EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.
Fue fundado por la Ciudad por los años de 1224 aproximadamente, viviendo aún San Francisco de Asís, pues hay bula de Gregorio IX del 26 de mayo de 1233 en que comete al Obispo de Coria un asunto de este convento del cual se deduce que hacía algunos años ya estaba fundado; (datos obtenidos de la Crónica de San Miguel de la Regular Observancia de San Francisco por Fray José de Santa Cruz, este fue el guardián que dio el hábito de las Terceras Siervas de Dios).
Fue fundado por la Ciudad por los años de 1224 aproximadamente, viviendo aún San Francisco de Asís, pues hay bula de Gregorio IX del 26 de mayo de 1233 en que comete al Obispo de Coria un asunto de este convento del cual se deduce que hacía algunos años ya estaba fundado; (datos obtenidos de la Crónica de San Miguel de la Regular Observancia de San Francisco por Fray José de Santa Cruz, este fue el guardián que dio el hábito de las Terceras Siervas de Dios).
Sin duda los vecinos de Plasencia pidieron al Santo que fundara allí el convento, cuando visitó la ciudad para ver en ella a los Reyes de Castilla D, Alfonso VIII y de y de su hijo rey de Portugal D .Alfonso II.
El santo debió enviar frailes a su llegada a Italia, y la ciudad, le edificó convento junto a la ermita de Santa Catalina del Arenal, que debió construirse en 1213 y que fue donde el santo moró durante el tiempo que permaneció en Plasencia, y que estaba en el mismo sitio que ocupa hoy el complejo de san Francisco, antiguo convento.
Haremos una pequeña reseña histórica, para que el lector comprenda mejor estas anotaciones anteriores: Comenzaremos con dar a conocer que anteriormente al exconvento de san Francisco de Plasencia, existía una parroquia, la de Santa Catalina y sobre ella reconstruyo el convento. Plasencia fue una de las poblaciones que diera acogida a los hijos del Serafín de Asís, y que el mismo fue el fundador del cenobio. La victoria de las Navas de Tolosa, alejo todo peligro, la población era insuficiente para tanto vecindario y esto impulsó a los placentinos a dar mayor expansión a la ciudad, construyéndose entonces en este populoso arrabal y consecutivamente la de Santa Elena y otras. La nueva población exigía nuevas parroquias e iglesias, y el nunca desmentido celo del Sr. Obispo D. Domingo tercer prelado placentino, mando construir la parroquia de San Juan y más tarde el Obispo Domingo Jiménez, edifico la de San Miguel. Entre estas dos parroquia estaba la de Santa Catalina del Arenal, llamada así, por lo mucho que esta abundaba en aquel sitio solitario de la parte meridional de la ciudad de Plasencia.
En el 1230 se oponen estos religiosos a la fundación y edificación del Monasterio de San Marcos de religiosas Cistercienses, de la más estrecha observancia, que favorecía el obispo don Domingo. Y fue el Pontífice Gregorio IX al que confió al Obispo de Coria la Bula para impedir tal fundación. Pero el convento de San Marcos se edifico a expensa del noble Caballero Don González de Carvajal, el primero de esta ilustre familia que vino a Extremadura, progenitor de tantos celebres varones que se distinguieron con la púrpura, en santidad y virtud, en la cátedra y en el foro, en el claustro y en la guerra. Murió en 1254 y fue enterrado en la capilla mayor de la iglesia de San Marcos.
Este caballero fue apoyado por los señores obispos Don Domingo II y Adam I; y fueron los nobles placentinos los que auxiliaron a los primeros religiosos que envió el fundador Francisco de Asís, y este vio con placer, que la ilustre Plasencia fue de las primeras ciudades de España que ampararon a los Menores Observantes,
Entre los nobles placentinos que en el siglo XIV ampliaron la iglesia y el convento, debe hacerse mención al militar Alfonso Ferrandes del Bote; este siguió el ejemplo de sus abuelos Juan Pérez y Dña. María, y de sus padres Ferrant Pérez del Bote y D.ª Teresa hija de don Yagüe, que n la centuria anterior, habían dispensado la más amplia protección a lanuela iglesia y espacioso convento. Alfonso Pérez edificó la capilla de San Francisco y en ella se mando enterrar, según consta en el enterramiento que este otorgó el 26 de agosto de 1329.
