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domingo, 10 de noviembre de 2024

EL CANCHO DE LOS COMPADRES

 

EL CANCHO DE LOS COMPADRES Y GREMIOS PLACENTINOS

Desde la antigüedad el hombres siempre pensó en pasar a l posteridad. Prueba de ello son los numerosos testimonios que nos quedaron como las pinturas rupestres, grabados o dibujos en tumbas y monumentos funerarios, epigrafias latinas etc..

En toda la documentación que obra en nuestro poder sobre el origen e historia de Plasencia, no encontramos nada relacionado con el cancho de los compadres ni de sus artífices. Solamente sabemos que la tradición popular nos dice que en este cancho se reunían estos tres señores y que de vez en cuando se reunían allí y solían hacer una comida de amigos.

En las sucesivas visitas que hemos hecho a este cancho a fin de recabar datos para este trabajo, quedamos sorprendido ante el deterioro de este por las grietas y resquebrajaduras existentes en el mismo que hacen muy difícil la lectura de su inscripción que viene a decir:


 

  ICIERON JUAN FERNANDEZ DE COLLADOS SASTRE, Y JUAN DEL MONTES CAPATERO Y    ANTONIO RODRIGUEZ ______________ VECINOS DE PLASENCIA AÑO 1614.

Datos que consideramos suficientes para dar nuestro punto de vista sobre el tema. Nos hacemos la siguiente reflexión: “No debió ser el principal objeto de estos señores pasar a la posteridad grabando sus nombres dando preferencia a sus oficios antes de grabar sus apellidos, sino más bien hacer ostentación para resaltar los gremios a los que pertenecían uy que por aquella época estaban en sumo apogeo”.

En el año 1559 los zapateros y curtidores unidos levantan un altar de azulejos a sus patronos respectivos San Crispín y San Crispiniano en la ermita de San Lázaro. También sabemos que el 27 de mayo de 1554 los hortelanos eligieron como patrono a San Gregorio fundando la cofradía como señera era un pendón de color verde símbolo de la esperanza y fertilidad. Había otro gremio bien organizado ero no llegaba a la perfección de los anteriores, era el gremio de los albañiles bastante numeroso ya que por entonces se hacían varias obras de importancia en la ciudad tales como la sacristía de la ermita de la del Puerto, que había antes del actual santuario, también las obras de la catedral nueva suspendidas el 1540 por falta de dinero y que posterior mente se reanudaron en 1623.

Se reanudaron las obras del acueducto de San Antón en 1574, que estaban también suspendidas por falta de efectivo del concejo. También se acababan las obras de la Cruz Dorada y se empezaba a construir la magnifica fuente que allí había. Otros gremios los de los carpinteros y tejedores no estaban bien organizados y quizás en hacer esta grabación o inscripción en el cancho fuera con la intención de ir fomentado los suyos.

Aún quedan en nuestras calles testimonios del auge de algunos de ellos, como plazuela de los Carreteros, calle de Caldereros y Podadores y otras. No sabemos la causa por la que eligieron este sitio donde esta dicho cancho que por entonces estaba lejos de la ciudad y por estar en una colina sin vegetación ni arboleda sería muy molesto estar en este lugar en verano o así como en el invierno para trabajar haciendo esta inscripción.


Muchos placentinos no conocerán donde se encuentra dicho “cancho de los compadres”, les diré que coronado por una cruz se encuentra en la subida de la carretera de la Virgen del Puerto, donde se encuentra la antena de telefónica, y allí tapado entre la verja del colegio de Valcochero y la caseta que se encuentra por debajo podemos encontrarlo sin dificultad subiendo una pequeña pendiente.

 

                  José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- Jose Gutiérrez Delgado

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sábado, 19 de octubre de 2024

MARINO BARBERO SANTOS

HIJO PREDILECTO DE PLASENCIA. 

El profesor Marino Barbero Santos, ha sido uno de los más prestigiosos penalistas españoles con influencia en los foros del Derecho penal europeo.

Natural de Plasencia (Cáceres) nacido el 14/8/1929, falleció en Madrid, a la edad de 72 años el 26 de junio de 2001, dejando tras de si una monumental obra de más de 140 publicaciones entre libros, monografías y artículos publicados en España, Italia, Alemania, Francia, USA y en casi todos los países latinoamericanos.

