CRISTO
DE LOS DOCTORES
Es una imagen de Cristo muerto y sujeto a la cruz con tres clavos, propia del estilo gótico. Pero tiene un carácter amable, como es habitual a lo largo del siglo XIII, hasta mediados del siglo XIV. El peso del cuerpo de Cristo recae sobre los brazos que se elevan por encima de la cabeza, formando casi un ángulo agudo. La cabeza se inclina apaciblemente sobre el hombro derecho. Todos los elementos formales están utilizados para destacar el dolor. Las manos están abiertas, el cabello cae sobre los hombros, formando abundantes mechones puntiagudos, al igual que la barba bífida. El aspecto físico muestra las huellas de terribles padecimientos durante la Pasión que han dado lugar a deformaciones abundantes. Es un Cristo doloroso que impresiona por su veracidad: es de tamaño natural, tiene el cuerpo tenso y la superficie de la piel cubierta de llagas ensangrentadas, la sangre resbala de las heridas en gruesos goterones, es de un realismo impresionante. Se cubre con paño de pureza anudado en la cadera, cubriendo ambas rodillas. El plegado busca sobre todo los efectos plásticos con abundantes pliegues diagonales.
Es un Cristo del dolor que ilustra muy bien la descripción que del Crucifijo hizo Santa Brígida en sus Revelaciones: “Entonces se le pusieron los ojos medio muertos, las mejillas hundidas y el semblante fúnebre, la boca abierta y la lengua llena de sangre, el vientre estaba pegado a las espaldas, como si en medio no hubiera entrañas..”. Es una forma de representar a Cristo en la cruz, para despertar los sentimientos del fiel hacia Jesús que ha muerto por nosotros, de acuerdo con la visión dada por la literatura de la época, como hemos visto.
Es un destacado ejemplo lígneo de fines del
siglo XIII, sobre cruz de gajos, que se asocia a tipos franceses. Según la
Dra. Franco Mata: “Estos Crucificados muestran un dolor sumamente diverso de
los derivados de la corriente clásica francesa, cuyo paradigma se manifiesta en
el Cristo de la Catedral de Sens, importante a tener en cuenta por lo que de
contraposición de estilos representa, y cuya repercusión en España se aprecia
en los Crucificados de Carbonero el Mayor (Segovia) y, derivados así mismo de
Francia y de caracteres afines son el Cristo de la catedral de Plasencia
(Cáceres) y el de S. Andrés de Cuéllar (Segovia), ambos de finales del siglo
XIII y de la misma escuela”.
Por todas estas características, podemos fechar este Crucificado a mediados del siglo XIV. Esta imagen procede de la localidad de Segura de Toro, fue traída a Plasencia por el prelado don Pedro Zarranz y Pueyo, en 1945.
En el museo
se conserva un relieve en alabastro que representa al Señor resucitado (69 x 56 cms.),
sentado sobre su sepulcro, dentro de una hornacina de nubes. Se halla
incrustado sobre una pila de agua bendita en el panderete que ciega una de las
ventanas de la Sala Capitular, lo que permite advertir la transparencia del
alabastro. Se nos
ofrece Cristo desnudo, tan solo cubierto con un paño de pureza. Nos muestra con
la mano derecha la llaga de su costado. Se encuentra en lamentable estado de
conservación, ha perdido su brazo izquierdo. Parece ser obra de la segunda
mitad del siglo XV.
José Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado
www.lavozdemayorga.blogspot.com www.lavozdeplasencia.blogspot.com
Biografía: JOSE ANTONIO RAMOS RUBIO.LOS CRUCIFICADOS MEDIAVALES EN PLASENCIA.
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