PEDRO Y FRANCISCO GONZALEZ
Hay una calle en Plasencia denominada Pedro y Francisco González, hoy día dedicada a Placeat por el 50 aniversario de su fundación, por su labor comprometida con la plena inclusión y su constante trabajo en la lucha por una sociedad comprometida e igualitaria.
Muchos
placentinos a leer estos nombres se preguntarán quienes eran, y mas aquellos
que quieran conocer a sus antepasados, pues bien, estos placentinos, padre e
hijo, eran maestros en arquitectura. Entonces los títulos no estaban tan
determinados como hoy, porque no eran académicos. En la terminología actual maestros canteros. A ellos se debe parte de la riqueza monumental de
Plasencia. Sobre todo Francisco era un gigante en su profesión. A ellos y a
otro técnico placentino Juan Correas, se puede decir que se debe la
construcción de la Catedral Nueva. Los grandes arquitectos Egas, Ibarra más
conocido por Álava, Covarrubias, Siloé, Gil de Ontañon, tenían en sus manos
siempre varias obras de gran importancia estaban aquí unos días, examinaban lo
hecho y dejaban las trazas que ejecutaban los González y Correas.
Pero el genio
de los González, sobre todo de Francisco, se ve en las muchas obras
monumentales que hacían ellos solos. Baste citar la iglesia, sacristía, sala
capitular y claustro de San Vicente Ferrer conocido también como Santo Domingo
y Parador Nacional. Es un ejemplar mayor que varias catedrales.
Don Vicente Lámperez, en su famosa obra “Historia de la arquitectura cristiana española”, la cita como ejemplo de iglesia monacal gótica. Es la primera que en España tiene el coro en alto. La sala capitular tiene una atrevida solución para su cúpula, que repiten en la capilla de los Moretas en la iglesia del Salvador.
A francisco
González se deben, con documentación que se acredita, los conventos y sus
bellas capillas de Santa Clara y San Idelfonso y las monumentales fuentes de la
plaza de la Catedral y la mayor de nuestra plaza Mayor que debería se
reconstruida.
Como
trabajaron mucho en el municipio es posible que hicieran las otras fuentes que
hermoseaban plazas y plazuelas, como la de Santa Ana, El Salvador, la de la
plaza de los Carreteros, San Nicolás y puerta Talavera.
Algunos de
los bellos cruceros: La Cruz Dorada, Santa Elena, Santiago, de los Enamorados,
de los Alamitos de la puerta de San Antón, del Cementerio, el desparecido de la
Puerta Berrozana, el de la Puerta del Sol, que tiró un carro, el de la iglesia
de San Antón, derribado por la republica en 1931 (de estos dos últimos hay
fotografías). La fachada del Ayuntamiento de la que Juan de Ibarra, o de Álava,
hizo una traza que no sabemos como era, a no ser que don Vicente Paredes,
facilitó a Benavides Checa y este publicó en su edición del Fuero de Plasencia
pero después de muchos cabildeos fue realizada por González.
Por su
competencia y actividad debieron intervinieron en las muy numerosas obras que
en su época se hicieron en la ciudad, reforma de las puertas de la muralla, el
monumental acueducto, reformas de muchas iglesias y palacios, el bello Vía
Crucis que desde la puerta de Talavera iba al convento de San Francisco etc.
Así que los
Gonzales no eran unos cualquiera, sobre todo Francisco, hombre singular y que
mas bella huella ha dejado en Plasencia, obras que hoy son patrimonio artístico
de inmenso valor. Sus no han sido debidamente estudiadas, tema ideal para una
tesis doctoral.
PUENTE EL CARDENAL-
SANTO DOMINGO
El cantero
Pedro González fue el maestro de toda la obra. Este cantero era natural de
Plasencia y está considerado el mejor cantero de la ciudad. Este hombre era
viudo y al terminar el convento entró de fraile en el mismo.
IGLESIA DEL
SALVADOR
Destaca la
capilla de enterramiento de Los Moretas, fundada por Hernán López de Moreta,
alcalde de la Fortaleza, e Inés de Trejo que patrocinaron la construcción de
una capilla gótica de Francisco González. Lo más destacado de esta capilla es
su bóveda octogonal, obra del siglo XV.
LA FUENTES DE LA PLAZA Y DE
LA CATEDRAL.
En cuanto al suministro de agua potable, constan referencias a la existencia de algunas fuentes dentro de la ciudad, como la que cita Luis de Toro en la casa de Martín Váez, donde se establecería en el siglo XVI el Colegio de los Jesuitas, la cual «fontem habet vivae aquae, ex petra copiose scaturiente, et alia nihilominus non inepte, sed sumptu magno fabricata» . A fines del siglo XV se realizan dos fuentes publicas dentro de Plasencia. Una de ellas, datada en 1490, se dispuso en la plaza de la catedral. La otra se hizo en la plaza mayor, a raíz de la conquista de Granada, por lo que se adornó con una granada; fue ejecutada por el cantero maestro Francisco González, activo en varios templos de la ciudad, en los años 1494-1495; debía ser una importante obra monumental pues aparece destacada en el dibujo de un plano —ya citado— de Plasencia, realizado en 1750, que se conserva en la Cartoteca del Ministerio del Ejército. Sin embargo, gran parte de las aguas brotaban de las fuentes que había en los alrededores de la ciudad, como la que existía, junto al Jerte, en los jardines del arcediano Don Fabián, que recordara L. de Toro, igual que las del Chantre, junto a la ermita del Puerto, la del Ganso, Miraflores, la Mimbrera, la Serrana, etc. ".
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