Estudió Derecho en la Universidad de Salamanca licenciándose con Premio extraordinario, fue profesor adjunto de su maestro Antón Oneca y luego encargado de la Cátedra de Derecho Penal, cuando el maestro se trasladó a la Universidad de Madrid.

Cuando el profesor Barbero Santos pronunció en 1963 en la Universidad de Murcia su lección inaugural sobre la Pena de Muerte estaba reciente el caso “Grimau” y la polémica internacional que había suscitado la condena de este dirigente del Partido Comunista en un Consejo de Guerra y su posterior ejecución.

 Había que tener mucho valor entonces, para en aquel ambiente de crispación y especial dureza de la dictadura franquista contra los disidentes, pronunciarse en contra de la pena de muerte y pedir su abolición en un acto público de la envergadura y trascendencia que tenía la lección inaugural de un joven Catedrático de derecho penal que acababa de acceder a dicho puesto, en una Universidad conservadora, presidida por lo demás por un Rector bastante afín al régimen franquista.

 Pero el profesor Barbero Santos criticó también otros aspectos muy duros del régimen penal de la dictadura como fue la Legislación especial sobre bandidaje y terrorismo, bajo cuya vigencia se impusieron y ejecutaron todavía en septiembre de 1975 cinco penas de muerte.

Su oposición frontal, enérgica, decida y valiente a estas atrocidades le acarrearon muchos disgustos y sinsabores, como, por ejemplo, que desde el Ministerio de Educación se bloqueara durante algún tiempo su traslado a la cátedra de Derecho Penal de la Universidad Complutense, que había ganado poco antes en concurso de méritos, como ya le había sucedido antes con la toma de posesión de su cátedra en la Universidad de Murcia, cuando  se negó a jurar los Principios del Movimiento, que servían de base ideológica a la dictadura, ¡en 1963, doce años antes de que esta desapareciera!

Pero nada de esto le hizo renunciar a su defensa apasionada del Estado de Derecho y de los Derechos fundamentales, sino antes bien, en un rasgo muy característico de su personalidad, en una época en la que hablar de estas cosas podría acarrear más riesgos que los puramente intelectuales, él insistía con verdadero VALOR una y otra vez en sus clases, en sus publicaciones y comparecencias públicas, en la crítica al Derecho penal de aquel régimen que para él y para muchos españoles era la negación de los principios jurídicos más elementales que debían inspirar el Derecho penal de un Estado de Derecho.

Marino Barbero Santos accede en 1990 a la más alta magistratura del Estado al ser nombrado Magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, accediendo a la carrera judicial por el cuarto turno, al reconocerse su figura como una de las de mayor prestigio del país.

A finales del mismo año 1993, Marino Barbero recibió el galardón al “Mejor jurista del año” que el otorgó la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.


Presentación

·         Catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Murcia, Valladolid y Universidad

·         Complutense de Madrid. Discípulo del catedrático Antón Oneca. Magistrado del Tribunal Supremo, plaza a la que renunció en 1995.

Datos biográficos

Nació en Plasencia (Cáceres) el 14 de agosto de 1929. Hijo de Marino Barbero García y Manuela Santos Domínguez.Falleció en Madrid el 26 de junio de 2001.

Casado con Aurea Richart, el matrimonio tuvo cinco hijos.

Formación

·         1948. Maestro nacional, título obtenido en la Escuela Normal de Cáceres.
1951. Licenciado en Derecho, con premio extraordinario, por la Universidad de Salamanca.

·          28 junio 1955. Toma posesión de su plaza de colegial del Colegio de España en Bolonia, de manos del rector Eveio Verdera y Tuells.

·         1956. Doctor en Derecho por la U. de Bolonia con la tesis Il soggetto attivo del reato, dirigida por el profesor Silvio Ranieri. Premio Vittorio Emmanuele II a la mejor tesis doctoral.

·         1957. Diploma en Investigación criminal por la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid.

·         1963. Graduado social por la Universidad de Salamanca; su expediente académico recibió el Premio Nicolás Rodríguez Aniceto.

Carrera académica

·         1952-1954. Profesor ayudante de Derecho penal en la Universidad de Salamanca.
1959 (-1962). Profesor adjunto de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca.

