, el rey persa Cosroes II invadió Tierra Santa sometiendo a una destrucción sistemática cuantos templos encontró; sin embargo, la basílica de la Natividad fue respetada, pues los Reyes Magos representados en la fachada llevaban trajes persas.
Durante la ocupación árabe-musulmana en 638, cristianos y musulmanes coexistieron pacíficamente bajo el reinado del califa Omar. Tras ocupar Belén, el califa sentó el tono de la convivencia al entrar a rezar en el ábside sur de la iglesia. Desde entonces, la iglesia se convirtió en un lugar de oración también para los musulmanes.
                   
Siglos más tarde, en la décimo primera centuria, los cruzados apenas la modificaron, reconstruyendo muy pocas, y secundarias, partes de la iglesia, que en términos generales no sufrió los ataques de las diferentes oleadas de conquistadores musulmanes.
La entrada a la iglesia y acceso al nártex es una pequeña puerta de 1,22 metros de alto, quizás un recurso para lograr que todos los fieles se inclinen al entrar, o para evitar profanaciones de los que pretendían entra a caballo en el templo. El interior está formado por una nave central y cuatro laterales, separadas por colunas de mármol amarillo, donde hay tres capllas: la primera, al este, una capilla sobre el lugar donde nació Jesús, señalado por una estrella de plata en el suelo y la inscripción “HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHISTUS NATUS EST”, esto es:"Aquí nació Jesucristo de la Virgen María".

                
Este oratorio está coronado por quince lámparas, que representan las quince doctrinas cristianas. Al lado opuesto se encuentran el altar del pesebre, donde estuvo acostado el niño Jesús, y el altar de los Reyes Magos.

Actualmente el aspecto que ofrece el conjunto de la basílica tiene poco que ver con el que, en su día debía mostrar la cueva o establo original, pues como consecuencia de la devoción cristiana a lo largo de los siglos ha sido muy decorada, gracias a las diferentes aportaciones de las iglesias cristianas.

Biografía: Breve historia de la Navidad. F. J. Gomez Fernadez.
Forografias, extraídas de imágenes de Google.


Jose Antonio Pajuelo Jimenez -Pedro Luna Reina.
  

                                                     "CREANDO CULTURA"




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