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martes, 17 de agosto de 2021

LUIS DE ÁVILA Y ZÚÑIGA

 Hijo de Esteban Dávila, II conde de Risco y señor de las Navas y de Villafranca, y de Elvira de Zúñiga, que era hija de los II duques de Béjar. Vinculó su fortuna al servicio del emperador Carlos V, primero en su casa real, y después en el uso de las armas y en diferentes acciones diplomáticas.

 Luis de Avila y Zúñiga nació en Plasencia en 1500, y falleció el 24 de octubre de 1573. Militar, consejero de Estado y Guerra. Se casó 1542 con María de Zúñiga Manuel y Sotomayor, señora de los estados de Mirabel y Brantanvilla, hija de Fabrique de Zúñiga y Sotomayor, señor de Mirabel y Alconchel. El 24 de septiembre de 1543 se le concede la encomienda de Moral de Alcántara, previa dejación del hábito de Santiago. Un año más tarde, se le hizo merced de un regimiento en Plasencia y la encomienda mayor de Alcántara.

Su vida al servicio del emperador.

 Acompañó a Carlos I a Bolonia para coronarse emperador del Sacro Imperio Germánico. El 6 de diciembre de 1530 recibió la encomienda de Calzadilla de la Orden de Santiago en lugar del fallecido Juan de Vara. Al menos desde 1531, se tiene constancia de su asiento como gentilhombre de la boca de la Casa de Borgoña del emperador. Un año más tarde volvió a acompañar a Carlos I en la expedición de socorro a Viena, que estaba sitiada por los turcos, y en 1535 participo en la empresa de Túnez, recibiendo, poco antes, su nombramiento como gentilhombre de la cámara de la Casa de Borgoña. En 1537 se le encomendó negociar en Roma con el Pontífice y el príncipe Doria sobre una armada contra los turcos. Dos años más tarde, acudió a Lisboa para dar el pésame a Juan III y la reina Catalina por fallecimiento de su hijo.

Poco tiempo después, sirvió y acompaño al emperador en las guerras de Alemania. Esta última experiencia le permitió escribir, por encargo del Cesar, un tratado titulado “Comentario del ilustre señor {…} de la Guerra de Alemania hecha por Carlos V”,que, a pesar de los artificios literarios utilizados, se convirtió desdesu aparición en un auténtico “éxito editorial”. En la ciudad de Amberes se hicieron cuatro ediciones en tres años, además de las traducciones flamencas, francesas y latinas, todas ellas entre 1548 y 1550, sin olvidar las versiones italianas, alemanas e inglesas que recorrieron Europa. También fue autor de las “Memorias de África”que no han sido encontradas.



Tras eL fallecimiento del papa Paulo III, Carlos V le envía a Roma como embajador extraordinario para felicitar al papa Julio III por su exaltación a la sede pontificia. A pesar de estas acciones diplomáticas continuó prestando servicio con las armas, y en 1552, fue nombrado general de la Caballería española en Lorena, en el lugar de Hernando de Acuña, participando en el sitio de Metz.

La retirada del rey al monasterio de Yuste no supuso su declinar político. El príncipe Felipe contó con su persona, gracias a su experiencia militar y diplomática, para la formación en 1556 del nuevo Consejo de estado que debería asesorarle en los asuntos referentes al conjunto de su Monarquía recién heredada. No participo de manera regular en sus sesiones, ya que prefería visitar al emperador en su retiro extremeño. Se encontró con Carlos V en el momento de su muerte.

 

Tras el fallecimiento de Carlos V permaneció en Castilla hasta 1559. En que Felipe II le envía en misión diplomática, a Roma ante Pio IV para tratar no solo del fin del Concilio Tridentino, sino también de la resolución de “Propomentibus legatis”, de la resistencia del uso del cáliz y al matrimonio entre clérigos, que eran los dos puntos del ínterin de las dietas, y ante los que se mostraba tan contrario Felipe II.

A su regreso, permaneció retirado en sus casas de Plasencia y solo tuvo apariciones esporádicas en la corte para asistir a las reuniones del Consejo de estado y de Guerra.

En 1571, Felipe II le concedió el título de marqués sobre los estados de su esposa por el fallecimiento de su suegro Fabrique de Zúñiga y Sotomayor, seños de Mirabel. Falleció en su retiro extremeño el 24 de septiembre de 1573. Le sucedió al frente de sus estados su hija y heredera, Jerónima de Zúñiga, que se casó con su primo Alonso de Zúñiga y Córdoba, gentil hombre de la cámara de Felipe II, hasta su muerte en 1593.

 

Biografía obtenida la Real Academia de la Historia, por  Santiago Fernández Conti y Feliz Labrador Arroyo.


José Antonio Pajuelo Jiménez.

 

 

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