·         1962 (-1963). Encargado de cátedra de Derecho Penal en la Universidad de Salamanca.

·         1963. Catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Murcia.

·         1969. Catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Valladolid.
1975. Catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

·         1984 (-1986). Director del Departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

 

Otras actividades y méritos

·         A lo largo de su carrera profesional dirigió y presidió varios organismos y comisiones, entre otros, el Instituto Jurídico Español de Roma (1980-1983), la Comisión Especial para la reforma de la Ley de Peligrosidad Social; Comisión Científica del Centro Internacional de Sociología, Investigaciones y Estudios Penales y Penitenciarios de la Universidad de Mesina (Italia); Comité Científico del Master en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha; Asociación Alexander von Humboldt de España; Consejo Científico Internacional del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente de San José (Costa Rica);Consejo Científico Criminológico del Consejo de Europa, Estrasburgo (1979-1983).

·         Vocal permanente de la Comisión General de Codificación.

·         Miembro de honor de la Sociedad Cubana de Ciencias Penales.

·         Miembro de honor del Instituto de Ciencias Penales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima.

·         Académico correspondiente de las Academias Nacionales de Ciencias de Buenos Aires y Ciencias Penales de Méjico.

·         Académico de honor de la Academia Nacional de Ciencias Políticas, Morales y Sociales de Chile.

·         Fue elegido académico de Extremadura el 21 de mayo de 1983 y tomó posesión el 28 de octubre de 1990. Fue director de la Academia de 1991 a 1996.

·         Entre sus condecoraciones y distinciones figuran: Hijo Predilecto de Plasencia, Ciudadano Benemérito de Valença (Brasil), Medalla de la Ciudad de Milán (Italia).

·         En 1993 recibió el galardón al “Mejor jurista del año” que el otorgó la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

·         Doctor honoris causa por la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Brasil) y por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega de Lima (Perú).

·         Comendador de la Orden al Mérito de la República de Italia.

·         Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania de primera clase.

·         Presidente y Socio de Honor del Círculo Hispano-Germánico de Valladolid.
Presidente de la Sección nacional española y miembro del Consejo de Dirección de la Association Internationale de Droit Pénal.

              José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- Jose Gutiérrez Delgado

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lunes, 16 de septiembre de 2024

EL VALLE DE PLASENCIA

 

EL VALLE DE PLASENCIA

Decimos bien VALLE DE PLASENCIA y nos referimos a los que hoy llaman Valle del Jerte sin saber por qué razón tienen para cambiar el nombre por el que desde siempre se conoció y figura en no pocas publicaciones oficiales por se su verdadero nombre desde hace siglos.

Nos parece bien y aceptamos el que cada uno quiera promocionar lo suyo; pero ello no autoriza a cambiar el nombre ni apropiarse de lo que no le corresponde. Eso no se hace más que por ignorancia.

Diremos que el rio Jerte es una cosa y el Valle de Plasencia por donde el rio corre, es otra.


El rio Jerte nace en Tornavacas, donde hace unos años aparecieron “grafitis” en los canchales de sus orillas reivindicando el nombre de Tornavacas para el río por el hecho de nacer en su término municipal y no en el de Jerte ignorando que no es el pueblo el que le da nombre al río sino al contrario quizás por se el primer pueblo que se encuentra en sus orillas, ya hecho rio.

Jerte es la evolución fonética de unos de los muchos topónimos árabes que nos encontramos en Extremadura. Si consultamos el viejo libro de los ríos bautizados, encontramos en partidas del siglo XII formas que con el paso del tiempo se van modificando para leerse “Xerete”, que el siglo XVII vemos escritas como Xerte, para posteriormente encontrarlas como “Gerte” o “Jerte” que termina imponiéndose. Es así que este topónimo árabe el que da el nombre al río Jerte.

Una vez pasado el pueblo de Jerte continúa por cabezuela del Valle, Navaconcejo, Plasencia, Carcaboso, Aldehuela del Jerte y Galisteo, para entregarse al rio Alagón camino de Coria y llegar al Tajo.