Doña Engracia de Monroy, fundó dos capellanías en Santa Catalina del Arenal, en el día 27 de Mayo de 1338, haciendo una donación de 200 mrs. a Fr. Juan de Prestami. Es a finales de este año cuando un incendio destruye el convento de San Francisco, y en el Codicilo que otorgó D.ª Engracia en enero de 1339, hace una donación de 400 mrs. para continuar las obras del nuevo convento ya comenzadas y nombró entre sus testamentarios a Fr. Pastor, custodio del cenovio, además de una cáliz de plata según se documenta en el testamento de la misma.
En el siglo XV en su segundo tercio se construye la suntuosa iglesia de San Francisco, de puro estilo ojival, por los notables maestros canteros Pedro Ximenez y Juan de Solórzano, que le sucedido en la dirección de las obras. Contribuyeron con sus bienes para la realización de tan artística iglesia, los generosos prelados D. Gonzalo de Santamaría, el Cardenal D. Juan de Carvajal y varios nobles placentinos entre los que se encontraba D. Bernardino de Carvajal, por estar su madre D.ª Andoza de Sande enterrada en esta iglesia.
Hay que hacer mención algunos religiosos que destacaron, por su virtud y su ciencia, de los primeros nada se conserva, solo sabemos que en la Concordia celebrada en 1294 entre el obispo de Coria y el Gran Maestre de Alcántara, se menciona a dos religiosos a Fray Vicente e Fray Martino, frades menores del Monasterio de Plasencia, que fueron notables por su vida ejemplar y por la importancia y significado en la sociedad placentina de entonces, su influencia era reconocida dentro y fuera de la Diócesis.
Este convento permaneció a los Claustrales hasta la expulsión en 1567, por mandato del Pontífice Pío V: desde entonces se incorporó a la Observancia, sujetándose a la provincia de san Miguel.
Entre otros que podíamos citar, mencionaremos al P.Fr. Benito de Bodonal, al que dicen que Dios reveló el día de su muerte, que fue en 1604, falleciendo a los 105 años de edad. El P.Fr. Alonso de san Francisco. El H.Fr. Diego de Rivera, lego, anunció el día de su muerte en 1620- El lego Baltazar Mariano, a quién veneraban los Prebendados como a otro San Diego de Alcalá, falleció en 1633.
A finales del siglo XVI se edifico casi todo el convento y se hizo la nueva y suntuosa iglesia, de estilo greco romano, dando grandes limosnas el Cabildo y la Ciudad y el obispo D. Pedro González de Acevedo,, ya en 1609.
Los hermanos Trejos Paniagua y Monroy, terminaron la obra y edificaron la sacristía.
El escudo del cardenal está, entre otros sitio en la puerta del claustro que da paso a la antesacristía y que era el enterramiento de los frailes.
En este convento había Cátedras de de Teología Escolástica, Filosofía, que regían lo hombres sabios de la Orden, en competencia con los del Convento de San Vicente. Entre los hombres lectores de esta se encontraba el Rmo. Fr. Juan Alvin, insigne Teólogo.
