SAN
FULGENCIO Y SANTA FLORENTINA. 800 AÑOS.
Urna de los restos cadavéricos San Fulgencio y Santa Florentina
Cuenta la tradición que en la
invasión árabe los clérigos de Sevilla, huyendo hacia el norte, transportaban
las reliquias de los Santos Fulgencio y Florentina y la imagen de la Virgen que
el Papa San Gregorio regaló a San Leandro y que estaban en el panteón familiar
en la iglesia de San Juan Bautista de la Palma.
Al pasar por Berzocana y en la fragosidad de esta tierra, dejaron enterrada el
arca de alabastro en que estaban las reliquias de los Santos. Siendo tradición
que fueron depositadas detrás de un "brezo cano". Por otro lado, en
Guadalupe se depositó la imagen de Santa María.
Transcurrido el tiempo, aparecieron del siguiente modo: en el año 1223, el día
23 de octubre, se encontraba arando su finca en las inmediaciones del pueblo un
labrador, al pasar el arado por un sitio, se arrodillaron los bueyes que
llevaba, porque la reja enganchó con algo que les impidió seguir; tuvo entonces
que descubrir el motivo, viendo que se había introducido en una argolla de
hierro que estaba sujeta al arcón de piedra.
Dio cuenta a las autoridades y éstas descubrieron las referidas reliquias, que
con toda solemnidad, fueron trasladadas a la iglesia y colocadas tras una verja
de hierro en presbiterio, al lado del Evangelio.
En la Iglesia de San Juan Bautista, depositaria de los restos de los santos, en
el frontal de la nave izquierda, hay un doble altar baldaquinado. En el
superior de hermosas columnas estriadas, esta las urnas con los cuerpos de los
mencionados, traídos a las tierras la Berzocana desde Sevilla en el siglo VIII,
para salvaguardarlos de la invasión árabe.
A ambos lado del pétreo ataúd, que guarda el arca de plata regalo de Felipe II,
en el que están depositados los restos sagrados.
Fue restaurado el templo en el siglo XVI por los obispos Vargas Carvajal y Ponce de León principalmente.
En
1610 se inaugura la capilla de los Santos, relicario de las Españas donde sus
restos no han dejado de ser pretendidos por los fieles de Cartagena al haber
estado allí de obispo San Fulgencio que se convierte en patrón de la diócesis
de Plasencia.
La
iglesia es una maravilla del gótico final renacentista, hermana menor de Santa
María la Mayor de Trujillo donde igualmente trabajara el famoso cantero
arquitecto Sancho de Cabrera. La bóveda del coro es una osadía al equilibrio y
su órgano Dieciochesco una joya de excelente sonoridad y calidad.
Se
organiza en tres naves de igual altura y separadas por seis esbeltos pilares
fasciculados sobre las que se levantan bóvedas de crucería estrelladas. La Torre es mudéjar del s. XIV recuerdo
de la primitiva iglesia de ladrillo y mampostería.
Su
coro se configura como una gran tribuna al fondo del templo, de estilo
gótico-tardío, construido durante el pontificado del prelado D. Pedro Ponce de
León (1570-1573) cuyo escudo adorna la zona media de la balaustrada.
Declarada Monumento
Histórico-Artístico de carácter nacional por decreto de 28-10-1977
Del latín fulgentem, significa
"resplandeciente” Hermano de los santos Leandro, Isidoro y Florentina, fue
obispo teólogo de gran elocuencia-Sabia hablar griego, hebreo, siriaco,
itálico, gótico y latín. Nació en Cartagena en el año 564, de su educación de
encargo su hermano Leandro, Arzobispo de Sevilla. Después de prestar su
servicio de obispo de Cartagena, paso a Ecija (Sevilla), como obispo de esa
grey no escamotea en sacrificios y penitencias que le llevan a las puertas de
la muerte. Para reponerse retorna a Cartagena, durante seis años que pastorea
aquella diócesis, de las que es patrono, escribirá sus Comentarios de los
Libros Sagrados. San Fulgencio había vivido rodeado de santos, y al igual que
sus hermanos es Doctor de la Iglesia, murió asistido por San Braulio Obispo de
Zaragoza, un 16 de Enero del año 630.
SANTA FLORENTINA
Nació hacia el 540. Fue discípula de San Leandro y después maestra del menor de
ellos. San Isidoro, que ya huérfanos, vieron en ella una segunda madre, de la
que aprendieron a ser santos y sabios. Así que el hogar formado por Severiano y
Túrtula fue templo y escuela de la que saldrán tres grandes Doctores de la
Iglesia. Los tres hermanos en medio de la persecución arriana no dejan de velar
por su hermana, por entonces Abadesa del Monasterio Benedictino Nuestra Señora
del Valle de Écija, Falleció en el Año 633.
José
Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado
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