Otra cosa es el Valle de Plasencia: pues debemos decir que este valle se encuentra en una Falla localizada en este occidente de la Península Ibérica, con una extensión de 500 kilómetros que va desde la orillas del Duero hasta el Alentejo, Portugal, y la cual se conoce como Falla de Plasencia, al ser unos de los tramos mejor subrayados de la misma y es de aquí, de donde le viene el nombre de VALLE DE PLASENCIA.

Esta hipótesis la consideramos corroborada con todas las publicaciones serias y trabajos topográficos del Ministerio de Defensa, así como en diversas enciclopedias donde figura claramente el Valle de Plasencia; y por si fuera poco, tenemos más al alcance de nuestra mano, algo muy nuestro como es el maoa de la provincia de Cáceres editado por la diputación Provincial, 2ª Edición. Consejo Superior de Cartografía. Registro de Cartografía num. 22. Año 1987.

Este es el hecho real. Tra cosa es que existan publicaciones en las que aparece como tal Valle del Jerte que nada nos dice de ni ningún crédito l damos; pero peor aún  es que fueron publicaciones por instituciones como fue la Caja de Ahorros de Extremadura e incluso la Junta de Extremadura que se sumaron a este expolio, como si en esas instituciones y Gobierno Regional no hubiese personas responsables, debidamente informadas y con conocimientos suficientes para no autorizar tal información- desinformación.

Así las cosas, quedando ello, creemos, claro, lo que por nuestra parte no llegamos a comprender es como desde entonces las autoridades placentinas, así como entidades sociales, culturales no emprendieran las medidas oportunas, para que se rectificase y subsanase tal atropello.

Creemos que sinceramente el Ayuntamiento Placentino, así como el gobierno Regional tienen la obligación de exigir subsanar tal atropello.


                José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- Jose Gutiérrez Delgado

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sábado, 17 de agosto de 2024

HOMENAJE AL BOTIJO y FRESQUERAS,


 

                                                        fresqueras en Casas de Don Gomez

En la calle del Borrego, en la fachada e la casa de la fotografía, hoy demolida por ruina, se conservaba la única fresquera urbana, que se conservaba en la ciudad, consistía en una lancha de pizarra que sobresalía de la fachada y a la que se acedía a través de una ventana. Allí se colocaban los botijos, cantaros y otros alimentos principalmente cuando no les daba el sol. Hoy intentamos hacer homenaje a estas fresqueras ,y si alguno llevado por la curiosidad, podemos decir que en el patio interior del palacio de Carvajal Girón, aún se conservan un par de ellas. También en algunos pueblos como en Casas  de Don Gómez podemos apreciarlas en las fachadas de sus casas.

                                              Fresquera en la Calle del Borrego
 

   HOMENAJE AL BOTIJO:                    

                        En tiempos de mi niñez 

     como nevera no había

                          para aliviarse la sed

                           del botijo se bebía.

                       No era fría ni caliente
                 digamos, que era del tiempo,
                     y empinando del botijo
                     se recobraba el aliento.

                 Los que al beber, no eran diestros
                    bebían de la boca a morro
                  y otros simple y llanamente
l                o hacían chupando el pitorro.

                    Pero el que en ello era experto
                           alzaba el botijo en alto
                      y a placer bebía a chorro
                      hasta que quedaba harto.



                        
                                                                 Sobre la mesa camilla
                  el botijo se encontraba   
           siempre lleno y bien dispuesto
                    por si se necesitaba.

                Con él se iba a la fuente
               a llenarlo de agua clara
                 un agua, que su sabor
               a quien bebía le gustaba.

                De él bebían los niños,
            los mozalbetes y ancianos,
             y todos le iban sobando
           la barriga con las manos.

                   Y el botijo generoso
                y sabedor de su hacer, 
               agradecía el manoseo
               y se dejaba querer


           Cuánto se podría decir   
        del botijo y sus virtudes
        si al labrador se pregunta
          lo pondría por las nubes

                                                                     
En las labores del campo      
imprescindible se hacía
sobre todo cuando el sol
apretaba al mediodía.

Y en las noches estivales
cuando se salía a la fresca
el botijo no faltaba
en la tertulia y la gresca.

De anécdotas un sin fin
de él se podrían contar
pero, tan largo sería
que aquí ya voy a cortar.