Fue Ministro Provincial de esta Provincia, Definidor General y últimamente General de la Orden Franciscana, al que el rey Carlos II, le presentó para el obispado de Ciudad-Rodrigo, su ciudad natal, y que no aceptó, retirándose al Colegio de la Buemparada y donde falleció en 1699. En el 1682, escribió la vida de su confesada sierva llamada las Rozas, Profesa de la Tercera Orden de San Francisco, que falleció el 4 de Enero de 1680, donde fue enterradas en la capilla de la Virgen de los Dolores, su lapida ya no existe, pero la inscripción decía:
HOCIACET IN TV / MVLO FELIX TV / SANCTO A FRA / CISCO VVGO / VOCATA ROZA
Los esfuerzos de Benavides Checa, para encontrar la lapida que cubría el sepulcro se corono con el encuentro de parte de la lápida, pero hoy día se desconoce su paradero. El Resto de la inscripción, contenía el elogio que se hacia de María de Rozas.
VENERAVLE NULA SIBI VNQVAM/ SED ET OMNIBVUS OMNIA SEMPER/TOTA DEO CVNCTIS GRATA/ MARIA MANET/ OBIIT ANNO 1680/ 4 IANVARII. MANE HORA 4.
Agotados los ejemplares de la vida de la santa, el devoto y Sacerdote don Estaban Gines, hizo una reimpresión en la imprenta de L. Foguet en el año de 1905, en Tortosa.
La Guerra de la Independencia causó graves daños a todo el edificio y en concreto las tropas francesas, según Escobar Prieto, quemaron las imágenes y retablo. Sin embargo se salvaron algunas, tal como aparece en los diferentes documentos de la exclaustración y la referencia que el mismo Escobar recoge en su Legado. El fuego debió afectar a la fabrica de la Iglesia, pero se ignora hasta que punto.
En 1837, se expulsó a los frailes y los objetos de la iglesia se dispersaron entre las parroquias y conventos de la Ciudad. Entre la lista de enseres recogidos tras la exclaustración, se censan cuatro altares “el mayor contre efigies de bulto”, en que las que debió figurar Nuestro Señor de los Desamparados; otros dos retablos correspondían a San Antonio y a Santo Domingo, en el lado del evangelio, y él último acogía a San Buenaventura y San José- A ellos se añadía una imagen de la Dolorosa,”otra efigie de Jesús en el Huerto” y “Un Ángel Grande”. Fuera de la iglesia se reseña también un altar en el claustro con la imagen de Nuestra Señora.
Según escobar Prieto la parroquia de san Esteban, acogió a la Virgen de los Dolores, Nuestro Señor de los Desamparados y el órgano. Al convento de Santa Clara, se trasladaron las imágenes de San Francisco, Santo Domingo, san Buenaventura y San Antonio, más dos crucifijos grandes.
Tras ello el cenobio fue ocupado por diferentes industrias, sin que se sepa si estas alcanzaron al templo y en que medidas. Fueron fabricas de hilados de seda, más otra de jabón , parte del edificio se repartió en viviendas sociales, situadas el la mayoría en la parte alta, y la baja pasó a ser una fábrica de pimentón, un almacén de aceitunas, una trapería, dos talleres mecánicos, una fontanería y una agencia de transporte. Más adelante se transformo el espacio de la iglesia en el Teatro Sequeira, inaugurado en 1923, treinta años después paso a ser el Cine Sequeira, siguiendo en esta ocasión, el proyecto del arquitecto D. Ángel Pérez Rodríguez. La adaptación del lugar al espectáculo, conllevó a la supresión de gran parte de las laudas y capillas funerarias, el desmonte de la tribuna del prebisterio, y la degradación de la capilla de Santa Isabel y otros daños también en el óculo que iluminaba desde el poniente el coro alto. El local estuvo funcionando hasta finales del año 1960, en que desde entonces el edificio fue abandonado con el consiguiente deterioro, hasta la adjudicación del conjunto conventual para la residencia geriátrica, mientras que la capilla y el antigua cine, apenas tienen dedicación alguna,
La voz de Plasencia: Conventos y Ermitas desaparecidos del 05 Junio 2008
Biografía: Prelados Placentinos de Benanavides Checa.
Jose Antonio Pajuelo Jimenez - Pedro Luna Reina
"CREANDO CULTURA"
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