Hecho con un gran primor
artesanalmente a mano,
no hay que negar sus virtudes
y el gran servicio prestado.

Quien del botijo de barro
diga que nunca ha bebido,
yo les digo que no saben
lo bueno que se han perdido.

El botijo, lejos de ser un invento exclusivamente español o íbero, tiene raíces profundas en la antigüedad, extendiéndose desde Oriente Próximo hasta la Península Ibérica. Su creación se debe a la observación y la necesidad de mantener líquidos frescos en climas secos. A lo largo de la historia, diversas culturas adoptaron esta ingeniosa invención, demostrando su valor universal y su legado perdurable en la historia de la humanidad. El botijo es un recordatorio de la creatividad y la adaptabilidad de nuestras antiguas civilizaciones en busca de soluciones prácticas para las condiciones de su entorno.

                                   Plaza de Plasencia, ventas de botijos y cantaros, Martes, julio de 1923

EL MECANISMO DEL BOTIJO.

Si dejamos un botijo a una temperatura ambiente de unos 30 grados centígrados y una humedad del 40%, logrará enfriar el agua de su interior unos 10 grados en apenas una hora. ¿Cómo consigue hacerlo?

En principio, el material que se utiliza en su fabricación es la arcilla, ya que su porosidad permite que el botijo sude, es decir, que se filtre agua poco a poco hacia afuera. Esta agua sudada se evapora en cuanto entra en contacto con el aire del exterior, pero para que el agua pase de un estado líquido a gaseoso (evaporación) necesita energía (calor), que la robará del agua contenida en el interior, produciendo el enfriamiento progresivo de la misma.

Por esta razón en las zonas donde hace más calor y el aire es más seco, la evaporación será más rápida y los botijos tendrán un mayor rendimiento, pudiendo hacer descender la temperatura del agua hasta 15 grados. Si en el exterior hay mucha humedad, no funcionan tan bien.


                José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- Jose Gutiérrez Delgado

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domingo, 21 de julio de 2024

MIGUEL ALONSO SOMERA.

 

Recordando a Miguel Alonso Somera.

 

Placentino, con apellidos propios de nuestra región, desconocido totalmente en nuestra ciudad, todavía no sabemos cuándo nació y donde murió, autor de muchos poemas extremeños, ignorado en Extremadura, supo templar la lira y cantar como pocos el sentimiento encerrado en sus fibras, empleando para ello, en algunas de sus composiciones, un lenguaje vivo, veraz y sincero, sin fraude ni artificio alguno, del habla vulgar de la gente de nuestros pueblos.

 Hemos encontrado una poesía en la revista “ORTVS”, pues colaboró con ella junto a Pedro Sánchez Ocaña, Neria Serrano, Valeriano González, Manuel Revilla Castán, Máximo Gómez…En la revista del 1 de febrero de 1936, año II, numero 5, pág. 14 y 15 publica “Mi jaca en la serranía”:

A lo largo de 1937 publicó en la revista “Fragua Social” de Valencia, una serie de interesantes poemas en extremeño, que se encuentran recogidos en una selecta antología de la editorial “Ruedo Ibérico” y que han sido incluidos en la “Primera Antología de Poesía Extremeña”. También publico en la Revista “Nosotros” el “Monólogo de Juan”.

En algunas ocasiones estas poesías se cargan de un lirismo que raya la nostalgia.

En el “Faro de Extremadura”, periódico placentino fundado por D. Andrés López Alonso, en su número 278, Año VI, en su primera página, publica la poesía El Sembrador”: Reproducimos estas poesías publicadas en “El Siglo Futuro” el día 9 y 11 de abril de 1936, jueves y sábado Santo.

JUDAS, EL TRAIDOR

Un beso en la mejilla. le delata.

Le prenden, se lo llevan a empellones.

Insultos, arañazos, maldiciones…

Judas, el delator, cuenta “su” plata…

Treinta monedas son. Torpes, sus manos

las sopesa, las cuenta, las remira;

Pero espantado con temor las tira

al ver que se convierten en gusanos…

Treinta son… Treintas sierpes enroscadas

 Treinta son… Treinta puntas oxidadas.

Treinta garras que tiran del cabello.

Treinta cachos de cuerda retorcida

que su cobarde mano maldecida

se arrolla treinta veces en el cuello…

RESURRECCIÓN.

La piedra del sepulcro se ha rasgado

y del sepulcro surge, cegadora,

una luz con más luces que la aurora;

un Sol, que al mismo sol ha derrotado.

El sepulcro, vacío se ha quedado …

Un soldado guardián, clemencia implora.

Aquél blasfema y huye, y esta llora:

“¡Le matamos, pero ha resucitado!” …

En estos tiempos, como en los lejanos,

Nos quieren arrancar a los cristianos

la fe que nos alienta, y que palpita

dentro del corazón… ¡No han de arrancarla!

¡Y si se atreven, locos a enterrarla,

más pujante y gloriosa resucita!

Agonizanti

 

No sus canséis... Cuando'l cuerpo
mos dice que ya renquea,
no le valin los potinguis,
pos no tieni componenda.
Semos igual que los roblis:

de mozos, tenemos juerzas...

Endispué vienin los años
con las crucis de las penas,
y se pudrin las raícis
y s'esconchan las cortezas…

 

Saliros tos de l'alcoba,
que por la ventan'abierta
quiero morilme mirando
los álamos de la vega;

los surcos de la besana;

los almendros de la güerta...


¡Dejal que ascuchi el zumbió
del airi, cuando s'enrea

a dal patas a las hojas
qu´el árbol tiró por secas!..

Dejal que ascuchi la flauta
del zagal que pastorea
 y las tonás del gañán
que, tras de la yunta, sueña
con la guapa zagalina
qu'en la otra linde l'espera.


¡Dejal qu´escuchi la risa
del agüina que gotea
del cangilón de la noria
que se cansó de dar güeltas'...
¡Dejal que miri mis campos!
¡Dejal que mis campos güela,
pa qu'el último suspiro
me deji sabol de tierra..!

En 1937 aparecieron tres poemas suyos escritos en castúo en las revistas Nosotros y Fragua social de Valencia. Uno de ellos es “Monólogo del tío Juan” (Fragua social, nº 199, 13 de abril de 1937, tomado de Salaün 1982b: 29-31):

¡Toa la sangre renegría  // se me subi a la cabeza // y un día le trinco asina // y le troncho la gargüera!... // ¿Pos no má dicho, en mi cara  //que soy un viejo sin jueza // y que tengu que dejale  // pa otro, más nuevo, la tierra?  //En esta tierra mi padri  // pasósi la vía entera,  //y en esa tierra, una nochi, //çvine yo al mundo… Y a ella  // dende chico la he cuidao  //lo mismo cá una muñeca // espunzarrandu terronis,  // quitando zarzas y piedras, // pasando joras y joras // con la mano en la mancera // revistiéndola de surcos // con la juña de la reja,  // y echando en ellas semillas // qu’en después jueron cosechas (…) // A esta tierra la he cuidao  // lo mismo c’a una muñeca  // y aquí m’estoy, ¡pese a Cristo! // y quiera el amo o no quiera…

  

 

                   José Antonio Pajuelo Jiménez - Pedro Luna Reina- Jose Gutiérrez Delgado

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lunes, 24 de junio de 2024

PRIORIDAD DE PLASENCIA EN LA AVIACION.

 

EL PEZ AEROSTATICO

 En el libro “El parecer de un Deán”, de las Publicaciones del Movimiento, Cáceres, 1959-1962, Domingo Sánchez Loro cita un artículo de Vicente Paredes Guillén, titulado Prioridad de Plasencia en la Aviación, publicado el 5 de junio de 1910 de la Revista de Extremadura, en el que se afirma lo siguiente:

“En la exposición aerostática de Francfort se exhibió el aguafuerte, existente en la Biblioteca Nacional de París, que reprodujo la revista de aerostación LluzIrieste Aeronautacion Milleilungen y la española Blanco y Negro en el número 998 del año XX, figurando un pez, con el nombre de Pez Aerostático, en el que don José Patiño (Patinho), dicen se elevó en Plasencia de Extremadura y atravesó, surcando los aires, el río Alagón y descendió con felicidad en las cercanías de Coria, al declinar la tarde de uno de los primeros días de marzo de 1784 (...)”.

 D. Enrique de Arrillaga López (Madrid 20 de mayo 1884 – 28 de diciembre 1974. Coronel de Inválidos y primera víctima de la aviación española), desde el Parque Aerostático de Guadalajara, deseoso de encontrar pruebas de que en España volaron los hombres la primera vez, escribió en 10 de febrero de 1910 a don Vicente Paredes, Secretario del Ayuntamiento de esta ciudad de Plasencia, en que tantas cosas extraordinarias acaecen y han acaecido, para que buscase o mandase buscar en el Archivo del Ayuntamiento algún documento oficial relacionado con la Aviación de don José Patiño; don Manuel de Saralegui y Medina manifestó los mismos deseos en un artículo que publicó en el número ya citado de “Blanco y Negro”. Por lo que con respecto a la verdad de que don José Patiño hizo el viaje de Plasencia a Coria en su Pez Aerostático el año 1784, procuraremos reunir todas las noticias que puedan contribuir a probarlo.

Continua después Vicente Paredes enumerando diversos precursores o inventores de algunos tipos de globos, como el fraile portugués Bartolomé Gusmao, Galien, Cavendish, Charles y Robert, Pilatre de Rozier y d´Arlandes y Blanchard, para decir: En septiembre del año 1784, pero don José Patiño en su Pez Aerostático, provisto de remos y tripulado por tres personas, hizo ese viaje feliz de Plasencia a Coria en primeros de marzo del mismo año 1784, en que se elevó el Duque de Orleáns, dándole la dirección 5 que quiso para ir de una a otra ciudad.


Si esto fue verdad, Patiño fue el primer aviador y Plasencia la primera ciudad a la que se debe el honor de la prioridad, porque el primer viaje que hizo Vicente Lunardi en septiembre de 1784, le hizo sin rumbo fijo, este aventurero tuvo la oportunidad de elevarse en globo aerostático, por primera vez en España, desde el jardín del Real Sitio del Buen Retiro. El globo se elevó sin problemas y desapareció al cabo de poco tiempo. Hacia la siete de la tarde apareció de nuevo por los aires de la inmediaciones de la Villa de Danganzo; Don José Patiño hizo su viaje aéreo medio año antes que el primero de Lunardi, pero con rumbo fijo de Plasencia a Coria; precediendo diez meses a Blanchard y al doctor Jeffries, que en enero de 1785 intentaron atravesar el Canal de la Mancha, y precedió a los intentos de la dirección de los globos menos pesados que el aire y a las máquinas voladoras, más pesadas. ... pero de la certeza de este viaje solo hemos podido encontrar este documento

y en el Libro de Acuerdos del Ayuntamiento de 1765, consta que se contrató el teatro del Hospital de la Merced, que también llamaban de las Llagas, del que era único Patrono el Ayuntamiento, á una compañía de «cómicos volátiles», sin que se sepa que se llamarían así porque eran ambulantes por la tierra o porque lo fueran por los aires. Tampoco se sabe si el viaje, representado en el grabado, fue una copia real del que se hiciese de Plasencia á Coria, pasando el río Jerte y el Alagón, o de una a otra ciudad pintadas en el escenario del Teatro del Hospital de las Llagas, en el que se manejasen con cuerdas la máquina que figuran conducir los tres tripulantes moviendo los remos y la cola (…)

Aquí se apunta la posibilidad de representarse la escena del fabuloso vuelo ante un telón de fondo en el que figuraran las ciudades de Plasencia y Coria. Un entramado de cuerdas movería el artilugio en forma de pez espada sobre el que «volaban» a horcajadas los tres tripulantes. En este caso el telón sería reutilizado en los diferentes lugares donde actuasen los comediantes, solamente cambiando el nombre de las ciudades, ya que no existe ningún elemento gráfico que las identifique como tales.




La base teórica del prototipo es sencilla: si el aire es un fluido como el agua, desplazarse por entre las nubes es como hacerlo bajo el mar y quién mejor que un pez para ello. claro que es necesario gobernar un ingenio semejante para hacer la navegación viable y nada como incorporar unos remos hechos con plumas y usar la cola del pez como timón.

Biografía: Revista de Folklore. José María Domínguez Moreno.” Del hombre pájaro al pez volador de Plasencia.





José Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

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martes, 7 de mayo de 2024

SILLA DEL CORO DE LA CATEDRAL.

SILLA DEL CORO DE PLASENCIA. EN EL MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA.

En Valladolid, en el Museo Nacional de Escultura se encuentra esta silla del Coro de la Catedral de Plasencia, a la que damos a conocer para los placentinos interesados en la historia de nuestra ciudad, Su autor en Maestro Rodrigo Alemán, realizada en madera de nogal, y de las siguientes dimensiones: Altura = 347 cm; Anchura = 90 cm; Profundidad = 90 cm.

Iconografía Respaldo: San Pedro. Misericordia: Aristóteles y Philip, Datación 1497.

Contexto Cultural/Estilo Gótico español

Lugar de Procedencia Catedral, Plasencia.

 

 

La adquisición por parte del Estado en el año 1992 de una silla de coro que se encontraba en propiedad del anticuario alemán Julius Böhler, supuso una oportunidad única de incorporar a la colección del Museo la obra de uno de los principales talleres del tardo gótico activos en Castilla. Al mismo tiempo proporciona el valor añadido de servir como ejemplo de una tipología escultórica como son las sillerías de coro que produjo en dicho momento conjuntos del mayor interés, tanto desde el punto de vista artístico como del iconográfico.



Realizada en madera de nogal, la estructura de la silla corresponde con las que conforman el cuerpo alto en los conjuntos corales. El lenguaje decorativo que aporta una variada gama de motivos arquitectónicos dispuestos en diferentes partes, habituales en este tipo de obras, encuentra un complemento del mayor interés en los temas figurados que llaman poderosamente la atención en el marco de una obra pensada para ser incluida en un coro catedralicio. De este modo, en la parte posterior del asiento abatible se dispone, como es habitual, una pieza denominada misericordia, que sirve para el apoyo y en la que se representa el tema en el que la cortesana Philis seduce a Aristóteles y lo humilla al utilizarlo como cabalgadura en venganza por haber aconsejado el filósofo a Alejandro que reprobara a la cortesana. A esa crítica a la seducción por los placeres mundanos, se añaden otras figuras satíricas como las que se encuentran en los pomos de la silla, en las que se representa un animal que viste hábito de franciscano, probable alusión a la brutalidad en el clero regular, y un juglar que deja al descubierto sin pudor su sexo, ahora mutilado, mientras toca la gaita.



 El dorsal superior, asentado directamente sobre le sitial, se encuentra decorado por un excelente relieve de San Pedro Apóstol que se cobija bajo un arco lobulado de perfil sinuoso con roleos calados que recorren el intradós, sobre el que se disponen dos alturas de arquerías. La representación del primero de los apóstoles con el libro y las llaves como referencia a su potestad, simboliza la autoridad jerárquica en la Iglesia que corresponde en una silla coral catedralicia a la silla episcopal.

Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Escultura. Valladolid.




                           José Antonio Pajuelo Jiménez – Pedro Luna Reina- José Gutiérrez Delgado

 

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Bibliografía

ARIAS MARTÍNEZ, Manuel; HERNÁNDEZ REDONDO, José Ignacio. Silla de coro. Museo Nacional Colegio de San Gregorio: colección / collection. Madrid: 2009. pp. 66-67.

ARIAS MARTÍNEZ, Manuel; LUNA MORENO, Luis. Museo Nacional de Escultura. Madrid: 1995. p. 37.

CAAMAÑO MARTÍNEZ, Jesús María. Unas consideraciones a propósito de Rodrigo Alemán. Imágenes y promotores en el Arte Medieval. Miscelánea en homenaje a Joaquín Yarza Luaces. Barcelona: 2001. pp. 285-288.

 HEIM, Dorothee. Rodrigo Alemán und die toledaner skulptur um 1500: studien zum künstlerischen Dialog in Europa. Kiel: 2006. p. 83.

HERNÁNDEZ REDONDO, José Ignacio; ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. La silla de Rodrigo Alemán en el Museo Nacional de Escultura. Homenaje al profesor Martín González. Valladolid: 1995. pp. 373- 379.

Catalogación Hernández Redondo, José Ignacio 

Ministerio de Educación Cultura y Deportes.